Amistad verdadera
Marco
Salgo de la casa de Emma muy confundido tratando de entender su comportamiento. Samuel me mira de igual forma y agita su cabeza como para despejar sus pensamientos, cuando está más tranquilo habla.
—Mi prima no es así, no sé qué le sucedió.
No digo nada, solo asiento y suspiro comenzando a caminar hasta la avenida con Samuel siguiéndome los pasos. Pero me detengo cuando él me gira y se pone a mis espaldas.
—¿Qué...?
—Creo que Emma nos hecho irnos porque no quería que sus padres te vieran en casa.
—¿Cómo...?
—Hace unos segundos paso el auto de mis tíos —asiento entendiendo él porque del comportamiento de la castaña y de alguna forma de Samuel.
—Bien entonces vayamos a la pizzería.
Vuelvo a retomar mis pasos y Samuel hace lo mismo. Después de unos minutos llegamos a la avenida, le hago señas a un taxi para que se pare.
Abro la puerta trasera y entro, una vez dentro saludo al conductor, Samuel entra y cierra la puerta. Le digo la dirección al conductor y él empieza a manejar.
De reojo miro a Samuel quien va distraído viendo por la ventana, mejor así, realmente me saca de mis casillas.
—¿Quieres a mi prima? —Giro abruptamente hacia él, confundido por lo que preguntó.
—¿Qué?
—Que si quieres a mi prima, eso dije.
—Sí —no dudo en responder.
—Bien, sinceramente no sé porque te pregunte si con solo mirarlos se ve lo que ambos sienten.
Me giro para mirar por la ventana y sonrió débilmente. Sé que la conexión entre Emma y yo ha crecido. Ella ya no es tímida conmigo, en cambio, yo le cuento cada vez más cosas acerca de mí.
Estar con Emma es lo mejor que me ha pasado, me ha hecho volver a recordar que no todo está perdido para mí, es cierto que no puedo ver la vida de la misma forma como lo hacía dos años atrás, pero si puedo cambiar mi perspectiva y estando con Emma es muy fácil.
Saco mi teléfono del bolsillo de la chaqueta que tengo puesta y entro al chat de David leyendo su mensaje.
Llegare tarde, tengo cita con un paciente nuevo.
Le respondo y vuelvo a guardar mi teléfono, miro por la ventanilla del auto y me doy cuenta de que falta poco para llegar a la pizzería.
Samuel no ha hablado y lo agradezco, no sé qué le haría si vuelve a hacerme enfadar, aunque lo más probable es que no dudaría en darle un golpe.
Miro mis manos, pensando en que fue hace mucho tiempo cuando me agarre a golpes con alguien. Cuando me salí de la casa de mi madre me mudé con un supuesto "amigo", en realidad todos mis "amigos" eran mala influencia para mí, me fui de esa casa cuando le dije todas sus verdades a mi supuesto amigo.
Y cuando lo hice él no lo soporto y me dio un golpe mandándome al piso, yo se lo regrese y al final terminamos con varios golpes. Por mi parte termine con un ojo morado y él con la nariz rota.
Samuel me mueve el brazo haciéndome volver a la realidad, me giro y me doy cuenta de que ya estamos afuera de la pizzería, saco el dinero y le pago al conductor.
Samuel y yo bajamos del taxi y empezamos a caminar en silencio. Cuando entramos nos sentamos en una mesa que está cerca de la ventana.
—Oye —carraspea y yo frunzo el ceño—. ¿M-me puedes prestar dinero?
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Almas Gemelas
RomanceDos almas que estaban destinadas pudieron encontrarse. Pero las dificultades de la vida y las decisiones del pasado tienen consecuencias. Ella vivía bajo la constante presión de hacer lo que los demás querían, no podía defraudar a las demás personas...