Quatre

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Apenas pudo respirar, sus ojos se clavaron en los del animal que solo expresaba sus ganas de matar mientras la suya, quería llorar. Quedo paralizado, su cuerpo no tuvo reacción, era imposible sobrevivir a eso. Justo cuando se estaba resignando a esa muerte sangrienta y cruel su corazón apenas latiendo le dio un extraño golpe y enseguida su cerebro lo comprendió.

— No hagas movimientos bruscos, retrocede despacio.

Miró a su lado, ese chico que su corazón había sentido llegar tomándolo por sorpresa. La calma en su rostro neutro permanecía ahí mientras tenía la mirada fija en el animal que no la apartaba de Jungkook, mientras se acercaba con cuidado.

Jungkook no lo podía creer. ¿Cómo podía estar tan tranquilo y confiado frente aun animal tan peligroso?

— ¿Q-Que? — Farfulló tonto. — ¿Estas loco? Es nuestro fin, vamos a morir.

Por suerte era un especialista siendo positivo. Taehyung tensiono la mandíbula.

— Humano tonto. — Gruñó. — Si lloras y no actúas vamos a morir.

Lo sabía, tenía toda la razón. Si ni siquiera lo intentaba y se resignaba jamás podría sobrevivir, y ese chico que había regresado para salvarlo también podría ser herido por su culpa. Aunque, ¿Cómo demonios lo había encontrado? No tenia ni idea pero estaba ahí y no podía hacer que ese animal también lo mate.

Entonces inhaló profundo por la nariz, e intento obedecer. Pero no paso del intentó.

— T-Taehyung... — Balbuceó. El nombrado arrugo el entrecejo. — No puedo moverme.

— ¿Que?

Desconcertado, Taehyung descuido solo un momento al peligroso animal para ver a ese torpe chico, quien estaba inmóvil como estatua mientras su agitada respiración indicaba que estaba apunto de sufrir un paro cardíaco. Soltó un suspiro.

Maldición.

Empezaba a arrepentirse de haber regresado por el.

— Anda, solo muévete. — Exigió. — Si nos quedamos va a atacar. El esta tan asustado como tú, estás invadiendo su espacio.

— No puedo, ¡No puedo! — Susurró en desesperó.

Su cuerpo simplemente no le respondía, eso lo hizo entrar en desesperación. Quería huir pero no podía, ¿Su cuerpo quería morir? Empeoró el pánico cuando vio a ese animal más cerca, sintiendo su creciente miedo.

— Solo vete. — Dijo sin aire.

Taehyung achico la mirada por su intento de valentía. ¿En serio después de todo aún quería demostrar que era valiente cuando se notaba que le era bastante difícil? El también lo veía, como el puma decidió que iba a matar para no morir.

Y ambos presenciaron el adrenalínico ataque.

— ¡Vete, corre!

Solo que de diferentes maneras.

Jungkook gritó cuando su cuerpo se descongelo al ver a ese animal abalanzarse sobre él, como si fuera lo último que haría. Pensando en lo insufrible que seria el dolor de tener esos filosos dientes desgarrando cada parte de su piel escucho dos rugidos.

Dos, y nada de dolor.

¿Así se sentía morir?

Pero si había muerto, ¿Por que aún estaba en el mismo lugar y ese puma seguía alejado de el?

De nuevo su cuerpo se paralizó y su alma se tomo unas vacaciones cuando abrió los ojos y se encontró con ese peligroso animal lejos de su cuerpo, pero ahora había otro. Un pelaje albino cubierto con rayas negras, un tamaño más grande de lo habitual, una cola larga que se movía de un lado a otro despacio y unos grandes dientes filosos que volvían aún mas intimidantes esa mirada asesina de color celeste que controló al puma.

Un tigre blanco.

Kim Taehyung es un hermoso híbrido de Tigre Blanco.

Un hermoso tigre blanco ahora estaba protegiendo a Jungkook, manteniendo alejado a ese puma que no dudaba en matarlo y con un escalofriante gruñido, lo hizo huir. Habiendo cumplido su protección el animal bajo la guardia y dejo de darle la espalda a ese torpe chico, el que temblaba intentando procesar todo lo que sus ojos habían visto.

Pero ese tigre no tenía tiempo para esperar por el.

Le dirigió una de esas peligrosas miradas que casi lo mató interiormente y atento, a pesar de estar casi meado por el miedo Jungkook vio la mirada con la que señaló detrás de el, como si le indicará algo, un camino. Fue por allí por donde se marchó corriendo cuando sus temblorosas piernas le respondieron al ver a ese hermoso animal desaparecer entre los árboles y a pesar de casi comer tierra unas diez veces, llegó de nuevo a esa montaña de rocas.

Volvió a rodearla, claramente no era momento de volver a intentar sobrevivir a otra posible muerte. Se movió con cuidado entre las rocas mojadas y se detuvo en seco cuando volvió a ver esa hermosa cabaña, sola y silenciosa, pero desde ese ángulo pudo ver algo más.

Una flecha, marcando una clara dirección a la que Jungkook miró al instante.

Desde ahí había llegado. Tal vez, el también necesitaba una señal para no perderse en medio de todos esos árboles, o así fue antes de obtener su experiencia.

Jungkook no quiso esperar a volver a encontrarse con el después de lo que había visto, por lo que actuando rápido pero de manera asusta se bajo la mochila de los hombros y saco su cartuchera, esa que llevaba con él a todos lados junto con su cuaderno, de donde saco una tijera. Y siguiendo esa nueva dirección indicada, Jungkook comenzó a trazar marcas en cada árbol a su izquierda, así sabría como regresar.

Se demoró un tiempo, pero milagrosamente lo consiguió. De nuevo llegó a esa desértica carretera y en frente, el árbol que también había dejado marcado para nunca perder esa particular parada en la que espero el autobús que tardó casi una hora en llegar.

Como Yoongi le había dicho que sería fue. Cuando entro por la ventana a su habitación todo estaba tal cual lo había dejado y el disco "Fist Love" de Yiruma seguía reproduciendo su reconfortante melodía, con la cual le estaría haciendo creer a todo aquel que pasará cerca de su habitación que estaba practicando con el piano y no debía ser interrumpido.

Su hermano era muy bueno con las rebeldías. Lastima que Jungkook no era tan valiente como para hacerlas tan seguido como él.

Dejando que sus temblorosas piernas descansen después de todo el trabajo que había hecho Jungkook se desplomó sobre la cama, sin importarle el sudor con un poco de cansancio, efusion, pánico y sobre todo, nervios en su frente. El cuerpo le pesaba y su corazón todavía se estaba recuperando de los sustos que se había llevado.

Primero escapó de su padre, después viajo por primera vez en autobús y fueron seis veces, después una ardilla le robo su barra de cereal, después encontró a una especie de Dios, y después... ¡Descubrió que ese especie de Dios se puede convertir en tigre!

Definitivamente, para el había sido demasiada emoción y confusión en un día.

Hasta donde sabía, los híbridos de esa clase depredadora tan peligrosa ya se habían extinguido y solo permanecían algunos más pequeños, como los Lobos, al igual que él. Pero ese chico, Kim Taehyung, es la viva contradicción.

Era tan loco, que alimento la curiosidad de Jungkook a tal punto de olvidar la parte en la que ese chico podía convertirse en un depredador letalmente asesino y elegir verlo como un lindo angelito que le gustan las bolas de estambre y suele ronronear.

Porque sí, obviamente Jungkook no había hecho tanto sacrificio para nada, y regreso por el a espaldas de su padre. 

 

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⌱ Lágrima de Tigre. |  𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora