Banco De Esperma (Changlix)

Capítulo Ventiocho

Changbin despertó. Abrió sus ojos al sentir movimiento debajo de sus manos. Su sonrisa se hizo grande cuando descubrió que su mano se posaba en el vientre del mayor.

Félix todavía dormía, se miraba tan tranquilo, ni los delicados movimientos de su bebé lograban despertarlo, al contrario, lo tranquilizaba más de lo normal pues una leve sonrisa permanecía en su rostro, a su vez una de sus manos acariciaba su vientre.

El pálido suspiró nostálgico, tal vez nunca se despertaría con la emoción de saber como durmió su bebé y su pareja, tal vez nunca podría llenar de besitos el vientre de su pareja donde su bebé descansaba o tal vez nunca recibiría la noticia de que ya era padre.

Changbin estaba triste, todo lo que pasaba a su alrededor lo volvió así. Sus lágrimas no pidieron permiso, las notó cuando Félix lo miró preocupado y recién despertado mientras tomaba su rostro para hacerlo reaccionar a sus llamados y caricias.

-- Lo siento –- dijo en un hilo de voz.

Su mano todavía se encontraba en el vientre del mayor. Félix negó para abrazarlo. Changbin lloró fuerte ¿Por qué le pasaba? ¿Por qué ahora?

No tomaron el tiempo de cuanto estuvieron abrazados hasta que el celular de Félix sonó, era una llamada de su jefa. Con pesar lo tomó, Changbin se mantenía callado y con la cabeza gacha.

(Al teléfono)

-- ¿Félix? ¿Estás bien? No te has presentado al trabajo, ya pasó media hora y todavía no llegas. Si ocurrió algo dilo y puedo pasar por ti y llevarte al hospital.

-- Estoy bien, noona. Disculpa, ocurrió algo pero no tiene relación con mi bebé. Enseguida voy al trabajo.

-- Todos nos preocupamos por ti, Seungmin lo hizo más pero hoy tenemos mucha clientela y no lo pude dejar salir para ir a verte.. Lo dejaré pasar por esta vez porque conozco tu condición.

-- Muchas gracias, prometo estar allí cuanto antes.

La mujer aceptó, terminado la llamada. Changbin se levantó de la cama junto a Félix. El mayor estaba apresurado y Changbin entraba al trabajo tarde. De hecho podía entrar a la hora que quisiera, eso era lo bueno de ser su propio jefe, podía ir a su estudio a componer algunas letras o canciones a la hora que él quisiera, incluso podía faltar pero no ahora que una gran persona había llamado por una de sus canciones.

Ambos salieron de casa juntos. Félix trataba de hacerlo sonreír en cada momento para que el otro se olvidara de sus penas y todo el dolor que cargaba en su corazón.

Changbin sonreía pero cuando ambos se quedaban callados nuevamente la tristeza se sentía.

Félix bajó del auto en cuanto llegaron, le agradeció al menor con una sonrisa y bajó apresurado.

Al entrar al lugar Seungmin corrió a él, incluso su jefa que se encontraba atendiendo la caja registradora.

-- Estoy bien, gracias por preocuparse -- sonrió un poco.

-- No nos vuelvas a asustar así, hyung –- dijo Seungmin con un puchero.

-- Lo dejaré pasar por esta vez, Félix pero a la próxima por favor, avísanos. Si te sientes mal o sucede algo con el bebé nosotros te apoyaremos y si necesitas un préstamo también te lo daremos.

Félix le sonrió a su jefa para abrazarla un poco. Ella se marchó nuevamente y el mayor abrazó a Seungmin.

Después de eso fue a la sala de descanso para ponerse el uniforme y comenzar a trabajar.

Aunque todo el rato no había podido concentrarse, tampoco le quería decir a su jefa y que le diera un trato especial por estar en cinta, sería injusto para sus demás compañeros que entraron desde muy temprano y que tal vez tampoco habían comido nada. Su estómago dolía de hambre y el olor a panes no le ayudaba, tenía ganas de vomitar debido al hambre que sentía y Seungmin lo notó.

Le quitó la bandeja de panes para llevarlo a la sala de descanso. El mayor estaba pálido, tenía mucha hambre y también ganas de llorar.

-- ¿Estás bien, hyung? -- Su mano se dirigió a la frente de Félix.

-- No he desayunado nada y falta una hora para salir a comer, creo puedo aguantar un poco más.

-- Pero su bebé no, tiene que comer ¿Se vio en un espejo? Su piel está pálida.

Félix negó. Seungmin se puso de pie para sacar una barra de chocolate de su casillero. Se la entregó y el mayor la recibió con una sonrisa. Tal vez comer un poco de chocolate le regresaría la estabilidad.

Lo comió lento, disfrutando el chocolate mientras Félix lo miraba con una sonrisa. Su mano se dirigió al vientre del mayor donde acarició lentamente hasta que Félix terminó de comer.

-- Hyung... ¿Puedo hacerte una pregunta? -- preguntó. El mayor lo miró mientras lanzaba la envoltura al bote de basura.

-- Te escucho, cariño -- sonrió.

-- Usted... Se que usted y Changbin se llevan muy bien y pasan más tiempo juntos... ¿Changbin le ha dicho algo?

-- ¿A qué te refieres con eso? –- lo miró sin entender.

-- Se que me esconde algo... Algo muy grande –- suspiró -- Changbin cuando está muy estresado habla dormido... Antier lo hizo ... Decía algo de unas muestras y algo que tenía que encontrar.

Félix abrió los ojos grande, claramente ya sabía a lo que se refería pero no era su asunto y tampoco traicionaría a Changbin si él tampoco había contado su secreto con respecto al padre de su bebé.

-- Sí, con Changbin pasamos más tiempo pero no hablamos mucho, solo de cosas del momento y... De ti.

Seungmin suspiró mientras se abrazaba a él mismo.

-- Le estoy haciendo mal ¿No es así? -- lo miró triste.

-- No te puedo decir que sí porque no se como se siente Changbin, pero Seungmin. Changbin está triste, piensa que ya no le importas.

Seungmin comenzó a llorar porque tenía un motivo muy grande para alejarse de él y no era porque no lo quería, al contrario, Changbin estuvo con él cuando sentía que el mundo se lo comía vivo o cuando sentía que no valía nada. Y ahora todo eso se juntaba con sus constantes dolores de cabeza. El menor estaba estresado, cansado y sentía que algo estaba cambiando pero no podía notar que era ello.

Poco a poco se alejaba de Changbin pero era por su bien y porque lo amaba era que lo dejaba. Lo extrañaría demasiado pero el día que se reconciliaron tal vez se dio cuenta de muchas cosas.