#little lies ;; minsung

20

Pasaron 3 días de aquel impactante beso. Ryujin ya había regresado del hospital y se encontraba junto a ella en el jardín.

Le había preparado una ensalada de frutas con leche de almendras. Se sentía mucho más tranquilo al verla mejor que antes, tenía un poco más de energía y salía más seguido de su habitación.

Pero aún así estaba siendo más atento con ella, para evitar que se encuentre sola por si se sentía mal.

Minho le hacía compañía en silencio mientras leía uno de sus libros, Ryujin sólo miraba el cielo buscando relajarse.

En realidad el mayor estaba repasando algunos conceptos de su última clase, ya que luego del incidente se aseguraba de hacer sus deberes académicos en casa.

En su prueba le había ido bien. Al principio pensó que se le perdería ya que había pasado la noche en el hospital, pero al parecer Jisung les había dicho a sus padres que vayan a ver a Ryujin muy temprano y así pueda ir a tomarla.

Le habían hablado muy comprensivos diciéndole que podía irse tranquilo ya que ellos acompañarian a su novia, quién le dió ánimos antes de irse. Igualmente sus suegros le desearon mucha suerte, incluso nombraron a Jisung quién también le mandaba buenos deseos desde casa.

Le agradeció internamente, porque no había tenido la oportunidad de decírselo en persona todo ese tiempo.

No habían vuelto a hablar a solas después de haberse besado. Ambos se sentían muy nerviosos al verse las caras y se ignoraban disimuladamente.

Jisung observaba desde su ventana a la pareja pero mucho más a Minho, pregúntandose como podía verse tan majestuoso si sólo estaba sentado leyendo un libro.

Y es que Minho era tan bello ante sus ojos, tenía un rostro prácticamente perfecto en todo sentido. Simplemente hermoso.

- Basta...

Retrocedió y se sentó en su cama suspirando resignado, le había permitido a su corazón caer enamorado y se arrepentía demasiado de ello.

No quería verlo más, esperaba que el tiempo pase rápido para poder regresar a Canadá y dejarlo a él hacer una vida con su hermana allí.

Lejos de él podría olvidar esos estúpidos sentimientos.

- ¿Jisung~?

La puerta se abrió.

- Pasa, mamá...

- Cariño, iré a recoger a tu tía y primos. Me llamó hace un rato y se auto invitó a cenar... Sabes cómo es ella.- Rodó los ojos.- Hazme el favor de decirle a Minho que prepare algo ahora mismo, y ayúdalo en lo que puedas.

- Si, está bien. Ve con cuidado.

Ella cerró la puerta y se dirigió fuera de casa donde el carro de la familia la llevaría. Entonces pasó unos segundos dudando ridículamente, obvio tenía que bajar y hablarle al mayor, pero no estaba listo aún.

Respiro profundamente y caminó al jardín veloz. Quería hacer todo rápido, así supuso que sería menos difícil.

Pero cuando llegó a pararse frente a Minho, sus labios no pudieron siquiera abrirse para hablar. Quedó cómo un raro y un tonto estando allí parado mirándolo sin poder articular ni una sola palabra.

El contrario había visto sus pies acercarse y levantó la mirada esperando una explicación por la cuál apareció de la nada. Pero todo lo que recibió fue un silencio incómodo y frunció el ceño confundido.

- ¿P-pasa algo?.- No era el único nervioso en realidad.

- Sung ¿A dónde fue mamá? Escuché que salió...