CAPITULO 40

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DESPUES DE LA HISTORIA



CAPITULO 40




Se detuvo en la parada del autobús, al final de la pequeña fila que ya había, a esperar aquel bus que lo dejaría cerca de la estación que tomaría para llegar a casa.

Había recibido una inesperada despedida del trabajo, y ahora en una de sus manos llevaba una pequeña bolsa con un par de cosas que sirvieron en su pequeña fiesta.

Unos postres dulces, que, si bien él no era muy fan de ellos, recordó que su cariño lo era y seguramente le gustaría probarlos.

Sacó el celular para ver la hora.

Si no se retrasaba, llegaría a tener todo listo para cuando su novia llegase.

¿Debería sacarse el parche de su ojo para cuando se hicieran el masaje?

Al final si terminó aceptando su propuesta.

Sabia perfectamente que el masaje terminaría en algo mucho más íntimo.

No era ingenuo.

Sus mejillas se ruborizaron levemente.

También lo deseaba, y ya lo había esquivado varias veces, al modo de ganar tiempo para fortalecer su abdomen... que, si bien ya lo tenía marcado, no sentía que se veía tan bien como el de Zen.

Por eso siguió la rutina de entrenamientos nocturnos que este le había dado como recomendación. Y ahora se sentía mejor con el resultado.

Una pareja hablando se paró detrás suyo, haciendo que se recorriese un poco, ya que no quería distracciones de lo que estaba pensando.

Ahora que su trabajo de pasante había terminado, ya no se movería tanto, así que lo mejor sería caminar una o dos estaciones para tomar recién el transporte que lo llevaría a la Universidad... pero centrándose en el ahora, ¿qué más debía hacer? ¿Tal vez debería comprar velas aromáticas? Recordaba que en algunas series las ponían en los salones de masajes y belleza...

― ¡¿Y qué demonios quieres que haga?! ―la voz sobresaltada del hombre que estaba detrás suyo, hizo que todos en la fila perdiesen su concentración y algunos incluso giren a mirarlos.

― ¡No lo sé! ¿Entiendes? ¡Pero este problema es de los dos! ―le respondió de la misma forma la mujer que lo acompañaba―. ¡Tú eras el que quería darse el placer, me presionaste para hacerlo!

― ¿Presionarte? Tu fuiste quien insistió en hacerlo sin protección, porque no te aguantabas las ganas ―le recriminó este, perdiendo por completo la pena de pelear con su novia en el espacio público.

La mujer se quedó en silencio por unos segundos, para luego romper en llanto y hablar entrecortada sobre si debería entonces no tenerlo, porque, sino debería dejar su trabajo, y el abandonar sus estudios para trabajar también y poder cubrir los gastos...

El hombre no aguantó el drama que su pareja estaba causando y empezó a caminar en silencio, seguido de su llorosa acompañante.

No era necesario ser un genio para entender el conflicto que abrumaba a esta pareja que se perdió entre los transeúntes.

El bus llegó.

Todos los de la fila subieron en silencio, algunos algo afectados por lo que habían tenido que presenciar.

DESPUÉS DE LA HISTORIA (YOOSUNG X MC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora