Capitulo 34: Cueva mágica de Hielo

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—Es una cueva ''mágica'', normal que no sea vea.

—¿Puedes explicarnos ahora, qué tenemos que hacer?

—Tenéis que caminar sobre el lago que veis, allí al final del lago hay unas palabras escritas que tenéis que leer, y en medio  del lago aparecerá un cofre, dentro de ese cofre habrán unas llaves. Con esas llaves tenéis que abrir la cerradura de la palanca que aparecerá al otro lado del lago y cuando abráis la cerradura podréis mover la palanca y después saldrá un liquido en un vidrio que es la solución de que esa población vuelva a ser normal.

—¿Solo eso?—pregunto yo relajada, no es tan difícil al parecer.

—Lo que parece fácil termina siendo lo mas difícil y lo que se ve difícil al final es fácil.

—¿Qué quieres decir con eso?

Suelta una risita graciosa y traviesa. 

—Ya veréis.

—Eso da miedo—comento yo.

Caminamos cerca del lago que es de cristal, por lo que no creo que haya problema en caminar, solo tener cuidado de no resbalarse.

Dirijo una mirada a Romeo que también me mira buscando mi aprobación.

—Voy yo—me atrevo a decir.

Pongo el primer pie cautelosa, con miedo a resbalar me y partirme la madre pero algo sorprendente pasa. En cuanto pongo el pie sobre el hielo, el hielo entero se convierte en agua como un lago natural y caigo en el helado lago. Suelto un chillido al instante cuando el frio me toca.

Y para el colmo ¡no se nadar!

—¡Akira!—grita Romeo.

Muevo las manos hacia arriba pidiendo ayuda se me hace difícil respirar en esta agua helada.

—¡Akira dame la mano! Akira dame la mano!—grita Romeo acercando su mano en la orilla.

Intento patear con los pies, con la mano arriba para que pueda alcanzar la mano de él. Parecía un lago no muy profundo pero en realidad no es un lago, Romeo alarga mas su mano. Por no poder nadar, subo y bajo en el agua intentando mantener el equilibrio y no ahogarme, pero no se como mi mano llega a rozar con la suya, Romeo aprovecha eso llega hasta la punta de la orilla y consigue coger mi mano.

El tira de mi mano, pero de repente el agua se empieza a convertirse en el hielo. ¡¿Y si me quedo atrapada entre el hielo?!

—¡Akira Aguanta!—grita Romeo muy preocupado mientras que sigue tirándome con toda su fuerza, el lago entero esta por convertirse en el hielo queda muy poco espacio entre el hielo y yo, pero entonces el tira de mi otra vez.

Caigo encima de el, sobre su cuerpo, mi rostro mojado con gotas cayendo sobre él, estamos de cara a cara con pocos centímetros de distancia que nos separa. Mi respiración se mezcla con la suya, la mirada clavada uno con el otro. Observo cada parte, cada facción de su cara con mucha atención, pero la mirada termina a parar sobre sus labios y ya no viaja a mas lugares.

Pasa mano por mi mejilla con mucha delicadeza, quita el pelo que esta pegado a mi cara y vuelve a poner detras de la oreja, no aparta la mirada. 

Al darme cuenta aparto mis ojos de allí y viajan de nuevo hasta sus ojos, pero ahora sus ojos ya no están sobre los mios si no que donde estaban antes los mios.Trago la saliva, siento que el mundo se ha paralizado y solo estamos el y yo, yo y el y guchu no existe...¡Ostia! ¡Guchu! Me aparto encima de el rápidamente y me pongo en pie, Guchu nos mira divertido con los brazos cruzados.

Romeo también se levanta inmediatamente ajustándose la ropa, desconcertado ¿y nervioso?

—¿Ahora entendéis que no todo lo que parece fácil no lo es?

Mi enemigo  favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora