Capítulo 36.

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GEVREL DE CHESLAV.

Mentirosa.

-¡Mary oye!

-¡No! -grita mi hermana soltando a correr.

-¡Detente, espera! -grita ella corriendo detrás de Mary.

Voy detrás de ambas, pero es algo que realmente deben resolver solas.

-¡No! ¡No! ¡No! ¡Déjame ir! -patalea cuando la otra la alza.

-Detente ya basta..

-¡No! ¡Me mentiste! -llora.

-Abrázame Mary.. -la abraza con fuerza.

-¡No!

-Ya basta.. Ya basta...

-Déjame... -llora desconsolada.

-Perdoname, lo siento mucho.. -solloza Betania.

-Me lo prometiste.. -cede y la abraza- Lo prometiste..

-Lo sé, lo siento tanto princesa...

-Dijiste que no me dejarías..

-Perdóname.. -la lleva contra su pecho.

Se abrazan en silencio y yo las observo. Es una escena que me afecta de parte de ambas, el dolor de Mary salió a la luz y me culpo por no haberle prestado atención antes.

-Estaba muy triste.. -toma su rostro- Te extrañé.

-Yo también te extrañé princesa, yo también -la vuelve a abrazar y me mira.

-¿En serio?

-Si cariño, mucho mucho.

-¿Por qué me dejaste? -emboza puchero.

-Porque creí que era lo mejor cariño... Lo siento mucho...

Me acerco a ambas y Mary me mira enojada y con las lagrimas aun en sus ojos.

-Tú también me mentiste.

-Yo no sabía que estaba viva, ayer la vi  -suelto.

-Tiene razón, yo mentí y lo siento mucho por eso. Prometo que no habrán más mentiras entre nosotros -dice y me mira.

Asiento y me alejo dándoles el tiempo que necesitas.

Me atiborro con las uvas y las fresas, mientras ellas cortan flores que se colocan en el cabello. Mary sonríe auténtica y Betania se ve más alegre que de costumbre.

La sube a sus hombros y finge ser un caballo, desatando la risa de Maryland, hasta que tropiezan y caen, soltando la mía.

Se acercan riendo y Mary me lanza agua de la botella en la cara, poniéndome de malas.

-Hija de... -me levanto a tomarla pero la pelinegra se entromete con mirada morbosa y sonríe de lado.

-Fue mi idea.

-¿A sí?.. -me acerco y asiente sonriendo- Entonces ya te mojaré yo a tí.

-Procura secarme despues entonces..

Humedezco mi boca con solo el recuerdo de su sexo a centímetros de mi boca, con las piernas aferradas a mi cabeza.

Yo también pienso lo mismo, deberíamos hacerlo otra vez.

Leo su sucia mente y la escena de ella abierta de piernas, conmigo entre ellas, lamiendo y besando todo lo que chorrea, me hace besarla de un envión.

Oscuro Deseo. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora