Capítulo 03.

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BETANIA.

Fiesta del sol.

-No sabía que era una invocadora hasta hace unos días, ¿Por qué debo ir a una fiesta?

-Porqué es en tu honor, Betania -bebe una copa de quien sabe que Zenya.

-Bien ya, la fiesta ya comenzó y eres la única que no está lista, ¡Vamos! -saca a mí hermana de la habitación.

Deja dos hermosos vestidos blancos con dorado y sus respectivas capas que en lo único diferente que tienen entre ambas, es el estilo de decoración del dorado.

-Yo... Creo que me quedaré con el negro a partir de hoy -susurro y pega un grito de felicidad.

Saca una preciosa Keftha negra con decoraciones en dorado, digna de una invocadora del sol, más la capa que reluce unos brillantes botones dorados en forma de sol.

-Ponte eso ya que no aguanto las ganas de verte de negro -musita con las manos juntas feliz.

-¿Sólo el General usa el color negro? -pregunto y asiente.

-Si, solo el invocador de sombras tiene permitido utilizar el negro.

Me visto sin más, salgo del vestidor y Darya abre los ojos saltando en su lugar, feliz por lo que ve.

Corre a mi y besa el dorso de mi mano para luego abrazarme.

-Vaya, cálmate -río y limpia sus lágrimas de felicidad.

Me sienta obligadamente en el taburete y hace lo que sabe hacer, perfeccionar mi rostro.

Me toma del brazo y me dirige hacia la música melódica que toca la orquesta del palacio.

Los invocadores bailan con otros, el rey y la reina bailan entre ellos, e incluso mi hermana baila con otro invocador de agua.

La música es estupenda y tranquilizadora, la comida se ve deliciosa sobre las mesas redondas y las telas recaen en el techo en forma de candelabros, con diamantes relucientes cocidos a las telas.

La muchedumbre se centran en mi entrada y debo cruzar mis manos para controlar los ataques de pánico. Sé alejan del centro de la pista de baile, dando lugar al rey, la reina, el príncipe y él Oscuro.

Sus ojos recaen en mí y luego en mi vestimenta, me observa como si no fuese algo real y eso lleva escalofríos por todo mi cuerpo.

Se acerca detrás de los monarcas y el rey extiende su mano que beso con asco y a la de la reina la beso con respeto.

El príncipe se acerca y me enderezo para besar su mano, pero la quita y me obliga a pararme derecha, para dejar un casto beso en mi mejilla que enciende mí color rojo.

Se alejan, y el baile sigue, al menos puedo respirar, al menos unos segundos hasta que él se acerca a mí.

-Sé supone que entrarías escoltada de guardias, alguien podría atacarte -suelta mirando a su alrededor para luego centrarse en mis ojos- Por cierto, estás preciosa.

Le sonrío y toma mi mano alejándome del bullicio.

-Darya hace un buen trabajo escondiendo las imperfecciones -suelto en medio de risitas y me mira serio.

-Nunca vi imperfecciones en tí, Betania -habla y me sonroja- Ven, acompáñame.

Camina y lo sigo, no sé a dónde va, o si es un asesino a sangre fría que planea matarme y así poder quitarme mis poderes, sin embargo, lo sigo embelesada sin refutar y sin saber él porqué acato todas sus ordenes.

Oscuro Deseo. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora