ALWAYS YOURS #3 (Saga STARVING)|Christopher Vélez(Completa)

C2. Jessa Ward.

El sonido del silbato llena el aire.

Inspiro con fuerza y me dejo caer sobre el césped bajo mis pies mientras trato forzadamente de recuperar el aliento. Suelto un suspiro y cuando creo que mi respiración se ha normalizado finalmente me recuesto sin más entrecerrando mis ojos a causa del sol.

Se supone que como toda persona normal tendría que estar yendo a casa pero no puedo. Al menos no todavía. No cuando hay un montón de fanáticos del otro lado de las puertas esperando por nosotros.

—¿Agua?—la voz de Erick se hace presente sacándome de mi nube de pensamientos y un segundo después su figura -con su un metro con ochenta y dos centímetros- se cierne sobre mí. Tomo la botella que me está ofreciendo y asiento lentamente.

—Gracias.—respondo.

—¿Qué es lo que haces ahí tirando? Se supone que deberías estar yendo a casa, tomando en cuenta que no paraste de hablar cuanto querías estar con tu mujer durante el desayuno.—inquiere tomando asiento junto a mí. No respondo, pero mis ojos lo miran y cuando la sonrisa comienza a formarse sobre mis labios, sus ojos verdes se entrecierran un poco como si estuviese tratando de adivinar qué es lo que está pasando a pesar de que sus labios se mantienen cerrados.—¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué me estás mirando así?—cuestiona finalmente.

—Vendrá un nuevo integrante a la familia…—anuncio pero la expresión de Erick sigue siendo la misma.

—Sí, lo sé.—asiente lentamente.—Hace dos días Dan y tú me han dicho que piensan adoptar otro perrito porque Teenie se ve apagada y le hace falta un hermano para jugar…—Frunzo mis labios antes de echarme a reír.—¿Qué es lo gracioso?

—¡No, Erick!—niego.—Me refiero a…ya sabes, un bebé que llora. Danna con una pancita. Nueve meses. Biberones. Pañales. ¿Quieres más pistas o ya has captado el mensaje?

—¿Qué?—exclama.—¡Joder, Chris! ¡Eso es increíble!

—Sí, no grites.—reclamo y un segundo después nos reímos.

—¡Vas a ser papá!—murmura por lo bajo.—¡Eso es algo realmente bueno! Dios, que digo bueno, eso es algo realmente maravilloso.

—Lo sé.—asiento lentamente.—Aunque si te soy honesto; me aterra un poco la idea y aunque Danna parezca demasiado feliz también puedo percibir su miedo…¡está completamente aterrada!

—Bueno, no es para menos.—comenta.—Es una responsabilidad súper grande…estamos hablando de un bebé, Chris…

—Lo sé.—repito.—Hasta el momento eres el único que lo sabe así que…ya sabes que no puedes decir nada o te cortaré las bolas.

Él se ríe.—Tan dulce y amable como siempre, Vélez.

—Es que Dan todavía no quiere que nadie lo sepa.—pauso.—La verdad es que si fuese por mí se lo gritaría al mundo entero…después de todo, uno no se entera todos los días que será padre…y apenas y puedo contener mi emoción…