Deniz entendió perfectamente las palabras de aquella bruja cuando la noticia fue dada a todos en el palacio y fuera de esta.
-La sultana Hürrem, ha dejado este mundo para estar frente a Allah bendito.- Cuando escuchó eso su corazón se rompió, junto a sus hijos abrazó a Cihangir quien lloraba desconsolado, Deniz se unió a su llanto y los niños también lloraban mientras se mantenían abrazando a sus padres.
El palacio había quedado en silencio, todos estaban en aquel pasillo donde el sultán, el príncipe Bayaceto y Selim pasaban con aquel ataúd qué llevaba el cuerpo de la sultana, Deniz junto a Mihrimah tocaron este despidiéndose de quién había sido una figura materna para ambas, las nietas de la sultana también se unían al llanto de todos los qué fueron fieles y adoraron a la sultana Hürrem en vida.
El palacio del sultán perdió su brillo y felicidad, no había música mi telas finas, nada que hiciera ver al palacio bien. Pues el sultán así lo había ordenado. Cihangir y Deniz habían regresado a su palacio, también se notaba el vacío que había quedado en ellos, Cihangir caía enfermo mucho más seguido debido a los conflictos que cada vez aumentaban y Deniz, apenas podía mantenerse fuerte para sus hijos.
-Alteza...- Deniz miraban a Cihangir, se había levantado de nuevo para cumplir con sus deberes, la pelirroja había dudado en darle la nueva noticia, no sabía cómo lo iba a tomar, todo este tiempo solo habían estado ocurriendo desgracias tras desgracias.
-Deniz... Dime ¿Qué decía la carta de mi hermana?- Deniz se acercó a Cihangir aferrándose a él. -El sultán.... Ha dado la orden oficial, para el ejecutar al príncipe Bayaceto.
El rostro de Cihangir se puso pálido ante aquella noticia. -El príncipe Selim. Ha interceptado al su alteza antes de que llegara con su majestad.-Deniz... Iré.
-alteza...
-Debo ir si lo consigo, Selim no podrá tocarlo, no hay manera.
-Entonces iré con usted!
-No, ve a Bursa, Defne debe estar ahí, traela aquí antes de que la atrapen, por favor, a mí no me pasara nada, puedo asegurar- Deniz tomó la mano de Cihangir dejando un beso en esta.
-Que Allah lo proteja.... En cuanto ponga a salvo a Defne. Iré por usted alteza, se lo prometo.- Deniz se despidió de sus hijos tomó su espada y fué directamente a Bursa.
Mientras Cihangir, luego de salir de su palacio finalmente pudo ver a todos los hombres de su hermano Selim, bajo rápidamente pero una vez puedo ver a sus sobrinos y a su hermano Bayaceto se dió cuenta de que había llegado tarde.
-Hermano... ¡Bayaceto!- Cihangir corrió hacia el cuerpo de su hermano, los guardias de alejaron abriendo pasó al príncipe, Cihangir quitó aquella soga del cuello del cadáver de Bayaceto. -¡Hermano! ¡No, hermano, abre los ojos!- Cihangir rompió en llanto mientas abrazaba aquel cuerpo, una vez Selim lo escuchó fue hasta ahí presenciando aquella escena, intentó tocar el hombro se Cihangir pero este arrebató su mano rápidamente.
-Cihangir
-¡No te atrevas a tocarme!- Cihangir colocó el cuerpo de su hermano en el suelo con cuidado, se levantó yendo hasta sus sobrinos a los cuáles les quitó las sogas. -¡Solo eran unos niños! ¡Era nuestro hermano!
-Cihangir tuve que hacerlo, por la seguridad de mis hijos....
-¡También vas a matarme a mí! Dime... ¿Tu corazón esta tan podrido que me asesinaras a mi también?
-Tú no...
-¿Yo no soy un peligro para ti? Es eso... Tenías miedo de que su majestad considerara perdonar a Bayaceto... Pero sabes que yo no podría ocupar el trono, es la razón por la cuál nunca pensaste en mi como un objetivo al cual derribar
-No tienes qué hablarme de esta manera, frente a ti está el único heredero del trono, yo seré tu sultán y quién tendrá el poder suficiente sobre ti y tu familia.- Cihangir levantó su mirada viendo fijamente a Selim.
-Que tu reinado, sea próspero hermano, pero ni yo, ni mi familia, estaremos a tu lado, ninguno de nosotros hará una reverencia para ti, puedes quedarte con la gloria, el poder, con toda la sangre que forma esté imperio, tú... Puedes ahogarte en ese mar... Está será, la última vez, que yo miraré tu cara, porque no dejaré que alguien como tú decida sobre mis hijos y mi esposa.- Cihangir volvió una vez al cuerpo de Bayaceto, el dolor de su espalda había empezado, por más que quería, no podía quedarse y velar por el cadáver de su hermano.
-perdon hermano, pero si no me voy a ahora, la muerte puede alcanzarme a mi también, se que lo comprendes. Te alcanzaré, pero no aún, aún debo estar junto a mi familia.
Deniz llegó al palacio de Bursa, el jardín de este estaba repleto de guardias que la detuvieron cuando llegó.
-¡¿Qué es ésto?! Apártate.
-Sultana, no puedo hacerlo, se me dió la orden de...
-Si ninguno de ustedes se aparta, les cortaré la cabeza- Deniz tomó su espada mirando a los guardias. -Soy la esposa del principe Cihangir, ustedes deciden si enfrentarme a mi, a su alteza o incluso al sultán.- los guardias se apartaron dejando que Deniz pasará, al llegar a aquellos aposentos su vista se nublo al ver a Defne con su hijo en brazos.
-Defne...- se acercó a ella ignorando a Nurbanu quien la miraban desde la entrada, Deniz no pudo evitar soltar algunas lágrimas, Defne se había envenenado junto a su hijo Mehmet para evitar que lo asesinaran de una manera cruel. -Allah, recibelos...
-Defne fue una tonta, confío en que su alteza no haría nada en contra del principe Bayaceto.- Deniz se acercó a Nurbanu, miró aquel anillo que antes portaba la sultana Hürrem, desde su fallecimiento Deniz se había alejado de Nurbanu por muchos motivos, al escucharla decir aquellas palabras le dió una bofetada la cual casi hizo que Nurbanu cayera. -Sin vergüenza, al menos respeta el cuerpo de Defne.
-¿Con qué derecho me golpeas? ¡Se te olvida que soy la favorita de su alteza Selim!
-¿Qué con eso? Piensas matarme también, o hacer qué el príncipe se atreva a dañar a mi esposo... No eres más que un demonio Nurbanu, haz lo que quieras... Solo espero, que Allah juzgue bien cuando tú momento llegué....
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El ángel del imperio Cihangir, El Sultán
FanfictionNo es secreto alguno que en la familia imperial se guarden secretos. Toda persona que nace en esta poco a poco se consume por la ambición, los deseos de poder, por ser quien gobierne y este por encima de todos. Todo aquel que nace bajo el título de...