Epílogo

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Yo no te amo, nunca lo hice- le dijo con una mueca llena de satisfacción y de burla

-Pero…- dijo su voz quebrándose, apenas y conteniendo sus lágrimas- ¿no significo nada todo este tiempo conmigo?

-Solo me estaba divirtiendo, ¿eres tan estúpido que no lo entiendes? ¿Cómo quieres que te lo explique?

-¡Estuvimos juntos por tanto tiempo! ¡No puedes decirme que no significa nada!- Ya no podía contenerse más y las lágrimas bañaban su cara, mientras gritaba- ¡Yo sé que sientes algo por mí!- intento aferrarse al chico alto que estaba enfrente suyo

-¡No has tenido suficiente!- contesto el otro quitándose de encima al chico que se ahogaba en sollozos

-No me hagas esto- suplico –Por favor, no te alejes de mí, te necesito, yo te amo, sé que tú también me amas a mi

-Lo único que siento por ti es asco- escupió cada palabra, que llegaron al otro como cuchillos

Salió, dejando al chico de rizos hecho un desastre en el suelo, donde permaneció un par de minutos solo dejando salir lamentos y sollozos.

Un momento después se levantó y camino hacia la mesa de noche, del cajón saco un arma, se secó el rostro mojado con su mano libre

-Esto no se va a quedar así- dijo caminando hacia la puerta
Se apagaron las luces, para el cambio de escena

El telón se abrió una vez más para el saludo final de la noche del elenco, se inclinaron mientras recibían aplausos y ovaciones del público, Joaquín se sentía tan vivo cada que tenía esos momentos, sabia y sin duda alguna que era afortunado, que había elegido el camino correcto, su lugar era arriba de un escenario, sin importar si era actuando o cantando, o mejor aún: ambas.

Recorrió con los ojos todo el público que seguía aplaudiendo, y lo vio, sus ojos se detuvieron en el chico parado que mostraba una sonrisa feliz y llena de orgullo, y mientras aplaudía sus rizos largos se sacudían y golpeaban en su rostro, lo que solo hizo que Joaquín sonriera aún más grande, Emilio nunca dejaba de ser tan risueño era una de las muchas cosas que Joaquín amaba de él.

Más tarde cuando entraba al coche donde Emilio lo esperaba para llevarlo al departamento, pensó en todo lo que le había tomado llegar hasta este punto, se sentía realizado a una edad temprana y estaba agradecido por eso; su carrera era excelente y estable, justo ahora estaba saliendo del teatro donde daba vida a un personaje bastante interesante y complejo, el chico tenía problemas y graves matar a la prometida de tu amante no era algo muy cuerdo que digamos, más aun después vestirla con su vestido de bodas, Joaquín de verdad creía que necesitaba ayuda psiquiátrica, pero dentro de todo amaba a “Ángel”  pues al fin y acabo era solo un personaje y no una persona real, de lo contrario su psicóloga le habría dicho que corriera en dirección contraria a ese tipo; eso también era bueno en su vida, aún seguía consultando con su psicóloga, después de un largo periodo de terapia y sesiones al fin había logrado también una estabilidad en su salud mental, Joaquín era una persona que creía que la mayoría si no es que todos necesitaban consulta psicológica, se había dado cuenta que él definitivamente la requería, le había tomado demasiado tiempo darse cuenta de muchas de sus actitudes faltas de salud mental, vamos que soñar con eventos pasados que se convierten en pesadillas y te persigan la mayoría de las noches no es muy común que digamos, ni hablar de su falta de seguridad en ciertos aspectos de su vida, un ejemplo claro era cuando se sentía inseguro dentro de su relación con Emilio, sentir a veces, muchas más veces para ser pocas, que no se merecía a Emilio, o creer que alguna persona llegaría para ocupar su lugar, fueron unas de las cosas que lo llevaron a consultar con la doctora Beatriz, ahora está mucho mejor, pese a que le llevo meses.

-Estas muy distraído cariño ¿Pasa algo?

-Estoy bien, estaba pensando en Ángel y la Dra. Beatriz

-Si crees que ellos deberían conocerse, estoy de acuerdo contigo, no le vendrían nada mal unas consultas a Ángel- bromeo Emilio

-Creo que el debería estar mejor con las ligas mayores

Era algo usual que Joaquín eligiera personajes que estaban locos o que eran los villanos, sinceramente amaba actuar a esos tipos; Emilio opinaba que era porque le gustaba actuar personas que no se parecían a él, pues es un pan de dios y sus personajes pero para nada.

Emilio al contrario elegía personajes más diversos pero que de alguna manera se pudiera conectar algún aspecto de su personalidad, la que fuera, su alegría, su espontaneidad, su explosividad cuando estaba enojado, aunque fuera de una mínima manera había algo que se contactaba en sus personajes y él, también tenían carreras distintas e iguales Joaquín y Emilio pues al mayor le gustaba más trabajar en la tv y al menor en el teatro, Emilio decía que le gustaba también pero que se sentía muy nervioso e inquieto antes de entrar al escenario, pero que amaba cuando ya estaba arriba.

Eran diferentes también en su música, Emilio nunca paraba, Joaquín iba más despacio.

Emilio quería dejar tanto como pudiera en el mundo, Joaquín creía que debían disfrutar más del camino y tenían tanto por delante, solo tenía 23.

Eran diferentes, Joaquín era consciente de eso, pero eran tan parecidos también, y lo más importante es que se amaban.
Se sentía realizado, era tan joven y había conseguido tanto, era joven y tenía estabilidad, no sabía cómo lo había logrado, su mamá le repetía que era porque se había esforzado, porque era persistente. Joaquín creía que era afortunado.




No puedo creer que me tomara tanto tiempo (años) terminar una historia, pero estoy orgullosa de haberlo hecho, termine por fin una historia que escribo (que no fuera para la escuela), estoy muy feliz, mucho realmente por todo el apoyo que tuvo este fic, lo soñé pero no creí que de verdad me leyeran, agradezco demasiado cada comentario y cada voto que le brindaron a esta bonita (y un poco tonta) historia sacada de mi (loca) cabeza. Gracias por tomarse el tiempo de leer y sobre todo muchas gracias a las personas que a pesar de lo que me llevo concluirla llegaron hasta acá.
Dejo en este fanficción un cachito de mí (felicidad y tristeza), en cada capítulo he puesto algo de mí que ni siquiera yo misma conocía, creo que eso es lo que me gusta de escribir y de leer, es aquí donde puedo conectar conmigo misma.

Gracias.

Si Supieras Que Te Quiero (EMILIACO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora