Después de un largo sueño, el llanto de uno de los bebés hizo que Deniz despertara, con cuidado se levantó de aquella cama para ir hacia las cunas viendo al pequeño niño llorar.
—¿Qué ocurre hijo mío?— Con delicadeza acarició sus mejillas, era la primera vez que veía los rostros de sus bebés, estaba feliz y emocionada, tomó entre sus brazos al príncipe que lloraba, acomodandolo en su pecho fue de nuevo a la cama para darle de comer. Su instinto fue descubrir su pecho y hacer que su bebé comiera.
—oh... Estabas hambriento.— sus ojos no dejaban de ver a su hijo comer, la puerta de los aposentos se abrió, Cihangir entró mirando aquella escena, su rostro se venia pálido pero en cuanto vio a Deniz colocó una sonrisa débil que poco a poco fue aumentando. —¿Alteza?— Deniz extendió su mano hasta el, Cihangir se acercó para tomarla colocándose justo a su lado.
—Es precioso. Creo que, se parece a su madre.— Cihangir se agachó un poco para besar al frente de aquel niño.— nuestras hijas también son hermosas... Realmente he sido bendecido. Tengo una esposa increíble y tres hermosos hijos, lo único que me queda por perdír, es una vida larga junto a ustedes.— la pelirroja sonreía ante sus palabras pero sabía qué algo ocurriría con él, pues cuando entró a los aposentos aquella expresión en su rostro mostraba tristeza.
—alteza, sabe que estoy feliz por haber dado a luz a sus hijos, pero... Se que algo le pasa, no puedo dejarlo pasar. ¿Ocurrió algo? Por favor, puede decirme.— Cihangir miro a los ojos de su esposa, acarició el contorno de su rostro por unos instantes antes de que su mirada se perdiera en su hijo.
—La noche de ayer. Mi hermano Mustafa, tomó su camino hacia la voluntad de Allah. — Deniz abrió sus ojos un poco más, desvío su mirada evitando topar con la de su esposo, su corazón dolió un poco, ella lo sabía, que aquello pasaría.
"Si elijes el bando del príncipe Mustafa, morirán.. No quiero eso para mi hijo" fue entonces que las palabras de la sultana Hürrem pasaron por su cabeza, era inevitable, aquella guerra entre príncipes y sultanas habían cobrado la vida del príncipe mayor.—Que Allah tenga piedad de él. Alteza... Usted amaba a su hermano aún después de lo que su madre hacía, usted puede estar tranquilo, porque le dio todo el amor que pudo al príncipe Mustafa. Mi alteza....— Cihangir se acercó a Deniz un poco más para poder tomar sus cabellos rizado y olfatearlos.
—Mi hermano se ha ido. Lo extrañaré, y lloraré su muerte. Pero, no me dejaré caer, porque ahora tengo cuatro razones para vivir.— las niñas empezaron a llorar también indicando que habían despertado, Cihangir fue hasta ellas tomando a una en sus brazos con cuidado.
—¡Hatice!— Deniz llamó a su amiga la cual ayudó con la segunda niña a calmar su llanto para que fuera alimentada por su madre.
Habían pasado algunos días, la sultana Hürrem cargaba con su nieta, apretaba sus mejillas y sonreía para ella mientras Deniz cargaba con la otra pequeña y Hatice con el príncipe.
—Que bellos son, que Allah los cuide y proteja bien a mis nietos.
—Amén sultana. —Luego de que pasarán tres días el sultán había llegado junto a la sultana Hürrem para conocer a sus nietos y para que estos fueran nombrados tal y como era la costumbre.
Solimán no se quedó mucho tiempo, después de conocerlos y nombrarlos salió del palacio junto a Cihangir, pero eso no molestaba a Deniz, pues la expresión del sultán había sido una llena de felicidad.
—serás una sultana hermosa Yıldız. Eres igual a Cihangir de bebé.
Y no me olvido del valiente Ozan, que hermoso niño.— la sultana sonrió mientras miraba a la niña que Deniz sostenía en sus brazos. —y tú, mi preciosa sultana Gülbahar, que lindos ojos.
Deniz, nos has dado felicidad de nuevo, mi hijo Cihangir, está realmente feliz a tu lado—Sultana, todo es gracias a usted. Por elegirme para su alteza. De verdad estoy agradecida con usted.
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El ángel del imperio Cihangir, El Sultán
FanfictionNo es secreto alguno que en la familia imperial se guarden secretos. Toda persona que nace en esta poco a poco se consume por la ambición, los deseos de poder, por ser quien gobierne y este por encima de todos. Todo aquel que nace bajo el título de...