Capitulo 36: Confesiones (Capítulo especial)

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Después de estar un buen rato hablando con Romeo, por fin aparece Guchu después de media hora. Nos ponemos los abrigos otra vez hace un frío que te mueres.

—¿Volveremos en la alfombra mágica?—pregunto yo mientras salimos de la cabaña.

—Otra opción no hay.

—Pero, cuando bajemos de la alfombra, la gente que haya alrededor se va a rallar—duda Romeo.

—Eso no pasará, porque el aterrizaje va a ser en un lugar donde no haya nadie, en todos lugares habitados hay algún lugar así—quita la duda él mientras que subimos a la alfombra.

—Tengo una gran duda—suelto yo.

Guchu me mira esperando la pregunta.

—Cuando lleguemos, ¿qué le diremos a todos?—presento mi duda.

—Buena pregunta, inventareis alguna historia diciendo que habéis llegado solos aquí.

Yo y Romeo nos intercambiamos la mirada.

—No podemos mentir a nuestros amigos y ni a nuestros padres—se opone Romeo.

—Vale, pero podéis contarlo solo a vuestros amigos cercanos y vuestros padres porque ellos os darán respuestas que estáis buscando.

¿Qué? Miro a Romeo frunciendo el ceño y el me mira igual.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Contarles por lo que habéis pasado y lo que os digan.

—Nos estás rallando.

El se ríe.

Después de esa conversación empezamos a volar en la alfombra. Me acuesto en la alfombra, es viaje de noche y me está entrando sueño.
Estoy feliz, muy feliz pero también hay miedo escondido en alguna parte de mi corazón. Y ese miedo es, es la reacción de nuestros padres ¿Estarán mamá y papá en España? ¿Habrán vuelto de allí al ser avisados que su hija a desaparecido? ¿Cómo les contaré todo lo que ha pasado? Y entre preguntas y preguntas se van cerrando mis ojos poco a poco.

(Pov.Romeo)

Llegamos media hora de viaje, y el sueño no quiere aparecer en mis ojos, no puedo dejar de pensar en todo: el pasado, el presente y el futuro. Mi vida y la de Akira ha dado un giro tan grande que ni en sueños pensamos que todo esto podría pasar. Tampoco pensé nunca que me podría a llegar gustar Akira. Este viaje a cambiado por completo nuestros pensamientos uno sobre otro, nos ha hado la oportunidad de conocernos más, me acuerdo cuando la profesora no dijo que deseamos de odiarnos si nos dejamos conocernos. Tengo dudas sobre si ella también siente lo mismo que yo, si a ella también siente una corriente eléctrica cuando mi piel roza con la suya. Y lo que más deja pensando es que ¿Porque según Cam, esa chica, Guchu dicen que estamos destinados a estar juntos? ¿Será verdad?

Desde que estoy con ella, no me ha entrado ni una vez ese ataque de ira, qué es sorprendente, si contará eso a mamá, le alegraría tanto. Tantas ganas de llegar, contarle, poner mi cabeza en su regazo y que ella me acaricie con su mano. Desde que no está padre, no he estado tanto tiempo lejos de mamá, nunca he dejado de extrañarla desde que ha empezado todo esto. Admiro a Akira que tiene que estar lejos de los dos. Mi madre es mi fuerza, mi todo no puedo imaginar mi vida sin ella.

Dejo a mis pensamientos a un lado, alzo la cabeza y veo que Guchu está dormido pero de pie, cómo es un genio no tiene pies, es tan adorable el. Akira, que está también dormida, me quedo un rato mirándola atentamente. Es preciosa... Una muy buena compañera, que antes piensa en los demás y no en ella. Si sigo  sintiendo estás cosas terminaré enamorado. Y eso es lo que no quiero, pero tampoco puedo detenerme a no estar cerca de ella y cada vez ella se va acercando más a mí corazón ¿Cómo puedo cerrar las puertas de mi corazón? Si ella es la que está reinando allí. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella?

Dejo de mirarle como un loco y me doy cuenta de que está empezando a amanecer pero la luna llena sigue allí brillando.

—Me quedaría toda la vida viendo esta maravilla—susurra una voz dulce. Y esa voz es de Akira, quién mira acostada el cielo con una leve sonrisa.

—¿Cuándo te has despertado?

—Cuando tu estabas perdido pensando ¿Por qué no has dormido?—me pregunta ella.

—No tengo sueño.

—¿Tan contento que no puedes dormir?

Asiento con la cabeza. Ella apoya su cabeza de lado en sus dos brazos cruzados, observándome.

—¿Qué miras?

—A tí.

—¿Y eso?—frunzo el ceño con una leve sonrisa.

—Estoy observando y preguntándome que ¿Cómo puede ser alguien tan ...?—se queda a medias.

—¿Tan..?

—Tan feo—se tapa boca y se empieza a reír.

—¿No será que en tu idioma feo es guapo y guapo es feo?—me acerco más a ella y apoyo mi cabeza en mí brazo. Se para de reír, pero su sonrisa no se va, me mira fijamente.

—¿Cómo lo sabes, Romeuchi?—me pregunta fingiendo estar curiosa con la sonrisa traviesa.

¿Cómo puede estar alguien tan animado y feliz a estas horas? Akira y lo admiro. Acerco mí rostro cerca del suyo.

—¿Sabes que acabas de decir que te parezco guapo y hace unos días no querías admitir eso?

—No, porque cuando me obligaste a decirlo, dije que estabas "guapo" y cuando digo eso significa feo, tu mismo lo has dicho. Entonces tú—me señala—me obligaste a decir que eres feo—dice eso y suelta una carcajada.

Si que sabe jugar este pequeño demonio.

—Pero ahora mismo si has dicho que soy "feo".

—Es que a veces se me va la cabeza y digo cosas absurdas.

Finjo estar ofendido pero ella sonríe igual.

Esta vez yo le pellizco su mejilla con una mano, se le achinan los ojos al sonreír.

—Tu si que eres guapa—se me sale de la boca sin querer.

—Ooo Romeo me dado un cumplido—Abre la boca formando una O—Esto es la historia.

—Que va, he utilizado tu idioma he dicho que eres fea en mi idioma—miento.

—Mentiroso—me da un golpe en el brazo que sujeta mi cabeza y caigo cara a cara sobre ella.

Me deja atrapada en sus ojos, para mí estos ojos son adicción, no puedo dejar de observar. ¿Por qué siento que ella también siente lo mismo? Que le pasa lo mismo que a mí...

—¿Qué me estás haciendo pequeño demonio?

—¿Qué me estás haciendo tú, Romeuchi?

Cierro los ojos lentamente y junto mi frente con la suya.

—Me gustas, pequeño demonio—susurro yo con miedo a su respuesta.

Se queda en silencio unos segundos. Mi corazón parece querer salir del cuerpo.

—Y tu a mí... Romeo.

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Mi enemigo  favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora