⌱ Lágrima de Tigre. | 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Dix

— ¿Es normal que sienta que la tierra esta menos firme y podría caer al vacío?

Taehyung no le respondió, solo se rio por su drama.

Jungkook aun caminaba con los brazos extendidos intentando tantear antes que aplastarse la nariz contra algún árbol mientras Taehyung lo iba guiando desde atrás, haciéndolo sentir con sus pies descalzos al igual que los suyos la húmeda tierra. La tela sedosa que yacía en sus ojos no le permitía ver nada, por eso sus ojos ahora son su olfato, oído y tacto.

Y también, Taehyung.

— Si te concentras, puedes oír la brisa, el agua y la tierra. E incluso la Flora y la Fauna.  — Esa suave voz que le volvió a hablar le causo un escalofrío.

Al fin sus pies se clavaron en un lugar fijo y Taehyung rasposo sus manos sobre sus hombros buscando relajarlos. Jungkook debajo de la tela dejo de apretar los ojos e inspiró profundo para tomar esa calma necesaria y concentrarse, deseando conseguir esa misma conexión que Taehyung tiene con el hermoso bosque.

— La naturaleza genera una hermosa melodía constantemente. — Taehyung también cerró los ojos, enfocándose en ello. — ¿Lo oyes?

Jungkook necesito unos segundos. En el silencio comenzó a oír bajito, todo lo que exactamente su Hyung le había indicado. La brisa acariciando su rostro, el agua fluyendo en los cercanos arroyos y la tierra acariciando sus pies. También las hojas de los árboles, sonando por el movimiento de las aves o incluso más amigos del pequeño Bagi, y el fino aroma de las cercanas flores, esas que tanto le gustaban a ambos.

Al instante, sus labios enseñaron una sonrisa.

— Sí... — Exhaló encantado. — Es maravilloso.

Disfrutando en ese encanto en el que el bosque lo dejo, Jungkook ni siquiera se dio cuenta que la calidez que su mano sentía era gracias al dulce toque que Taehyung había tomado. Tampoco notaba como lo miraba. Taehyung no puede sacar los ojos de esa adorable expresión sonriente que no podía ocultar nada, y sonreía tanto como él, alegre por su felicidad. 

Ni siquiera se dio cuenta en que momento se acercó tanto como para besarlo, solo sentía que quería hacerlo pero esas solo eran cosas que Jungkook se atrevía a hacer. Jungkook lo sintió, su respiración tan cerca que supo que ahora estaba frente a él. Eso lo hizo sonreír todavía más. Entonces de nuevo Taehyung sintió sus manos en su cintura, las que lo apegaron a él y sonriendo torpe puso sus manos en sus hombros para mantener el equilibrio.

Todavía lo quería besar, pero ¿Qué pasaba si Jungkook no quería ahora?

Maldición.

Odiaba ser tan malo en cualquier tipo de relación humana.

Por esa duda Taehyung fue muy lento y algo más se robo la atención de Jungkook.

— Y... Aparte esta la hermosa melodía de la ciudad.

Apenado, Jungkook intento bromear cuando escucho ese ringtone sonar en su bolsillo, interrumpiendo el debate de Taehyung y la su calma.

— Disculpa, Hyung. — Musito cuando sus manos se dejaron caer.

— Tranquilo.

Sintiéndose tonto, Taehyung retrocedió y bajo la mirada a sus pies cuando Jungkook se saco la tela de los ojos para poder volver a ver y revisar de que se trataba ese mensaje.

Yoonie <3

No iré a casa hoy, papá casi nos mata ayer y no quiero repetirlo.

Intenta quedarte en casa de algún amigo.

Si no consigues que hacer llámame, ¿Entendido?.

Enseguida suspiro con pesar y sus dedos escribieron en la pantalla un rápido "Ok, Hyung. Cuídate <3".

Quedarse con un amigo.

Que problema.

Jungkook no era de muchos amigos y quienes posiblemente lo eran seguramente ya dejaron de serlo desde que se empezó a desaparecer de todos lados y en la preparatoria, andaba bastante perdido. Taehyung ocupaba la mayor parte de su vida ahora y era más que un amigo pero, ¿A esta estancia todavía seria un descarado si le pedía pasar una noche en su casa?

Por otro lado, Taehyung que lo miraba de por el rabillo del ojo se sintió inquieto al ver esa expresión de preocupación en su rostro, la que ya conocía lo suficiente.

— ¿Que pasa? ¿Algo con tu papá? — Se atrevió a preguntar.

Jungkook sacudió la cabeza saliendo de su burbuja, en la que estaba en una crisis, viendo la clara inquietud que había puesto en Taehyung.

— ¿Tan obvio soy? — Intento bromear para alivianar la situación y se rió.

Taehyung se pellizco el labio, su inquietud le ganó. Jungkook agacho la mirada y recordar todo lo que había pasado y le había contado lo hizo suspirar.

— Yoongi no ira a casa hoy, no después de lo que paso ayer y-

— Quédate.

Lo interrumpió.

Jungkook alzó la mirada con los ojitos grandes, sin creer lo que había escuchado cuando vio a ese inquieto chico pellizcándose el labio y casi rogándole con los ojos.

— ¿Uh?

— Quédate conmigo, Petit. — Pidió, casi suplico. — Al menos aquí estaré seguro de que estarás a salvo y, podre protegerte mejor.

Jungkook se quedó perdido en la forma en la que sus claros ojos brillaron cuando hicieron su súplica, afirmando su mano al acercarse como si nunca la quisiera dejar ir. No sabía como responder, estaba tan agradecido y se sintió tan feliz que quiso llorar, no tendría que pasar otra noche de caos y tortura.

A Taehyung le bastó un pequeño movimiento de cabeza como para considerarlo una aceptación irrefutable y por eso lo llevó de nuevo a la cabaña, en donde le preparó un tibio baño, ropa cómoda y cambio todas las sabanas para que estuviera lo más cómodo posible. Jungkook no sabía como agradecerle, puesto que encima de la atención, Taehyung era un gran chef y sabia coser muy bien, por eso arreglo alguna que otra prenda fina que Jungkook rasgo con su masa muscular extra cuando se probó todo lo que Taehyung le dio de opción y le preparo la mejor carne que había comido jamás. 

En la hora de dormir, incluso se ofreció a dormir en el sillón, puesto que no tendría problema en dejarle toda su cama para su comodidad, pero Jungkook se negó una y mil veces, mostrándole que en esa gran cama cabían ambos a la perfección. A Taehyung no le molestó ser recibido entre sus brazos cuando Jungkook acomodo las sabanas sobre él y lo acurruco, agradeciéndole todo lo que había hecho por él con risas y halagos, que de a poco se convirtieron en caricias y besos y al final, en una unión que ninguno imagino lo maravillosa que sería.

Esa noche fue la primera vez que Jungkook y Taehyung hicieron el amor y dijeron amarse tanto como dos almas destinadas.