Oscuro Deseo. [PAUSADA]

Capítulo 25.

BETANIA.

La anciana.

Los aplausos en plural y los gritos me despiertan, siendo consiente de que el movimiento se detuvo.

Abro los ojos y me encuentro de manos atadas al igual que mis pies. Al parecer soy la más limpia del lugar, ya que no estoy sola en esta clase de carreta de vacas.

Hay 4 mujeres más, de mi edad debo suponer, tres rubias y una pelirroja. Hermosas, pero sucias.

-Disculpa... Esto debe ser una confusión.. -río nerviosa- Debo volver con... Con mis hermanos -miento y el hombre que abre la puerta de la carreta rie.

-Ya no tienes familia mujer.

-No pero...

Bajan a las mujeres como si fuesen mercancías e incluyéndome.

-¡Vayan hacer sus necesidades y vuelvan en 5 minutos! ¡De lo contrario, serán asesinadas! -grita un hombre y las mujeres corren a los arbustos.

¿Pero qué mierda es esto?

-Perdon pero... ¿No vieron a un hombre alto, fornido y de cabello blanco? Estaba conmigo y.. -suelto y me ignoran.

-No, te trajeron inconsciente y de milagro te dimos agua. Limpié un poco tu cara -me dice la pelirroja- Es un placer, soy Linda Mikey.

Mis ojos miran el panorama, y mi cabeza es demasiado inteligente.

-Soy.... Betania Clarkson... -tomo su mano- ¿A dónde vamos y porqué somos esclavas?

-Eso nos preguntamos todas, créeme. Solo respeta las ordenes y no saldrás herida.

El hombre comienza a gritar para que volvamos a ser ganado trasladado mientras que yo, destruyo parte de mi atuendo, atando una cinta a un árbol.

Gevrel me encontrará, lo sé.

Subo a la carreta y veo como golpean a las mujeres en la cabeza, dejandolas inconscientes.

En eso, yo también.

No estoy segura cuánto es lo que dormimos, nos despiertan de noche.
Un hombre, calvo y con una barba larga y blanca, se acerca a cada una de las mujeres, mirando su rostro, sus brazos, sus piernas y sus ojos. Como si estuviese eligiendo cual llevarse.

Nos ponen a todas en una fila recta, una al lado de la otra, mientras le hombre se posa frente a cada una.

-Nombre -me dice cuando se posa frente a mí.

-Betania Clarkson.

-Mírame, Betania -me ordena.

Levanto la vista con cuidado, y todos sus hombres me miran con detenimiento.

-Hermosos ojos verdes tienes, y un rostro de porcelana impecable... -suelta tomando mi menton- Eres la mujer del cabello más negro que haya visto. Llévenla a la carreta.

-¡No! -grito cuando me toman de los abrazos- ¡Malditos hijos de puta! ¡Malditos todos! ¡Él vendrá por mí! ¡Vendrá por mí y los matará!

Grito y luchó contra ellos, pero son más fuertes que yo.

-¿Qué clase de lenguaje tiene esta mujer? -le habla un hombre al otro.

-El mismo que tú, maldito estupido -suelto y se miran extraño.

¿Qué ninguna mujer insulta aquí?

Dos de las rubias le cortan el cuello, dejando viva a una y a la pelirroja que suben a la carreta.