Capítulo 28.

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BETANIA.

TRES DÍAS DESPUÉS.

Sueños húmedos.

-Debes tomarle las medidas a Lord Jamie ahora mismo, el gran baile se acerca y sus trajes deben estar perfectos -me dice Linda.

-¿Y tú a quién irás a tomarle las medidas?

-A Lord Jackson.

-¿Y por qué no intercambiamos?

-Porqué Lord Jamie quiso que fueras tú quién tome sus medidas -confieza tomando el carro de camisas antes de irse.

-Maldito loco...

Tomo el carro y camino por los pasillos medievales hasta toparme con la puerta negra de la habitación de Lord.

Golpeo y espero dos segundos antes de que abra la puerta.

Me da la espalda, ni siquiera me mira y camina a la cama, quitándose la camisa frente a mí.

-Extienda los brazos -ordeno y lo hace.

Tomo las medidas con el centímetros y su mirada fija en todo lo que hago.

Me detengo a mirarlo por un segundo, está serio, y sus ojos viajan a mi boca donde se detiene a ver por segundos eternos.

-Voltéese por favor.

Anoto en la libre sus medidas exactas.

-Ahora... Debo tomarle del torso, luego de las piernas y de su cadera.

-Bien -suelta.

-Necesito que... Pose sus manos en mis hombros y se pose derecho, mi Lord -inquiero y siento el frío peso de sus manos en mis hombros desnudos.

Mido su cintura y me es inevitable no detallar sus abdominales marcados y su pelvis marcada que..

-Ya... Ya están las medidas tomadas, su excelencia -suelto mirando el suelo.

-Quiero que vengas conmigo a un lugar.

-¿Cómo dice? -suelto a reir- Creo que oí mal, así que finjamos que nunca dijo lo que dijo.

-No soy de fingir, Betania. Y no es una pregunta es una orden.

-No volverá a beber de mí.. -me atajo y me mira serio.

-Hay algo que quiero mostrarte. Luego del almuerzo, te veré en el salida trasera del castillo -inquiere y toma mi muñeca cuando intento irme- Si no vienes, tú sola vas a sufrir las consecuencias.

Le arrebato el brazo, seguido del portazo de la habitación.

Una niña, de unos 5 años corre con un hermoso vestido rosa. Su cabello es... de unos rizos dorados hermosos, que me recuerdan a..

-¡Tío! -grita y a Jamie se le ablanda toda facción.

-¡Princesa de mi corazón!

La sostiene en brazos y besa su mejilla muchas veces hasta que..

-¡María Ángela Robles! -grita una mujer hermosa- Lo siento, Jamie. Esta niña es una maldita traviesa.

Lo abraza también y me siento incómoda, por ende, tomo la libreta, el centímetro y trato de huir pero su palabra me detiene.

-No te ordené que te fueras.

-Lo siento, mi excelencia... Creí que necesitaban... Privacidad.. -titubeo y la mujer se planta frente a mí.

-Hermosas concubinas han encontrado -dice tomando mi menton- Tu nombre niña.

-Betania, Mi lady.

Oscuro Deseo. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora