Cap 18

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Joaquín estuvo tratando de evitar cualquier tipo de contacto con Emilio en dos días si contaba también este día, así cómo también fingió que no veía los whats que le mandaba.

Pero técnicamente no tenía tiempo para nada, Emilio no tenía que darse cuenta que lo estaba ignorando, tenían el viaje a Huatulco para grabar las últimas escenas de la novela.

Si había tenido unos días horribles, todo había empeorado en la madrugada, las redes estaban tapizadas de fotos, sus fotos, inmediatamente su madre había tomado cartas en el asunto, y sus fans también, pero desgraciadamente el daño ya estaba hecho, no que le incomodara que supieran, sino que le habían robado su privacidad, mentiría si dijera que no lloro, mentiría si dijera que no le dolió, mentiría si dijera que no se envolvió en los brazos de su madre buscando consuelo, porque le habían robado una parte de él, privada, una parte que él y solo él tenía el derecho de decidir cuándo cómo y dónde mostrar.

Después de eso, se encerró más, no quería que lo atosigaran con preguntas de cómo estaba, ni siquiera de sus amigos, él solo quería a su mamá abrazándolo cómo un niño pequeño; no contesto ningún mensaje más después de decirle a sus amigos más cercanos que está bien y pedirles de favor no mencionar el tema públicamente.

No durmió mucho pero tenía responsabilidades así que llego temprano a las grabaciones, tenían mucho trabajo, y era lo mejor en estos momentos, tirarse de lleno en lo que más amaba.

Tenía muchos, demasiados pensamientos corriendo por su mente, quería pararlos, quería que pararan las discusiones consigo mismo, las fotos, Emilio, la presión de las últimas escenas, todo se acumulaba en su cabeza.

Uno pensamiento en particular se quedo es su mente: Emilio

-Si soy un imbécil que se deja convencer por palabras bonitas- se dijo en voz baja mientras terminaba de amarrar las agujetas de su tenis, con el pie apoyado en el sofá del camerino.

¿Y si Emilio solo estaba pasando el rato con él? ¿Si en verdad no sentía nada por él? ¿Y solo estaba viendo lo que quería ver? Lo había besado sí, pero eso no significaba nada para algunas personas, y todos los malditos recuerdos volviendo a él solo lo convencían de eso.

Tener pesadillas o mejor dicho malos recuerdos que se terminaba convirtiendo en sueños peores no ayudaban nada en su salud, supuso que era su mente tratando de advertirle que su corazón estaba equivocado, que no debía dejarse gobernar por sus sentimientos hacia Emilio.

Emilio entro al camerino, pero tenía una cara de preocupación que incremento en cuanto se dio cuenta de su presencia.

-Joaco...

-No estoy de buen humor te informo

-¿Entonces si viste todo?- pregunto con voz suave, como si fuera a dañarlo con su sola voz

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, había parado en la madrugada pues se había regañado, él era más fuerte que eso, mucho más. No valían ni una sola de sus lágrimas.

-¿Quieres...?- Dijo Emilio dando un paso enfrente para abrazarlo seguramente pero Joaquín lo interrumpió antes de que terminara lo que sea que fuera a decir.

-No quiero hablar de eso, al menos no por ahora, estoy teniendo un día terrible, quiero concentrarme en el trabajo, necesito espacio- le explico y Emilio asintió.

-Estoy para cualquier cosa que necesites, lo que sea.

...

Estuvieron grabando muchas horas, demasiadas en realidad, tenían el viaje a Huatulco y se supone que deberían descansar, pero tal vez era el precio que tenía que pagar por hacer lo que más amaba, además ¿Qué se obtiene sin un poco de sacrificio?

Si Supieras Que Te Quiero (EMILIACO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora