#little lies ;; minsung

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Jisung estaba muy feliz.

Había logrado hacer que Minho desistiera de su idea de acabar con su romance secreto.

Ambos sabían que eso era precisamente lo que debían de hacer, pero no podían parar porque ya estaban lo suficiente enamorados. Al menor le llenó de alegría el corazón saber que sus deseos eran correspondidos.

Es decir, su cuñado tampoco había querido que terminaran así que luego de la canción, de conversar sinceramenre y besarse un poco, fue obvio que lo suyo seguiría igual.

Cuando volvió al jardín, decidió brindar por su Minho.

Bebió una copa, y luego muchas más, asustó un poco a su madre pero logró calmarla con excusas acerca de la dicha que sentía de ser tío pronto. Un poco desubicada la mentira, pero estaba comenzando a perder la razón.

Su cuñado lo observaba de lejos, sonreía al ver cómo disfrutaba de la reunión tomando todo el alcohol que podía.

Pensó que era capaz de controlarse a sí mismo, ya que era un adulto, pero no pasó aquello. Cada minuto que pasaba Jisung se tomaba mínimo 4 copas de un muy fuerte vino.

Y pronto estuvo totalmente ebrio.

Riendo por cualquier cosa, diciendo algunas palabras sin sentido y abrazando a sus tíos muy cariñoso.

Estaba haciendo un muy gracioso espectáculo, todos se divertían por sus ocurrencias, obviamente la excepción eran sus padres, que sentían vergüenza y temor de que piensen que su hijo era un alcohólico. Aunque de vez en cuando el Sr. Han se reía de las bromas y era regañado por su esposa.

Ryujin también empezó a preocuparse y se acercó a su hermano para impedir que siga bebiendo.

- Mi princesita, mi Ryujin~

¿Estaba llorando?

Claro que a todos les conmovía aquel acto, porque sabían lo cercanos que eran los hermanos Han. Pensaban inocentes que lloraba de emoción por la boda de su hermana menor o su sobrina por nacer.

Hace rato que partieron aquella preciosa y muy deliciosa torta que Minho preparó, entonces se oyeron gritos de alegría al ver la crema rosa en el interior, indicando que su bebé era una niña.

Una engreída más a la familia.

- Sung, deberías dejar de tom-.- No pudo terminar su frase porque su mayor la abrazó cálidamente.

- Lo siento tanto... Soy el peor ¿No es así? Deberías odiarme tanto, no merezco tus cuidados.

- ¿Jisung?.- Ella preguntó, adivinando que quizás se refería al haberla dejado e ido a estudiar lejos. Ryujin aún sentía un poco de dolor al recordarlo, porque el alejarse de su hermano fue muy chocante para ella y ahora no eran los mismos.

No eran tan cercanos, ni había tanta confianza.

- Perdón, princesa...

Pero Jisung no se disculpaba por eso.

Quería disculparse por haberse enamorado de su futuro esposo.

- Tranquilo, Sung. Hablemos luego ¿Sí? Deberías ir a dormir...

- Soy lo peor de este mundo, debí controlarme y no pude...- Sus palabras la confundían pero deducía que era por su estado.- Perdón, perdón por en-

- ¡Jisung!

Hace rato que la escena conmovedora para otros, estaba preocupando a Minho. El que su menor esté ebrio lo hacía muy vulnerable, y al escuchar sus disculpas repetitivas supo que debía interrumpir.