C22. El hubiera no existe.

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Algún estudio médico de alguna universidad prestigiosa en algún país en el mundo dice que el corazón late entre sesenta y cien veces por minuto. Pero cuando atravieso las puertas dobles de la sala de partos y veo a Danna tendida sobre la camilla, soy consciente de que tal vez, sólo tal vez mi corazón es capaz de latir quinientas veces por segundo.

La mueca de dolor que tiene pintada en el rostro hace que mi piel e estremezca y que las ganas de echarme a correr lejos de esa habitación esterilizada se apoderen de mi cuerpo.

Mis piernas de un momento a otro se han vuelto de plomo y  no puedo moverme. Sólo puedo escuchar sus jadeos de dolor siendo acompañados por un montón de ordenes por parte de los médicos a mi alrededor.

Entonces mis ojos se encuentran con los de Danna. No hay rencor en ellos, no hay enfado, no hay ni un solo sentimiento negativo, excepto dolor y no sé si es por el momento por el que está atravesando, por todo lo que pasó antes o por las dos.

—Señor Vélez…—me llama la doctora acercándose a mí.—tome su lugar, por favor…

Su voz me saca de mis pensamientos trayéndome de vuelta a la realidad. Inspiro con fuerza tratando de calmar los nervios que embargan mi cuerpo y cuando finalmente mi cerebro aturdido reacciona, encamino mis pasos hacia ella.  El miedo de que me rechace se apodera de mí un breve segundo pero cuando tomo su mano y no lo hace, me relajo.

—Lo siento mucho…—susurro llevando su mano a mis labios.—Lo siento por todo, mi amor…

—No es momento…—jadea apretando sus labios.

—A la cuenta de tres, señora Vélez, vamos a comenzar con trabajo de parto ¿de acuerdo?

—Sí…—asiente ella.—por favor, no puede dejar que a mi bebé le pasa nada, por favor…—solloza.

—Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos.—anuncia.

—No dejes que a Zeus le pase absolutamente, Christopher.—exclama en dirección a mí.—¿Me entendiste…?—jadea.—La vida de Zeus sobre la mía…

—No diga eso, los dos van a estar bien.—musito en voz baja.

—¡Vamos, Danna!—la llama la doctora.—¡Es tu momento!

Un agudo grito escapa de su garganta y luego todo a nuestro alrededor se vuelve un caos.

(…)

—¡Chris!—la voz de Erick llena el aire apenas atravieso la puerta que conecta al pasillo que lleva a la sala de partos. Belenn, Richard, Erick y Aarón están aquí.—¿Cómo está Danna?—pregunta pero yo no respondo.

—Carajo, Chris.—exclama Richard.—Dinos algo.

—Mierda, Vélez.—reclama Aarón.—Abre la boca de una maldita vez…

—Zeus nació.—suelto en voz baja.—Y  aunque fue un proceso de parto bastante largo y muy doloroso para Danna, ella está bien…

—¿Y él bebé?—cuestiona Richard.

—También…sólo tendrá que quedarse algunos días en el incubadora,  nació algunas semanas antes por lo tanto la doctora quiere descartar cualquier problema que haya en él…—hago una pausa.—pero dice que a simple vista está completamente sano…

—Jodida mierda, gracias a dios.—murmura Aarón.—¿Y podemos verla?

—Ahora mismo no.—niego.—La doctora dice que tiene que ella descansar y que nosotros tendremos que esperar hasta que despierte o hasta mañana inclusive…

—Lo importante es que está bien, ¿verdad?—asiento.—¿Pero sí podemos ver a Zeus, cierto?—pregunta Bel.

—Sí. Él está en los cuneros...—asiento débilmente una vez más.

ALWAYS YOURS #3 (Saga STARVING)|Christopher Vélez(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora