24

34 6 1
                                    

14 de septiembre, 7:34AM

Los dos jóvenes caminaban a rastras por la plaza que quedaba cerca de casa de Jisung, una ráfaga de viento chocó contra sus rostros y un escalofrió recorrió sus cuerpos abrigados.

ㅡA veces siento como si Jeongin siempre se mantuviera a nuestro ladoㅡrompió el hielo el rubio dando una mirada nostálgica hacia el cielo.

ㅡSiento lo mismoㅡle sonrió JisungㅡQuizás aún no quiera soltarte.

ㅡO... Está esperando el mejor momento para halar nuestros pies por la noche y llevarnos con élㅡbromeó el rubio haciendo que los dos se rieran por lo dicho.

ㅡEso suena como algo que Jeongin haría.

El cielo azul con el sol brillante encima de ellos los saludaba, los pájaros cantaban en los arboles que habitaban a su alrededor y una que otra ardilla parecida al menor buscaba comida en el pasto.

ㅡHan sido unos meses difícilesㅡsusurró Hyunjin arrancando una pequeña flor de un arbusto que habían pasadoㅡLamento no estar tan presente.

ㅡ¿Como puedes disculparte por tal cosa? No esperaba que fueses un sol brillante y dramático de un día para otro, entiendo que para todos ha sido... difícil.

Un silencio triste se interpuso entre la conversación, los dos terminaron sentándose en una banca frente a un lago, veían los patos nadar en columnas guiadas por sus madres y alguna que otra persona paseando a sus mascotas.

De un momento a otro Hyunjin pudo sentir como sus ojos picaban y sus lagrimas amenazaban con salir, su corazón estaba acelerado y tenía mucho frió.

ㅡRealmente lo extraño, Sungㅡsu voz salió quebrada, dándole permiso a sus lagrimas para deslizarse por sus mejillasㅡTodos los días me culpo por lo que pasó, no le presté la atención suficiente, quizás si lo hubiese mirado más yoㅡ

ㅡNo lo digasㅡlo interrumpióㅡMe niego a que sigas echándote la culpa por la muerte de Jeongin. Hyunjin, Jeongin murió por una enfermedad, si los doctores no pudieron luchar contra eso, tú tampoco, si hubieses notado que su corazón no funcionaba de la misma manera que el nuestro, tampoco hubieras podido hacer algo al respecto.

Jisung tomó las manos del contrario haciendo que el más alto lo mirara a los ojos. Ojos que gritaban agonía y culpa, ojeras demasiado oscuras alrededor de ellos delataban las pocas noches que había conciliado el sueño y sus labios rotos los actos de ansiedad que inconscientemente se habían acostumbrado a Hyunjin

ㅡHyunjin, no diré que es hora de superar lo que pasó, pero, si diré que es hora de que des un paso más hacia adelante, recuerda a Jeongin siempre, mientras te esfuerces por tener una vida sana, llora su muerte cuando quieras, pero al día siguiente despierta con ganas de cumplir todo lo que él no pudo.

El rubio miraba sus manos entrelazadas concentrándose en lo que su amigo decía, aquellas palabras aferrándose a su corazón en un intento de escapatoria a todos aquellos sentimientos que había estado reteniendo por tanto tiempo.

ㅡPero, Jisung...ㅡvolvió su mirada a la del contrarioㅡ¿Qué hay de ti? ¿Eres capaz de dejar a Minho atrás y concentrarte en lo que te avecina en el futuro?

Jisung repitió esa pregunta muchas veces después de salir de la boca del rubio.

¿A caso era capaz?

ㅡNo, no soy capaz de dejar atrás a Lee MinhoㅡHyunjin lo miró con algo de pena y tristezaㅡPero, seguiré adelante con su nombre tatuado en mi corazón, haré cualquier cosa que quiera, no importa si todas las noches al cerrar los ojos vea su rostro a un metro de mí.

ㅡJisung, hagamosloㅡHyunjin se paró de la banca decididoㅡCuando salgamos de la preparatoria, estudiemos artes, hagamoslo.

Jisung sonrió con ternura, ese era su mejor amigo, lo estuvo esperando por mucho tiempo, pero finalmente regresó.

ㅡPor Jeonginㅡdijo Jisung siguiéndole los pasosㅡy por todo lo que hay en mi alma a nombre de Minho.

Solo eran unos niños diciendo tonterías, cualquier adulto los escucharía y se burlarían en cara, pero, nadie sabía la cantidad de pasión y emoción que podía caber en sus cuerpos.

Nada los detendría, ni el dolor que dejó la muerte de Jeongin, ni mucho menos el dolor que dejaba Minho por cualquier razón que tuviera aquel.

No los olvidarían, pero dejarían atrás todo aquello. Los recordarían con amor y cariño, pero, seguirían adelante, muy pero muy adelante.

(...)

ㅡ¡Estoy en casa!ㅡavisó Minho entrando con una bolsa llena de frutasㅡel mercado está repleto de gente, pero pude comprar algunas cosas.

El pelinaranja dejo las llaves en su lugar y camino algunos pasos hasta llegar a la sala.

Una gran sorpresa le esperó allí. Su mamá yacía sentada en uno de los sofás, su cabello largo en una coleta baja y vestía un vestido de flores amarillas.

Se veía realmente hermosa, quizás la semana que había durado sin verla era lo que hacía que su corazón latiera de esa manera.

La verdad es que no.

Una chica con rasgos extranjeros estaba sentada a su lado, lucía un tanto triste y sus ojos no podían ni mirarle. Minho no necesitaba mirar sus ojos para saber que era nada más y nada menos que...

ㅡ¿Emma?ㅡla chica alzó su rostro ante el llamado, asombrándose.

ㅡ¡Me alegra que ya se conozcan!ㅡcualquier persona que no conociera a la madre de Minho, podría pensar que es un ser de luz y amor, pero ciertamente era solo una hipócrita que fingía preocuparse por su hijo al frente de otrosㅡEmma es la hija de el Sr. y la Sra. Kim, ¿Puedes creer lo hermosa que es?

El Sr. y la Sra. Kim eran los vecinos de su madre, una pareja que iba a la iglesia todos los domingos, sonreían mucho a todos pero algunas noches Minho llegó a escuchar los gritos adoloridos de la Sra. Kim al sufrir violencia domestica.

Minho recuerda como la primera noche salió corriendo a esa casa para poder ayudar a aquella mujer, tocó la puerta desesperado dispuesto a llamar a la policía si era necesario, pero la verdad es que la Sra. Kim abrió la puerta con ojos llorosos y lo llamó metiche, le dijo que se preocupara por sus asuntos y que no se metiera en los problemas de familias ajenas a la suya. Minho no la odió, ni pensó mal sobre ella, sus ojos reflejaban miedo, ella creía que callar era la solución correcta, él no pudo hacerle pensar lo contrario.

ㅡHey, Minㅡsaludó tímida, Emma.

ㅡLos dejaré solos para que se pongan al díaㅡdijo muy feliz su madre, Minho juró que nunca había visto una sonrisa tan grande en su cara, le dio pena, mucha pena.

Al dejar a aquellos conocidos en la sala, el ambiente se volvió un poco denso, la tensión podía cortarse con una tijera, ninguno de los dos sabían porque estaban tan incómodos... Bueno, quizás si, las intenciones de su madre eran muy obvias para los dos.

ㅡ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar convirtiéndote en una super estrella?ㅡhabló por primera vez Minho, tratando de sonar divertido y hacer sentir cómoda a Emma. Gran error.

Emma lo miró con sus ojos cristalinos y le dio una risa nasalㅡMis ultimas evaluaciones mensuales no resultaron bien, ya no me necesitaban.

Su sueño había sido aplastado, el pelinaranja llegó a tener tanta fé en ella que aquella noticia le sorprendió.

ㅡLo lamento tantoㅡle consoló sentándose a su lado y acariciando levemente su cabello.

ㅡEstá bienㅡrespondió Emma sorbiendo su narizㅡ¿Tú estas bien?

¿Estaba bien?

Seguía sin encontrar una manera en comunicarse con Jisung y lo extrañaba en demasía, quería sentir su piel en contacto con la suya, quería tomar su mano al frente de todos para que supieran que era suyo, pero sobre todo, quería volver a mirar sus ojos, aquellas perlas brillantes y sonrientes, quería volver a mirar su lindo rostro y besarle.

ㅡPodría estar mejor.


secret friend [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora