Oscuro Deseo. [PAUSADA]

Capítulo 44.

ALEKSANDER.

Época dorada.

Bebo con mi mortificador al lado quien no deja de mirarme.

-Eran necesarias.

-No lo juzgo, mi general -dice.

-Eran necesarias... No estoy dispuesto a pasar por todo lo que ya pasé con ella. El cambio es para todos.

Asiente y se levanta cuando Tassia entra.

-Ya está lista, mi general -informa.

-Tráeme a mi innovadora del sol.

Se retira con Ivan quien se lleva lo que no deseo que Betania vea.

Tassia entra con Estella quien trae a mi hermosa invocadora que descuelga mi boca cuando me mira con sus ojos verdes.

El cabello blanco le cae en ondas hermosas por su espalda, luce dos trenzas que se unen en detrás de su cabeza, resaltando el rostro de porcelana que tienen, dejando toda la atención a primera vista en sus ojos verdes.

-Por todos los Santos...

Parece una santa real, la diosa de las diosas, la diosa de la luz en hueso y carne propia.

-Betania estas... -increpo y me sonríe, flechando mi corazón como la primera vez que la vi.

-Su cabello negro dio lucha, pero al final cedió al color. Hice ciertos trucos que mantendrán su cabello así por dos años, mi general -informa Estella moviendo el cabello de Betania.

-Invoca la luz -le pido ignorando a todas menos a ella.

Alza sus manos evocando dos esferas que brillan intensamente, cumpliendo la fantasía de mi cabeza donde solo le falta una corona dorada que la haga lucir como tal.

La luz se desvanece y sin aguantarme me lanzo a su boca, besándola con ansias frente a las mujeres que están en la sala y que luego se retiran por incomodidad.

-Dios, bésame -suelto y rodea mi cuello saltando donde la atrapo, sentándome en el sofá- Debes montarme con este cabello así...

Sonríe y besa mi cuello llevándome al cielo, y más cuando muerde mi labio inferior con tanta fuerza que me lastima.

Lame la sangre que desprende mi boca y se frota sobre mi, cambiando el clímax de todo.

La lleno de mi, la saboreo y la follo hasta el cansancio porque Betania es única en el mundo y por nada la perdería.

Se tumba a mi lado bajando su vestido, mientras respira agitada. La piel sudorosa la hace ver más sexy de lo que ya es y cuando me mira vuelve a evocar las mariposas en mi estómago.

La veo perdida, la veo pensativa de hecho y tan solo pensar que su memoria puede traer a...

Se queda mirando el cuadro frente a nosotros, el cual luce un hermoso paisaje verde.

-¿Todo en orden? -indago y me mira.

-No quiero mentiras, Alek -dice- Quiero que me cuentes todo siempre, por algo estamos juntos.

Toma mis manos y me mira a los ojos.

-Me entrego a ti por completo pero sin mentiras -dice y sonrío.

-Jamás te he mentido, mi sol. Y planeo jamás hacerlo.

Me sonríe y la atraigo a mi pecho abrazandola.

Jamás le he mentido por gusto, si para protegerla pero nunca por mero gusto. Betania merece el cielo y solo conmigo lo tendrá.

-Te amo -suelto y me mira- Te amo sol.