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El estado de salud de Ryujin había mejorado considerablemente, y ya todos en la familia se sentían mucho más tranquilos al verla con más energía.

Pasados unos días, Jisung finalmente había podido hablar con ella con sinceridad. Se sintió muy hipócrita por hacerle promesas que no estaba cumpliendo, pero estaba más aliviado de haber tratado el tema de su viaje a Canadá después de tanto. Su hermana fue sincera con respecto a cómo se sentía sobre eso aunque ya pasaron muchos años.

Ryujin se sintió mal por haberle gritado a su hermano, se disculpó y pudo expresar que aún se sentía traicionada por el abandono.

Pero que después de todo entendía las razones, el viaje fue necesario para que él pueda formarse cómo músico y cumplir sus sueños. Por lo que se sentía felizmente orgullosa de que se haya graduado.

Sólo que su corazón no sanaba por completo, siempre necesitó a su hermano mayor y al no tenerlo consigo generó un rencor en su interior que era incorrecto, siendo consciente de ello le aseguró que trataba de mejorar.

No importa que haya pasado, Jisung es y será siempre su hermano, por lo que jamás lo dejaría de amar.

Pronto cómo los hermanos Han terminaron su charla pendiente, recibieron los mensajes de su madre en el grupo familiar acerca del matrimonio.

Entonces no muy convencidos comentaron acerca del futuro, y sobre que sorprendentemente la fecha para su boda estaba demasiado cerca. Unas cuantas semanas quedaban.

El mayor palideció mientras seguía la conversación, todo en su interior parecía derrumbarse al recordar ese gran detalle.

Su chico no era realmente suyo, era el prometido de su hermana y el padre de su sobrina. Tantas razones para acabar con su romance secreto pero no se sentía capaz, no podía dejarlo por todo el amor que le tenía.

Se dió cuenta de que no era el único que lucía agobiado y se atrevió a indagar, además de su situación también le preocupaba su princesa, podía no estar segura de lo que estaba a punto de hacer. Toda su vida cambiaría mucho más y era alguien joven, podía sentirse asustada, decepcionada o ansiosa.

Lo que era correcto, pero sumando su corazón roto extrañando a alguien.

- Ryu... No luces feliz.- Interrumpió su charla del vestido que llevaría.

- ¿Qué? Yo... Claro q-que estoy feliz. No digas eso, Sung.

Ella bajó la cabeza y acarició su barriga ya más grande, sonriendo pero no transmitiendo una verdadera emoción o felicidad.

- Sabes que puedes hablarme de lo que sea, decirme cómo te sientes sin temor. Estoy para ti...

Acarició su mano y logró que lo vea de vuelta, sus ojos se cristalizaron de pronto.- Sólo e-estoy nerviosa, quiero que todo salga bien.

- Saldrá perfecto.- Cómo le dolía afirmar aquello.- Si ustedes... Se aman todo será lindo, no debes preocuparte.

Escuchó asustado como ella comenzaba a llorar, sin poder controlarse por más que intentaba inhalar y exhalar.

Las lágrimas caían por su rostro, no paraban aún cuando secaba una por una. Sentía su pecho oprimido, no le gustaba ver a su hermana así, quería poder saber que pasaba con ella para ayudarla.

- Princesa, ¿Qué pasa? No llores así, me estás preocupando...

- Perdón, perdón. Estoy b-bien...- Se escondió en su pecho y trataba de ser firme en sus palabras.- M-me emociona poder casarme con la persona correcta... Minho es increíble.

#little lies ;; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora