⌱ Lágrima de Tigre. | 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Vingt-Cinq

Después de más de un año visitándolo, Jungkook no debía seguir ningún tipo de marcas en árboles para llegar al punto exacto de ese bosque en él que estaba esa cabaña e incluso ahora llegaba sin el GPS con el coche de Yoongi. En su viaje a ese lugar, con deseos de llegar a ver a su Hyung otro día Jungkook iba despreocupado, no se fijaba en nada debido a lo solitario que era ese lugar. 

Pero por un momento Jungkook olvido que los intrusos entrometidos existían.   

— Así que aquí es a donde te escapas siempre, ¿Eh?

Sintiendo todo su cuerpo congelarse, Jungkook sintió su corazón agitarse con inquietud y se detuvo brusco antes de poder dar un paso sobre los escalones del porche. Volteándose con miedo lo vio. Fue como una pesadilla volver a ver a esa persona, quien le sonreía sinvergüenza ojeando la estructura con admiración.

— ¿Qué estas haciendo aquí? — Apenas le salió la voz.

Con un pequeño pánico regreso sobre sus pasos, acercándose a él.

— No quisiste darme respuestas, las conseguí por mi cuenta. — Se encogió de hombros.

Entonces ese descarado chico no le oculto que era muy capaz de todo, incluso de seguirlo hasta él medio del bosque con tal de conseguir lo que quería.

— ¿Una casa en medio del bosque? — Volvió a ojear el lugar. — ¿Con quien vienes a follar hasta aquí?

— Con nadie. Maldición. — Carraspeo nervioso. — No digas estupideces.

— Es irónico, porque por un momento si creí que estabas enfocándote más en tus estudios.

Eso era lo que Jungkook se la pasaba diciendo desde que conoció a Taehyung. En su escuela, su casa y a cada persona que quería saber algo relacionado con él. Que solo se estaba enfocando más en sus estudios, pero claro que fue una mentira.

— Te la pasas mintiendo, Jeon.

— ¿Te duele?

Jungkook se rio. Ese drástico cambio en la arrogante expresión del intruso cuando vio que Jungkook disfrutó el golpe que le dio esa pregunta.

— ¿Te duele que prefiera pasar tiempo con otros, Hanbin?

— Me ofende más bien. — Lo corrigió. — Tantos favores que te hice y después de todo sigues siendo un mal amigo.

Jungkook ya no quiso seguir escuchando sus lamentos, por eso se giro sobre su eje, sin importarle el darle la espalda. Pero Hanbin era malditamente terco, y no había llegado ahí con las manos vacías. 

— Ya sé quien es tu puta, Jungkook. — Alzó la voz para detener su paso de nuevo.

Jungkook apretó los puños.

— No sigas, solo lárgate. — Exigió ignorándolo, siguiendo con su camino a la cabaña.

— Kim Taehyung.

Eso fue todo.

Como si le atravesaran estacas Jungkook clavo los pies en la tierra y toda su fuerza se desvaneció. Hanbin sonrió malicioso cuando vio lo que había conseguido, su atención de nuevo estaba en la palma de su mano.

— ¿Esta es su casa, cierto? — Cabeceó hacia la cabaña. — Te lo viniste a follar de nuevo.

— Alucinas. — Masculló.

— ¿Tu, llegando al festival con alguien? — Soltó una risilla. — Que habitual.

Con esa ironía Hanbin camino peligroso hacia él y Jungkook volvió a voltear despacio, encontrándose con esa mirada persuadiéndolo.