#little lies ;; minsung

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Minho ya estaba listo e iba en el carro de sus padres al local dónde se casaría.

Mirando las calles pasar por la ventana, recordó muchas cosas y sólo se contuvo el llorar desconsolado por estar acompañado de toda su familia en esos momentos. Ellos lucían emocionados y lo animaban constantemente por lo que sonreía para ocultar sus verdaderos sentimientos.

Estaba muy frustrado por cómo su vida había cambiado tanto. Y habían muchas decisiones de las cuales se arrepintía.

Ya no le quedaba tiempo para eso, tenía que seguir adelante y resignarse a dejar atrás sus verdaderos anhelos y sueños. No estudiaría como se debe, no tendría un restaurante propio, no viajaría por el mundo para conocer distintas gastronomías, no cumpliría con sus metas de vida.

Y lo peor era, que no podría tener nunca más a Jisung con él.

Se hicieron una promesa con la canción que le dedicó esa noche y la cumplieron con ella hasta donde fueron capaces. Vivieron disfrutando de su prohibido romance como si estuvieran en una telenovela.

Pero todo acabó, supieron que eso pasaría desde siempre y aún así fue doloroso. Ahora nomás podían sobrevivir recordando lo vívido, repitiendo en sus mentes las escenas de ellos juntos a escondidas y dejándose guiar por sus sentimientos sin pensar en nada más. Fue su más linda y peligrosa aventura.

Sintió como el auto frenó y despejó su mente para enfocarse en lo que pasaría a continuación.

Con sus padres ingresó al local, ellos lucían confundidos de no encontrar a Hyunjin dentro cuándo él les dijo que se adelantaría y llegaría antes. Lo llamaron pero no consiguieron ninguna respuesta, Minho se puso alerta pero trató de no pensar lo peor.

Miró el lugar para encontrar a su cuñado, pero tampoco estaba por allí y dejó de buscarlo porque no era apropiado.

Caminó hasta el altar ya decorado con flores blancas y luces, todo quedó increíble. Los invitados llegaron puntuales por lo que las sillas y mesas estaban llenas, saludó con la mano a sus amigos sentados por ahí, Seungmin y Changbin lucían sus mejores trajes.

Notó al Sr. Han haciendo unas llamadas y parecía preocupado, por otro lado su esposa se acercó a su yerno para tranquilizarlo aunque ella era la alterada, puesto que Minho no sabía que estaba pasando.

- Creo que Ryu tuvo algunos percances-

- ¿Está bien?.- La interrumpió preocupado.

- Si, eh... Debe estar por llegar, sólo que no responde su teléfono pero seguro ya está lista y en camino. Iniciemos con todo ¿Estás preparado?

Asintió sonriendo, aunque tenía dudas no sólo porque se iba a casar sin desearlo verdaderamente, sino por la actitud extraña de su novia.

Su suegra se alejó y llamó a las personas a tomar asiento, enojada también por el atraso de su mayor hijo que sólo le mando un mensaje diciéndo que ya iba llegando.

Pero estaba mucho más preocupada por no recibir mensajes de su hija avisándole cómo estaba o si terminaron de arreglarla, pero inocentemente pensó que estaba muy ocupada para responder.

No estaba enterada de nada y no imaginaba que nadie llegaría con vestido blanco esa mañana.

Había un párroco que estaba listo para iniciar con la ceremonia, y un juez que haría todo legal. Todos se alistaron cerca del altar donde nuestro protagonista miraba la entrada preocupado, tenía unas extrañas sensaciones en su pecho.

Las amigas de Ryujin estaban cerca al ser las damas de honor, y los padrinos eran sus primos. Todo elegido por ella misma, pero no se aparecía ahora.

Un silencio incómodo se hacía presente, la invitación tenía un horario escrito indicando que ya hace unos minutos debería haber ingresado la novia pero no pasaba nada.