Capítulo 26

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Feliz Navidad

Emma

Ya es invierno, por lo que pronto acabará el año, así como también estoy ansiosa de pasar las próximas fechas en compañía de mi familia, amigos y sobre todo, con Marco.

Desde que fuimos a ver su madre y él pudo hablar con ella. Las cosas entre nosotros mejoraron aún más. Sin darnos cuenta avanzamos un paso más en nuestra relación.

Ayer por la noche él me llevo a cenar a la casa de David. Y tengo que admitir que David es un gran cocinero, todo lo que comí sabía delicioso. Cuando llegamos a su casa la mesa estaba repleta de comida, la cual trate de no desperdiciar por lo que comí hasta donde mi estomago me lo permitió.

Pero algo de lo que me di cuenta, y que ahora puedo confirmar. Es que la relación entre Marco y David es más como de hermanos que como amigos. Y es que muchas veces encuentras una familia aunque esta no sea de sangre.

Bajo del auto cubriéndome el cuello con el abrigo que tengo puesto y con la mano despido a Sasha, quien arranca de inmediato ya que se reunirá en el aeropuerto con Will para despedirse de él por enésima vez, ya que la familia de él decidió viajar fuera de la ciudad para pasar las próximas fiestas.

Pero Sasha no está del todo triste por estar con Will, ya que este año ella y su familia vendrán a nuestra casa para pasar navidad. Susan, la mamá de Sasha y la mía son amigas desde hace años.

Y prácticamente desde que Sasha y yo somos pequeñas hemos sido amigas. En cambio con papá y Aaron la amistad de ellos tardo en fluir, aunque no les quedo alguna otra opción porque ambos de alguna u otra forma siempre estaban juntos. Ya sea por mamá y Susan, o por Sasha y por mí.

Pero lo que definitivamente me tiene emocionada por navidad, es que Sam vendrá con nosotros. Mañana llegara y ya estoy ansiosa por verlo, además de que tengo bastantes cosas que contarle.

Diviso a lo lejos la casa de David y apresuro mi paso para llegar más rápido. Cuando estoy frente a la puerta presiono el timbre que está a un lado y luego de unos segundos la puerta se abre dejándome ver a Marco que me mira con una sonrisa.

Luego sin darme tiempo a nada él me jala y me besa ferozmente, el beso es tan hambriento que cuando él se separa me quedo por algunos segundos mareada y con la sensación de querer más.

Pero él se hace a un lado y yo entro quitándome el abrigo para posteriormente ponerlo en el perchero que está junto a la puerta.

—¿Dónde está David? —Pregunto.

—No está aquí, me aviso que llegaría tarde.

Asiento y me encamino al sofá con Marco siguiéndome. Me dejo caer junto a él que me mira de arriba a abajo descaradamente. Vuelve su vista a mis ojos y yo lo miro con una ceja arqueada.

—Hoy estas muy ansioso, ¿no crees?

—Puede ser, creo que tome mucho café y eso me afecta.

—¿Y entonces por qué lo tomaste?

—Porque me apetecía, por eso —responde y se me viene encima besándome.

Le devuelvo el beso con la misma intensidad con la que me besa. Sus labios se mueven con urgencia, y sé que ya no paparemos, porque desde que tuvimos relaciones íntimas hemos estado muy "activos", cosa que para nada me desagrada. Al contrario, me gusta.

Con mi mano acaricio su cabello mientras que sus labios descienden hasta mi cuello y yo mareada por todo lo que sus labios me hacen sentir muevo mi cabeza dándole más acceso.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora