El ángel del imperio Cihangir, El Sultán

XIII

—Su majestad, estoy cumpliendo con mi deber al gobernar la provincia que me ha asignado. Los lugareños me recibieron muy bien y de manera agradable a mi esposa y a mi.
Estoy muy feliz, y es de mi agrado compartir la razón por la que mi felicidad a aumentado en los últimos meses.
Mi esposa Deniz, ha entrado en cinta desde hace un par de meses.
Seré padre pronto. Quisiera su autorización para festejar esto con mi madre, hermanos y usted.
Lo saluda el príncipe Cihangir.— en cuento el paşa terminó de leer aquella carta la sonrisa de la sultana Hürrem era notoria junto con la del sultán, habían pasado meses desde que su hijo mejor de había casado y ahora Alá los bendecia con un nuevo nieto.

—Un hijo de mi amado Cihangir, alteza debemos ir a felicitarlo

—ordenare todo para visitarlo, además de que avisaré al resto de nuestros príncipes para que asistan a la celebración.— La sultana Hürrem le sonrió al sultán, dio una reverencia para retirarse de ahí hasta sus aposentos.

Deniz había salido del palacio, no era la primera vez que lo hacía, muchas veces el príncipe la dejaba ir encubierta junto a Hatice su amiga y algunos guardias que la seguían de manera discreta, pues Deniz era quien se encargaba de averiguar la situación del pueblo ya que de ir Cihangir sería identificado de inmediato.

—Hatice llevemos dulces para su alteza, oh también debemos comprar telas y los ingredientes para la medicina de su alteza.— Deniz amaba salir a hacer algunas compras pues era su manera de involucrarse con aquel pueblo y le ayudaba a distraerse de las paredes del palacio.

Mientras miraba algunas telas la presencia de alguien se le hizo familiar, un hombre mayor que vendía piezas de joyería, se acercó lentamente hasta este, sus ojos se dilataron y una sonrisa llena de nostalgia apareció en su rostro hasta esta frente a esa persona

—Capitán Kilmihan... Es usted.. Esta con vida. —El hombre la miraba extrañando, pues no pensaba que alguien lo reconocería, miró aquellos ojos verdes que ahora dejaban salir una lágrima y aquellas mechas rojizas que sobresalían de la capucha.

—¿Balik? Balik... Estas viva. Estas más hermosa que nunca. —El capitán miró aquel bulto en su vientre, el hombre la miraba con una mezcla de tristeza y nostalgia, pues él había prometido a su padre que no dejaría que la llevarán para ser vendida a un hombre y por eso la había criado como uno pero ahora, su niña  estaba en cinta.

—Capitán, no soy más Balik, ahora mi nombre es Deniz. Soy... La esposa de su alteza el príncipe Cihangir, hijo del sultán Solimàn. Estoy felizmente casada con él y en mi vientre llevo a nuestro hijo.

—Has cambiado tanto mi niña... Me alegra saber que estas con vida.. A los muchachos que sobrevivieron estarán felices también, debo contarte sobre lo que ha pasado.

—oww.. Dame este anillo— Dijo al ver a uno de los guardias que la acompañan para evitar entre en problemas al hombre, este de inmediato captó su señal, tomó aquel anillo haciendo como que lo ofrecía hasta que las miradas fueron menos.  —Estaré viniendo, si aún son navegantes, podría ofrecerles un trabajo, pero antes, debo informar a mi esposo, no quiero malos entendidos con él, podrían matarlos o matarme a mi. Esperame, vendré otra vez. —Sonrió dejando un par de monedas de oro al capitán, este asintió. Después de eso Deniz fue hasta Hatice quien seguía comprando las telas.

Cihangir miraba algunos papeles, la puerta del lugar sonó, luego de que el diera su autorización Deniz se adentro en esta. El príncipe sonrió y se levantó de su asiento para ir hasta ella y recibirla con un beso en sus nudillos.

—Alteza

—Deniz, mi sultana. ¿Te has divertido hoy en el bazar?— Deniz sonrió mientras abrazaba a Cihangir, este dejaba un beso sobre su frente justo antes de donde estaba colocada aquella tiara que ahora con las vestimentas del embarazo Deniz usaba para ir completa con los vestidos.

—Todos están felices por su gobierno alteza, el príncipe que se preocupa más por la educación de los jóvenes y las mujeres. Lo aman alteza.
Ow, quería informar algo, sobre mi pasado.

—¿pasado? ¿Ocurrió algo mi sultana?

—Puedo decir que si, alteza... Encontré al capitán de mi antigua tripulación, parte de ella están con vida. Quisiera, ver la oportunidad de ofrecerles un trabajo digno de sus habilidades. Si no estoy sobrepasando mis límites, quisiera escuchar su opinión.— Cihangir estaba confundido sin duda pero aquella mujer que había tomando como esposa nunca hacía algo sin consultarle, le tenía confianza y eso era algo que amaba de ella, con una sonrisa Cihangir tomó las manos de su esposa para guiarla hasta el asiento donde el estaba antes cuando Deniz se colocó sobre este Cihangir acarició su vientre con cariño.

—Cuéntame, como sucedió y lo que propones. Tal vez pueda conocer a los hombres que forjaron a mi mar, ofrecerles un trabajo tal vez puedan ayudarme con las tripulaciones marinas.— Deniz sonrió mientas tomaba la mano de Cihangir manteniéndola sobre su vientre, sabía que podía confiar en su príncipe.