⌱ Lágrima de Tigre. | 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Dix-huit

— ¿Que tipo de prueba es esta?

Mirando como Taehyung terminaba de acomodar su diadema en su lugar, Jungkook aprovechó para buscar información y comprender porque estaban afuera en la noche en vez de estar en su cama estudiando francés, o besándose o al menos durmiendo juntos.

— Veremos qué tan bueno eres para estar en la oscuridad. — Le dijo con calma. — Debes esconderte de mí sin perderte dentro bajo la oscuridad.

Jungkook retorcio la expresión. 

— Eso asusta, Hyung.

— El bosque es un peligro solo si no sabes como tratarlo, Petit.

Jungkook no supo muy bien cómo tomarse eso, y su rostro lo expreso.

— Ten calma. — Le sonrió, dando un apretón sobre sus hombros. — Aparte tendrás un gran compañero que me alertara rápido si hay algún problema.

A gusto, Taehyung cabeceo hacia el pequeño roedor energético que se subió hasta el hombro de Jungkook viéndose feliz por ser su fiel compañero.

— ¿Cómo Bagi podría ser más rápido que tu para encontra- — Se calló, su mente proceso algo más. — Alto, ¿Estas intentando hacer trampa?

Achico la mirada, analitico. Taehyung soltó una risilla por su desconfianza, aunque estaba claro que podría usar el aroma más fuerte de ese pequeño animal.

— Solo usaré mi olfato con tu aroma. — Le aseguro. — Deberás sorprenderme si quieres ganar. 

Jungkook lo sabía. Taehyung era muy buen rastreador y más con su aroma a vainilla que siempre llevaba por su ropa perfumada, su cabello bien lavado y el bálsamo que siempre usaba para que sus labios tuvieran un sabor más dulce.

— Jhm, no olvides que siempre gano. — Vaciló arrogante.

Confiado, se acomodó dando pequeños golpecitos en sus piernas que tendrían que despertar y aseguro a Bagi en el bolsillo de su camisa. Taehyung se mantuvo detrás, despreocupado a diferencia de ese competitivo chico de quien se rio a lo bajo.

— ¿Listo?

— De nacimiento.

Taehyung rodó los ojos.

— Bien... — Ojeo el bosque, dándole suspenso. — Corre, Petit.

Sin un segundo de retraso, las piernas de Jungkook reaccionaron velozmente ante su orden de salida y con mucha agilidad, saltando las rocas que antes veía como un camino imposible, se adentro en el bosque.

Taehyung por su lado aguardó paciente unos segundos de ventaja para Jungkook, permitiendole explorar un poco el bosque siendo iluminado por la baja luz de luna y acostumbrarse a esquivar ramas bajas después de llevarse algunas puestas. Y cuando sintió que era el momento indicado, se transformó.

Antes que nada intento buscar su aroma, sintiendolo débil por la distancia. Cuando lo tuvo, visualizo la ruta exacta por la que Jungkook iría y cual sería la mejor manera de darle una sorpresa, porque era imposible que le ganará en este juego a un rastreador experto.

Mientras tanto, Jungkook corrió y corrió lo más que pudo sin perder su ubicación, aunque dio algunas vueltas extrañas y regreso para confundir al olfato de Taehyung. Cuando sus piernas le pidieron un descanso busco un buen lugar clave en el cual cubrirse y aguardar a ser encontrado, o dar por ganada la batalla después de largo rato sin Taehyung.

Pero ese hermoso bosque le tenía una sorpresa preparada.

— Madre de Santa... — Siseó. — Esto es el cielo.