❞ 𝐋𝐀𝐃𝐘 𝐑𝐎𝐒𝐄 ❝🌹๑╰─── • ⁽ ᵀᵒᵏʸᵒ ᴿᵉᵛᵉⁿᵍᵉʳˢ ⁾

Capítulo 11

──Hola Manjiro.

──¿Qué te paso?.

Era hora de salida y a diferencia de otros días, Seina tenía cierta parte de su uniforme manchado con pintura.

──Resulta que cuando dejaron el trabajo de limpieza a las chicas en la cancha de basquet, alguien vio muy gracioso cambiar el tanque de agua por pintura mezclada. ──bufo tomando el casco que le daba el chico.── Entiendo que acabo halloween pero es demasiado, ahora debemos limpiar mañana dos veces más.

──Ya te dije que no tenses tu cara así. ──la tomó por las mejillas apretandolas un poco.── No te favorece.

──No estoy de humor, Manjiro.

──Esta bien. ──sonrió.── sube~

Seina suspiro estando a punto de ponerse el casco pero el rubio con una rapidez nada humana la acorralo contra la motocicleta, escuchando lo que podría ser pintura derramada, algo que confirmo viendo a un par de chicos correr no muy lejos con baldes en sus manos.

──¡Manjiro Sano!. ──exclamó alterada.── ¡No tenías que hacerlo! ¡Estas con el uniforme de la pandilla!.

──Ibas a fruncir el ceño más, cómo te dije antes eso no te favorece. ──le dejo espacio para retirarse la chaqueta.── Esto no es nada, vamos.

No pudo decirle mucho más en el viaje hasta la llegada a su casa.

──Oye me abrazaste muy fuerte. ──palmeo su abdomen.── ¿Sigues enojada?.

──Dame tu chaqueta. ──extendió su mano.── La lavaré.

──No es nesecario.

──No seas necio.

──¿Quieres decir que me arriesgue para nada?.

──Es solo pintura. ──se acercó quitándole la prenda.── Imprudente.

──¿Como lavaras mi chaqueta sin que te vea tu madre?.

──De eso me preocupo yo. ──dio media vuelta.── Ahora vete antes de que me arrepienta.

Escuchó su risa por lo bajo y después el sonido del motor junto con una pequeña brisa.

Al entrar en su hogar escuchó unos sollozos a lo que dejó bien guardada la prenda entre las cosas de su habitación para ir directamente a la de su madre.

──¡Mamá!.

La mayor se sobresalto, tomando desesperada algunos papeles viejos sobre su cama.

──¡No debes estar aquí!.

Seina no le hizo caso, arrebatandole un papel de estos.

──Kichiro Iwasaki... ¿Cómo está nuestra hija?. ──Al recitar lo que decía la carta volteó a verla.── ¿Es papá?.

──Seina...

──Espera. ──se acercó a ella tomando sus manos.── ¿Te a estado enviando cartas?.

──Eres todavía joven. ──miró a otro lado, terminando de guardar los papeles viejos en una caja.── No estas lista.

En su anterior vida, Seina nunca conoció a su padre, ni siquiera el nombre que ella recordara pues se fue justamente cuando su madre la tuvo, esto lo supo por la mencionada que no le gustaba tocar mucho aquel tema y desde siempre fue así.

──Está bien. ──apretó su mano izquierda que estaba oculta.── Pero sí algo va a pasar debes decírmelo.

──Él vendrá.