Capítulo 08.

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GENERAL KIRIGAN.

Traición.

DOS DÍAS DESPUÉS.

-¡¿Dónde está mi maldita Invocadora del Sol?! -estrello los puños en el escritorio.

-No lo sabemos General... La única posta que tenemos y la última por revisar, son las cámaras de seguridad del palacio.

-¿Y qué es lo que esperas para traerme esas grabaciones, Ivan?

-Con su permiso, mi General -dice y se va.

-Un ejército de Maleficae van directo al Bosque del Oso, no puede estar tan lejos y quien sea que la haya raptado, no podrá con nosotros mi General -dice Tassia.

-Encuentren a Betania, ahora -demando y sé retira.

Me tomo el atrevimiento de fugarme hasta su habitación. La puerta está sin llave y entro revisando cada cajón, cada armario, en busca de algo que me indique de donde puede estar.

La luz respaldeciente de un diamante cega mi ojo cuando el sol pega directo en él.

Me acerco al tocador y ahí está.

Mí obsequio.

Lo tomo entre mis manos, y ahora no sé que me molesta más, sí el hecho de que ella haya dejado mi obsequio tirado como basura, o el hecho de no tener como rastrearla.

Ivan entra empujando las puertas con fuerza y se centra en mí.

-Mi General, debe ver esto con urgencia.

Lo sigo, hasta la sala de cámaras del palacio, enseñándome lo que oscurece toda la habitación.

No la raptaron.

Ella huyó por sí sola.

Ella huyó de mí.

-Las cámaras muestran que Miss Sokolov, huyó por voluntad propia y que ronda el Bosque del Oso sola.

-¿Qué dispone mi general? ¿Enviamos otra tropa por ella? -habla Ivan mirando a cada lado cuando la oscuridad no cesa.

-No.

-¿No?

-No, iremos nosotros por ella -indago huyendo de la habitación.

Huyó de mí. Ella huyó de su destino, huyó de su futuro.

Maldita...

-General... -unas manos acarician mi espalda- Se ve tenso, está cansado y de un humor pésimo... ¿Quiere que lo ayude a relajarse?

Es Tassia.

Me volteo, tomando sus manos antes de que toque mi pecho.

-Lo único que quiero... Es encontrar a Betania. ¿Puedes centrarte en eso? Gracias -digo y la dejo sola.

La cabeza me palpita y no pienso en otra que...

-Tráeme al maldito rastreador ahora -demando.

-Señor, el rastreadoe huyó hoy por la madrugada. Las cámaras lo captan -anuncia Ivan haciéndome barrer todo lo que yace sobre el escritorio.

-¡Entonces tráeme a su hermana y a Olenka ahora!

-Sí mi general.

No toco el platillo de comida que me deja una mucama frente a mis ojos y a los ojos de la anciana traidora y de la morena de ojos negros que le tiembla la barbilla sin dejar de mirar el suelo.

Oscuro Deseo. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora