XX

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El principe había abierto sus ojos en la mañana siguiente, a su lado, su esposa Deniz dormía cómodamente y en la parte inferior de sus cuerpos sus hijos, que la noche anterior habían escapados de su aposento  para dormir con sus padre,  recién despertaban debido a los movimientos del principe.

—Padre...— dijo con aquella voz somnolienta su pequeña hija Gülbahar, quien limpiaba sus ojos con sus manitas. —¿Ya no te duele tú espalda padre?

—Claro que no, sus rezos y su compañía siempre me sanan. Mírame, estoy bien... Listo para trabajar y jugar con ustedes.— Cihangir acarició los cabellos rojizos de su hija. —Despierta a tus hermanos, deben comer algo, hoy no es día de ayuno

—Si padre.— Gülbahar movía a sus hermanos levemente mientras Cihangir trataban de despertar a Deniz. —Yildiz, Ozan, despierten, papá dijo que debemos comer algo, ¡despierten!

—Alteza...— Deniz abrió sus ojos al sentir las manos de Cihangir recorrer sus mejillas. —buen día mi alteza... Hijos míos, vengan, su madre no puede iniciar su día sin el beso de sus príncipes.

—¡Madre!— los niños recién despertados se acomodaron alrededor de sus padres sin lastimar a ninguno para abrazarlos y llenarlos de besos llenos de cariño.
Cihangir amaba a su familia, ver las sonrisas de todos era lo que lo mantenía vivo, la razón por la que quería luchar contra su enfermedad era por ellos, no se quería ir sin antes ver a sus hijos crecer y formar sus familias.

...

Deniz ayudaba a Cihangir con asuntos del pueblo, especialmente con los impuestos y los asuntos financieros, no era algo complicado para Cihangir pero Deniz aveces se aburría de estar encerrada, además eso era una excusa también para poder estar a su lado más tiempo.

La puerta de aquella habitación sonó, en cuanto Cihangir autorizó qué pasarán uno de los sirvientes le entregó un mensaje del palacio del sultán. En cuanto el príncipe comenzó a leer Deniz notó como su rostro mostraba preocupación.

—¿Alteza? ¿Que ocurre?

—Mi madre...— Cihangir miró a Deniz incluso ella comenzaba a ponerse pálida. —Mi madre esta enferma, los doctores no encuentran que tiene, ha pedido qué nos reunamos todos, debemos ir a la capital cuánto antes, iré a preparar el carruaje

—Si, si yo iré por los niños...— que la sultana Hürrem estubiera enferma  era una noticia de gravedad, no sólo al príncipe le afectaba, Deniz y sus hijos se veían tristes mientras el carruaje iba en camino, incluso no dijeron ninguna palabra, solo mantenían sus manos aferradas fuertemente hasta llegar al palacio del sultán.

—Madre— Cihangir fue hasta los brazos de la sultana aferrándose a ella mientras ella lo acurrucaba en su pecho, luego extendió sus brazos, pará que Deniz y sus hijos se unieran a ese abrazo.

—Madre Hürrem— esa maneras de llamarla había sido aceptada por la sultana desde hace tiempo, luego del nacimiento de sus hijos, Deniz había sido de confianza a la sultana que se está le tenía afecto, no solo por la lealtad, también por qué Deniz cuidaba de su hijo menor.

—mis angeles, no saben la felicidad que me han dado al venir a verme, los he extrañado mucho, están tan grandes.

—sultana mamá dijo qué debíamos venir a abrazarte.

—¿a si?

—Si— respondió Yildiz— Nuestro abrazos curan a nuestro padre y le dan felicidad a nuestra madre, así que queremos hacerla sentir bien a usted también sultana.— Hürrem sonrió recibiendo a su nietos mientras Deniz y Cihangir miraban, luego de unos momentos los principes y la sultana Mihrimah llegaron a lo que Deniz y sus hijos salieron de los aposentos, los niños fueron con los demás príncipes y Deniz estaba junto a Nurbanu quien había tenido un nuevo pleito.

—Sultana debería controlarse  y usted también sultana Dafne. Estamos en el palacio del sultán y la sultana Hürrem no está para soportar más problemas entre sultanas.—  Deniz trataba de no entrometerse en esos asuntos pero no podría dejar que se armara un nuevo problema igual que con la sultana Cihan. —Mantengan la compostura como lo que son, Sultana Nurbanu, vamos, nuestros hijos están en el jardín


El ángel del imperio Cihangir, El Sultán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora