Capítulo 15.

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GEVREL DE CHESLAV.

Mary.

Corto la manzana en trozos pequeños para darle a la lora que no para de hablar y así lograr que se calle por unos segundos.

El humor lo tengo del carajo, y el que el carruaje se detenta solo me pone peor.

-Quédate aquí y no bajes hasta que te lo pida, ¿Te queda claro? -le digo y asiente atiborrada con la manzana.

Bajo con las espadas en mis manos y observo que los caballos desaparecieron, dejando un inmeso charco de sangre en la nieve.

-Mary... -hablo sin dejar de mirar el panorama- Baja del carruaje por favor.

Lo hace, haciendo un ruido de la mierda, para luego correr y aferrarse a mí pierna.

-Cuando diga 3, correrás tan lejos como puedas y te vas a esconder, ¿Sí?

-¿Cómo a las escondidas? -pregunta ansiosa.

-Exactamente nena, como las escondidas. Luego te iré a buscar, lo prometo -le digo y asiente.

La manada de Osos inmesos se hace presente, rodeando el carruaje y devorando las ruedas de este, dejándonos sin vevehículo.

-¡Corre! -le grito y la veo correr entre los árboles mientras asesinó a cual animal se me pase por encima.

Corto la cabeza de uno, para luego escalar al segundo y partirlo por la mitad con mi espalda.

Son 4, y el tercero lo degollo al segundo.

Miro hacia todos lados, intentado buscar al cuatro pero los gritos de Mary paran mi corazón, haciéndome correr a toda velocidad.

La veo tendida en el suelo sola, con los ojos cerrados con fuerza, asustada y con una estupida caja en sus manos.

La reojeo y la ayudo a ponerse de pié, pero el cabezazo que golpea mi abdomen me deja en el suelo mal herido.

El Oso se cierne sobre mí hermana y está corre a mi lado arrastrando mi espalda, para luego abrir la caja cuando el oso corre hacia nosotros.

De la caja salta una esfera de luz cegadora, que quema los ojos del oso, haciéndolo morir en segundos frente a nosotros, mientras la luz prevalece protegiéndonos a ambos.

Betania...

-¿Y eso? -jadeo de dolor y ella voltea a sonreírme feliz.

-Betania me lo dio, me dijo que abriera la caja cuando necesitara ser salvada de algo malo -dice y el pecho me da una punzada al oír eso.

-Ven, debemos caminar ahora -le digo y me pongo de pié, intentando salir de la protección pero falló, porque está nos persigue a ambos a donde sea que caminemos.

Tomo la mochila de Mary que yace en el suelo, mi bolso y mis espadas, para luego sostener la mano que me extiende mi hermana, tomando rumbo a pié por el bosque del Oso.

-¿Volveremos a ver a Betania? -pregunta saltando a cada que camina.

-No lo sé y quédate quieta que te cansarás y no voy alzar a nadie.

-Yo no me canso, yo puedo caminar mucho solita.

-Ojalá te cansarás de hablar, así te callarás un segundo y podría descansar de tu voz -le digo y me saca la lengua recordándome a...

-Betania dijo que ella hablaba mucho como yo, y que tú también la hacías callar como a mí -vuelve hablar.

-Mary, deja de hablar de Betania.

Oscuro Deseo. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora