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El carruaje iba a un paso moderado, Balik no dejaba de jugar con sus manos mientras veía por la ventana de este. Pronto las manos de Cihangir se colocaron sobre las de ella llamando su atención, fue su se topó con aquella ojos azules del joven príncipe que le gustaban tanto por recordarle todo lo que amabas, el azul del mar y el cielo.

-¿Te encuentras bien Balik? Estás distraía. Pensé que te agradaría venir conmigo- Balik colocó su mano sobre la de Cihangir dedicándole una sonrisa

-Alteza me agrada mucho estar con usted, acompañarlo en este viaje es magnífico. Solo, este tipo de ropas es incomoda para mí, también, tengo miedo de que pueda avergonzarlo con su hermano.- No estaba mintiendo del todo, aquellas ropas si eran incómodas, pero lo que la tenían pensando era lo que había pasado con la sultana Hürrem.

...

-¿Y? ¿Qué harás ahora jovencita?
Debes saber, que al entrar en este palacio es como si llegaras al infierno, no importa si eres buena, si eres mala. Siempre habrá alguien que quiera pasar por encima tuyo, siempre... Tendrás que luchar por seguir con vida, si mi hijo pasa por algo, también lo harás tú.

-Sultana- Balik podía sentir la mirada de Hürrem sobre ella, tenía razón, ya estaba en ese lugar, sin elección. No podía quedarse sin hacer nada esperando que la mataran o la dañaran. -Su alteza el príncipe Cihangir es lo mejor que te encontrado aquí. -se acercó a la sultana tomando aquella daga en ofrecía. -Puede... Contar conmigo sultana. Protegeré a su alteza.- Si su destino había sido terminar ahí tal vez la razón era el príncipe. Era un acto egoísta aferrarse al único ser que le hacía feliz en el castillo, pero era mejor a solo dejar que los demás avanzarán pasando sobre ella.

...

-Balik, no tienes que preocuparte por eso, mi hermano Mustafa es... Alguien agradable. No será difícil estaré contigo

-Lo promete su alteza. ¿Me dejará estar con usted?- Cihangir asintió moviendo su cabeza dedicándole una sonrisa llena de bondad, Balik sonrió de una manera adorable a los ojos del príncipe, hacia mucho que no sonreía de esa manera, se sentía extraña su vida cambió de un momento a otro, pero si de algo estaba segura, era de que había tenido suerte de ser elegida por Cihangir y por la misma sultana Hürrem.

El carruaje se detuvo y enseguida la llegada del príncipe fue anunciada ante los presentes. Al bajar del carruaje Balik pudo ver aquel palacio más pequeño, en la entrada de este quien suponía que era el príncipe Mustafa junto a un par de mujeres

-¡Hermano!

-¡Cihangir!- Cihangir fue hasta su hermano mayor abrazándolo, mientras Balik observaba hasta que fue vista por este entonces hizo una reverencia.

-Sultana Maidevran- Cihangir hizo una reverencia ante aquella hermosa mujer de cabellos negros pero aunque el príncipe saludaba de manera educada Balik observó el desprecio en los ojos de esta, tanto que colocó una expresión seria, ahora lo entendía, entendía perfectamente porque la sultana Hürrem le había pedido aquello, Maidevran era una mujer que no le daba confianza.

-Ella es Balik, mi favorita.
Balik, mi hermano Mustafa y la sultana Maidevran su madre.

-Su alteza, sultana- No quería decepcionar a Cihangir así que saludo de la mejor manera que pudo junto con una reverencia

-Así que favorita, me alegra que finalmente hayas decidido tener a una doncella. Pero vamos adelante hermano. Te mostrare donde te quedarás y también la habitación para tu favorita.

-Alteza... Perdone, pero. Quiero estar en la misma habitación que el príncipe Cihangir.

-Eso no es posible- En cuanto dijo eso Maidevran se colocó a uno lado de Mustafa para negarse ante la petición. -Príncipe ¿de dónde sacó a esta muchacha? Es una insolente. ¿Cómo te atreves a pedir tal cosa? No es cualquier persona con la quieres compartir habitación es un príncipe.- Los ojos verdes de Balik miraban a la sultana Maidevran sin retractarse. Aquella mirada de la joven fue un total dejavú para Maidevran, el cabello rojizo, la misma mirada. Sin duda era como ver una segunda Hürrem frente a ella.

-Sultana. Con todo respeto, le pido que no le hable así a mi favorita. Hermano, Balik se quedará conmigo Por favor no la mandes a otro lado ella, es importante que se quede a mi lado.- Cihangir tomó la mano de Balik mientras está sonreía.

-Esta bien.. Madre, no estamos en el palacio de mi padre, solo serán unos días- Maidevran miró a Mustafa y luego se adentró en el castillo con notable enojo. -Ordene que prepararán un excelente banquete para recibirte, debes estar cansado hermano.

El ángel del imperio Cihangir, El Sultán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora