❞ 𝐋𝐀𝐃𝐘 𝐑𝐎𝐒𝐄 ❝🌹๑╰─── • ⁽ ᵀᵒᵏʸᵒ ᴿᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ ⁾

Capítulo 3

──Uhm.

Ella podía sentir las miradas encima que le daban, también oía los murmullos a su alrededor.

¿Y por qué pasaba eso?.

Pues...

──¿Es nesecario que me sigan a todas partes?. ──pregunto lo más educada posible, era consiente que aquellos dos chicos no tenían la culpa de nada.── perdón si los incomode en algo.

──Esta bien señorita.

──Fueron órdenes del jefe.

──Entiendo. ──sonrió forzada.── por favor cuidenme bien.

«Qué molestia.»

Su mañana había sido de lo más tranquila y cálida, cómo tenía tiempo extra ayudó a su madre con algunos pedidos de la tienda y cuándo fue la hora salió de su casa en dirección a su escuela.

Y de la nada, a punto de entrar al edificio, dos chicos con su uniforme de pandilla la siguieron en silencio sin preguntarle.

«Dios mio, ¿Qué es todo esto?.» miró había arriba siendo el techo del aula, ya estaba sentada en su lugar correspondiente. «¿Es mi castigo por cambiar el destino?.»

Dejó a un lado su drama interno al darse cuenta que los dos chicos que le seguían cómo si fueran guardaespaldas, no tomaban asiento o se alejaban un poco.

──Pueden sentarse. ──los miró amable.── algunos chicos faltaron hoy y hay sillas sobrantes.

──El jefe dijo...

El chico mostró cierta sorpresa, pues Seina soltó una pequeña risa que parecía ser un canto suave.

──Pero él no esta aquí.

El otro chico pareció murmurlarle algo en forma de regaño.

──Está bien.

──¡Oye..

──¡Iré yo!. ──exclamó feliz tomando dos sillas y dejar una a cada lado de su puesto, era algo ventajoso que estuviera alejado un poco y cerca de la ventana.── Tengan.

Finalmente logró su cometido, ambos chicos ya no parecían ser tan fríos con ella cómo lo fueron desde que la siguieron.

«Sabía que había algo atrás.» mientras escribía ciertas cosas de la clase para aparentar miró por el reflejo de la ventana a los dos miembros de esa organización. «¿Por qué ahora quiere espiarme?.»

Tenso su cuerpo un poco, conteniendo sus acciones por su nueva deducción.

«¿Quiere vengarse por haberlo dejado? Mamá estaría involucrada si no soy cuidadosa.»

Debía arreglar esta situación por si misma.

──¡Seina!.

Despertó de su ensoñación, al parecer ya terminó la clase de matemática y tenían una hora libre, ahora a sus ojos están dos chicas de apariencia amigable y angelical. Una tenía su cabello negro con tintes morados recogido a un lado y la otra de ojos caramelo más bajita tenía sus mejillas algo rosas ante su presencia al parecer.

Y ahí entendió, sintió nostalgia al reconocerlas.

──Hola chicas. ──saludo tranquila.── ¿Qué sucedió?.

──¿Cómo estuviste ayer? Ambas no pudimos venir. ──se mostró apenada.── lo sentimos.

──¿No te paso nada?.