Banco De Esperma (Changlix)

Capítulo Sesenta y cinco

El día anterior

El cuerpo de Seungmin temblaba, sus manos vibraban y sus ojos estaban rojitos a nada de largarse a llorar por todo lo que estaba sintiendo. Tenía un gran peso en sus hombros, había una sombra negra detrás de él que le exigía silencio, pero a la vez le gritaba que lo hiciera, que se liberara del problema sin importarle los conflictos que llegarían después. Estaba amenazado, sabía que estaba siendo seguido para que en cuanto abriera la boca y contara la verdad, Sungjin se enterara, llevándose con él la libertad de dos criaturas que ni siquiera habían llegado al mundo, cumpliendo el castigo por todos los errores y la negligencia que el banco de esperma había cometido.

Pero a pesar de todo ese peso y dolor, no se podía quedar callado, podía decirles y todos mantener lo más cuidado a Felix ya los mellizos, eso era mejor a esperar que las amenazas de Sungjin se cumplieran.

-- Hyung... Tengo que contarte algo, es con respecto a los mellizos...

Actualidad.

Felix despertó entre los brazos de Changbin, el día anterior había sido probablemente el mejor día, al fin sus amigos se habían enterado sobre su amor con Changbin y las ganas que tenían de ser una relación en el futuro. Ellos se lo tomaron bien, la cuestión era que todos lo sabían, por más que Felix intentó esconder la verdad todos habían notado que algo ocurría entre ellos dos, bueno, no todos, después de contarles sus sentimientos Chan los había mirado con la boca abierta y los ojos llenos de sorpresa, para él si había sido una noticia nueva, pero claro, no es que era distraído, sino que la vida de padre te enfocaba más en tu pequeño y no tanto en lo que pasaba a tu alrededor.

El palido decidió que era hora de salir de la cama, llevaría a Felix a desayunar y luego caminarían por el parque, dentro de un mes más los bebés estarían entre sus brazos, Felix regresaría a su forma e iba a extrañar mirarlo con su pancita de embarazo asi que quería sacar algunas fotos de Felix con ocho meses de gestación.

Ambos se activaron después de un rato, tomaron una ducha por separado, se arreglaron y salieron con destino a uno de los mejores restaurantes en Corea.

"Girasoles" el gran letrero se elevó ante ellos. Hacía unos cuantos meses que no iban al lugar porque les recordaba a Woojin, pero era un día feliz y querían compartirlo con su mejor amigo también.

Al entrar el lugar estaba igual de pintoresco, la buena vibra rebosaba, parecía que Woojin todavía estaba allí llevando las cuentas y regalándoles a los comensales la sonrisa más brillante y llena de esperanza que solo él tenía.

Encontraron una mesa cerca de la mesa de pedidos. En la pared, en el lugar más alto se encontraba la fotografía de Woojin sonriendo en grande. La pareja le sonrió a la fotografía regalándole una pequeña reverencia para después tomar lugar.

La señora Kim había salido de la cocina para seguir con los pedidos cuando se encontró con los chicos, primero les sonrió con nostalgia, pero después volvió a sonreír normal, dejando la tristeza de lado para caminar hasta ellos.

-- Que bueno es tenerlos de nuevo aquí -- sonrió serena --. No los veía desde... Bueno.. -- aclaró su garganta, intentando con todas sus fuerzas no llorar.

-- Hoy se cumplen cuatro meses, todavía es difícil, pero queríamos venir, saber cómo se encontraba y también porque lo extrañamos y hoy es un día alegre para nosotros, queríamos compartir nuestra felicidad con Woojin.

La mujer asintió con lágrimas retenidas para agradecerles con una pequeña reverencia.

Pronto tomó sus órdenes y se marchó. Los chicos se quedaron solos charlando de diferentes cosas cuando escucharon una voz familiar.

-- Él es papá, desgraciadamente no está con nosotros, pero esa sonrisa podía iluminar toda la oscuridad, su sentido del humor era el mejor, nunca te aburrías con él, incluso sus soniditos eran los mejores, siempre me sacaba una sonrisa cuando mi día era el peor...

Chan cargaba al pequeño en frente de la imagen de su padre, contándole un poco sobre Woojin. Al parecer habían ido con los abuelos del pequeño Hyunwoo a visitarlos, ese día era el aniversario de su padre y era prudente ir con ellos para recordar a Woojin y al menos hacer a sus padres pasar un buen momento con el pequeño que les recordaba que la muerte de su hijo no había sido en vano.

Changbin y Felix se dieron una mirada nostálgica, al parecer Chan ni siquiera se había dado cuenta que ellos estaban en el Lugar.

Pero la duda que surgió ¿Dónde estaba Seungmin? El rubio nunca se separaba de Chan y del pequeño. Poco tiempo después lo miraron entrar al local acompañado de Jisung para llegar hasta el padre que llevaba a su bebé en brazos, admirando la foto de Woojin.

Felix los saludó, ellos notaron su presencia para pronto caminar a la mesa y saludarlos, pero Seungmin había recordado algo. Elevó la mirada discretamente, en una mesa al fondo había un hombre con un cubrebocas observando lo que ocurría en la mesa del embarazado y Changbin. Odiaba a Sungjin, lo bueno era que estaba trabajando en ello, Sungjin y el doctor Min estarían encerrados en la cárcel y Seungmin se aseguraría de ello.

Les sonrió para después alejarse de la mesa y regresar con Chan susurrándole algo mientras tomaba al pequeño. Chan lo miró por algunos segundos para después tomar un delantal y caminar a todas las mesas.

Seungmin dejó al pequeño con Jisung mostrándole el camino a la cocina y a lo que era la sala de descanso del restaurante. El rubio quería dejar al pequeño Hyunwoo lo más lejos posible de ese hombre y de todo el tema en general.

Tomó una libretita y siguió al padre del pequeño para anotar las órdenes, tenía que mantener su cabeza ocupada y trabajando medio tiempo junto con Chan en el restaurante de los padres de Woojin le venía de maravilla, saliendo del trabajo se sentía más relajado, con los pensamientos acomodados y con pequeñas partes del plan que había estado creando y planificando al día siguiente después de encontrarse con Sungjin.