Félix deseaba con todo su corazón un bebé, estaba tan solo, no servía para el amor era un hecho, cada vez envejecía más dentro de unos pocos años tendría menos posibilidades de poder embarazarse, había escuchado sobre las inseminaciones artificiales...
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Félix terminó de firmar la indicación del doctor y asintió, a la mierda las parejas, a la mierda todo, quería un bebé y nadie se lo iba a negar.
El doctor tomó el papel, lo guardó, le sonrió y lo llamó para llevarlo hasta su consultorio.
Félix había hecho todo el procedimiento que le habían pedido meses antes, como cuidar su peso, hidratarse, cambiar su alimentación, mantenerse sano y dormir bien. El día había llegado y no había vuelta atrás.
En un abrir de ojos, el doctor se encontraba terminando de quitarse sus guantes y su cubrebocas. Félix se puso en pie con ayuda del doctor.
Caminó hasta el cambiador de ropa y se quitó la bata para volver a colocarse su ropa con la que había ido.
-- Hemos terminado Félix, nos vemos la próxima semana para asegurarnos de que el proceso funcionó. –- El doctor le sonrió.
Félix asintió igual de sonriente. Hizo una reverencia para el doctor y salió del lugar. Su taxi ya lo estaba esperando, se subió y sonrió mientras colocaba una mano en su vientre, cerró los ojos y pidió con todas sus fuerzas que la inseminación haya funcionado, anhelaba con todo su corazón un bebé.
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Muchas gracias a @Lovelyy_Jimin7 por dejarme adaptar su historia.
