Oscuro Deseo. [PAUSADA]

Capítulo 39.

GEVREL DE CHESLAV.

Tres.

Abro los ojos, pero ni siquiera puedo moverme, cuando me percato que estoy aferrado a una mujer que duerme abrazada a mí.

Medio se despierta pero sonríe adormilada, volviéndome a abrazar.

La dejo, no sé porque pero la dejo hacerlo, mientras le detallo el rostro perfecto que tiene incluso cuando duerme.

Tiene mi playera de dormir puesta y el cabello desordenado en toda la almohada.

-Tengo miedo de que me acuchilles -dice con los ojos cerrados.

-Estoy detallando lo horrible que eres.

-Es romántico -dice.

-¿Ver lo fea que eres en la mañana? -la molesto y sonríe cegandome con el verde que cargan sus ojos.

-¿Ya son novios? -habla la voz infantil.

Ambos nos sentamos en la cama derrepente, mirando a la niña que sostiene su cara con ambas manos, como si estuviese viendo algo que le gustara, y sonríe cuando nos ve.

-¿Novios? ¡No! Claro que no -dice Betania y la miro.

Me mira por un segundo y me levanto de la cama ya con el humor por el suelo.

Me visto como siempre bajo la mirada de ambas y..

-¿Qué sucede? -dice- Cariño, ¿Me preparas la ducha?

La niña asiente y corre al tocador.

-¿Qué te sucede? Estabamos bien hace un segundo y derrepente te pones así.. -intenta tocarme el brazo y la aparto- Gevrel...

-Mira, lo que pasó pasó y tienes razón, fue un error, como siempre pero ya. Puedo irme a otra habitación con Mary.

-No entiendo que te pasa, y no, Mary no está a salvo en otra habitación que no sea la mía -dice.

-¿Estás cuestionando mis habilidades para protegerla? -la encaro.

-No dije eso Gevrel, son vampiros los que la quieren, y son demasiado. Por favor, permíteme cuidarla y así...

-No. Lo que tú estas buscando es tiempo, tiempo para estar con los dos y eso no va a pasar. Suficiente mentiras ya metiste entre nosotros, que la niña nos vea juntos solo empeora las cosas -increpo y me toma del brazo otra vez.

-¿Aún sigues molesto por lo de Jamie?

-¿Es broma? Estas casada joder, llevas un año casada y me preguntas esa estupidez por dios.

-Si, estoy casada y también te dije que te amo. ¿No te basta con que te ame? ¿No puedes tú amarme? -dice y contengo el trago amargo de oírla decir eso.

-Hubo un tiempo, en el que no te veía como solo sexo pasajero.

Busca mis ojos cuando toco la puerta.

-¿Y ahora lo soy? -dice a punto de llorar.

-Sí, ahora lo eres -miento y salgo, dejándola con Mary.

Camino por el pasillo, topandome a Dougal, Escotro y Káiser. Pero en el pasillo contrario viene el pelirrojo embravecido en mi dirección.

-¡¿Dónde está mi mujer hijo de perra?! -grita y lo miro- ¿No te dijeron que debes alejarte de las cosas que no son tuyas?

-¿Y si es tuya por qué me desea tanto? -suelto y me proporciona un puñetazo en la cara.

Lo miro y le devuelvo el puño, tumbandolo en el suelo, desatando la pelea que saca sangre si o si.