Para suerte de Minho, cuando Jisung y Ryujin llegaron de hacer las compras habían venido a la casa algunas tías de la familia para ver a la futura madre, y al sobrino que recién acaba de llegar.
Así que el resto de la tarde no alcanzaron a tener la planeada conversación.
Minho se estaba encargando de la cena ahora, junto con algunos empleados, parecía el jefe de cocina dirigiendo a todos. Había estado agradecido con la Sra. Han de permitirle preparar lo de esa noche, le servía de práctica ya que se había tomado libre 2 semanas de su Universidad para acostumbrarse a su nuevo hogar.
Él estaba estudiando para ser un gran Chef, y soñó muchas veces con abrir su propia cadena de restaurantes, pero ahora ese sueño se veía mucho más lejano e imposible.
Jisung sabía que no podría hablar con él ese mismo día así que esperaría a que sea mañana, pero aún así se aseguró de qué su cuñado sepa que estaba siendo vigilado ya que a cada minuto cruzaba por la cocina a ver qué y cómo hacia la comida.
Le había parecido muy interesante la carrera que estudiaba, aunque en realidad, todo en Minho le parecía interesante.
Aquella forma de hablarle al servicio, su voz tan suave y amable, la concentración con la que trabajaba a pesar de qué lo este mirando fijamente buscando distraerlo, la forma de su rostro, la manera en la que caminaba y se movía, sus manos que se veían tan bien cuidadas, y como el delantal que usaba relucía su cintura al tenerlo amarrado tan fuerte.
- Joven Han ¿Se le ofrece algo?.- Lo había asustado una de las muchachas de la cocina cuándo lo vio parado en la puerta de allí.
Él negó dulcemente para luego se marcharse, pensando en cómo se había quedado hipnotizado mirando a Minho.
¿Qué mierda?
Por otros lares, el cocinero estrella se encontraba algo incómodo. Y frustrado.
El hermano de su futura esposa le empezaba a caer mal ¿Cuál era su problema? No entendía porque se quedaba mirándolo de esa forma, parecía querer asustarlo.
Estaba tan estresado y no necesitaba nuevos enemigos.
Cuándo terminó de hacer la comida, nuevamente ayudó a los empleados a poner la mesa y servir los platos y cubiertos a los demás. Las tías estaban fascinadas con el novio de su sobrina, los padres de Ryujin nunca habían pensado que Minho era un mal chico y aunque el hecho del embarazo los decepcionó, justo ahora se los ganaba de nuevo.
A Jisung sinceramente le molestaba ¿Porqué todos confiaban tan rápido en él?
Tal vez sólo estaba siendo sobreprotector y por ello había tanta necesidad de vigilar a Minho hasta llegar a conocerlo completamente.
La cena fue espectacular y el novio había recibido muchos elogios, es que realmente cocinar era lo suyo.
Había sido una comida exquisita para todos los miembros de la familia, incluso su cuñado había pedido repetición, quien se recordaba mentalmente que el hecho de que haya quedado encantado con lo que preparó no cambiaba su posición y seguiría "odiándolo".
Las tías pronto se habían ido y Ryujin estaba tan cansada que no pasó mucho para que se vaya a su habitación. En realidad toda la familia se encontraba exhausta, habían pasado muchas cosas ese primer día de la estancia de Minho y la llegada de Jisung.
Al día siguiente el mayor se levantó muy temprano, en alguna de sus clases le habían enseñado sobre alimentos que eran muy buenos de consumir durante el embarazo.
Así que ahora se encontraba solo en la cocina cortando piña, ya que haría un batido de piña y jengibre.
Pero él no era el único madrugador, Jisung tenía una rutina de ejercicios en las mañanas y aunque no quiso levantarse por flojera, el cansancio y el cambio de horarios luego del viaje; terminó haciéndolo en medio de quejas. Le gustaba ser disciplinado de vez en cuando.
Estaba listo para irse a correr y pasar un rato al gimnasio más cercano, solo faltaba tener su botella de agua.
Pero cuando entró a la cocina se llevó el susto de su vida, apenas puso un pie en el cuarto la licuadora comenzó a sonar y pegó un grito que hizo a Minho reír.
Y lo miró mal por ello.
- Lo siento...- Dijo y volvió a encender la licuadora, Jisung le regaló una sonrisa obviamente fingida y se acercó a buscar un envase para llenarlo de agua.
Sin poder evitarlo, Lee se había quedado mirando a su cuñado que lucía ropa deportiva, un polo sin mangas muy pegado a su cuerpo y un short para correr. Se sorprendió por su buen físico, cuando lo conoció no lo había notado ya que la ropa holgada y elegante no se lo permitieron.
Pero ahora si estaba admirando mucho de sus marcados pectorales y sus brazos que se estaban muy bien trabajados. Se concentró tanto en eso que olvidó completamente el jugo que estaba haciendo.
- ¿Envidioso?.- Jisung lo sacó de sus pensamientos de pronto, y cuando lo miró éste tenía una expresión burlona y una sonrisa ladina.
Había sido muy descarada la manera en la que lo había estado observando, estaba muy confundido pensando en cómo había llegado a eso.
Completamente avergonzado se volteó a seguir haciendo el desayuno, mientras que el otro soltó una risa y salió de la cocina. Su cuñado comenzaba a irritarlo aún más, lo siguió con la mirada al irse, de nuevo involuntariamente, o eso quería creer.
Pero rápidamente dirigió su mirada de nuevo hacia adelante, al caer en cuenta que sus ojos quedaron contemplando el trasero de Jisung, sin alguna razón específica.
Se había cacheteado mentalmente por ello.
¿Porqué lo hizo? No tenia idea. Fue de la nada que su mirada bajó hacia esa parte y al verlo supo que su cuñado también debía hacer ejercicios que favorecían esa zona, porque tenía un buen trasero.
¿Porqué seguía pensando en eso? No sabía tampoco.
No podía asimilar que haya hecho eso porque no le había pasado nunca, conocía compañeros en su clase que eran así de irrespetuosos viendo esa parte de las chicas al pasar, a él siempre le pareció incorrecto ya que su madre se había encargado de inculcar en él un gran respeto a la mujer.
Pero ahora se encontraba demasiado avergonzado, curioso y confundido por haberle mirado sin pudor el trasero a Jisung.
Y aún peor haber pensado que era sexy, nunca había pensado así de ninguna chica y de Ryujin talvez un día en que se veía muy hermosa.
Sus orejas enrojecieron y trató de borrar los recuerdos de lo que había mirad, para así acabar con los pensamientos extraños en su cabeza.
Otra vez maldijo en voz baja con frustración y en el silencio de la cocina decidió concentrarse en pronto terminar el desayuno de su novia, su adorada novia y pronto esposa.
Mientras eso pasaba, Jisung trotaba en los alrededores de un parque sonriendo por lo que había pasado hace un rato en la cocina. Escuchaba música en sus audífono, pero lejos de disfrutarla su mente no dejaba de recrear la mirada descarada de Minho sobre él.
Han sabía que era muy atractivo, por favor, tenía un cuerpo genial; se sintió alagado de haber sido admirado de tal forma.
También pensó que Minho era atractivo, aunque bromeaba sobre eso con su hermana, no podía negarlo.
Y también tenía un cuerpo lindo, lo había descubierto ayer cuando lo vio con el delantal, tenía una buena cintura y lindo trasero. Había notado lo gruesos de sus muslos y la forma de sus piernas.
Paró en seco al darse cuenta de lo que estaba pasando.
No... No, no, no.
- Contrólate, Han Jisung. Es tu cuñado de quién estás pensado...- Se regañó creyendo que podría ser capaz de hacer ello.
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xDD, bueno ahi va un nuevo capítulo... espero q les vaya gustando, díganme q opinan xfas :3
gracias x leer, no me dejeeen
- 🌙
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#little lies ;; minsung
Fanfic*** Jisung regresaría a su hogar después de haber estado años estudiando en Canadá, la razón era la sorpresiva noticia del embarazo de su hermana menor, y de su matrimonio... Como su hermano mayor debía estar presente en ese gran momento, y además s...