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Sin comentarios y en silencio habían llegado a casa rápidamente.

Fue una caminata corta ya que el menor se había adelantado mucho, y Minho no quería ser dejado atrás.

Éste apenas entró se dirigió a la cocina a guardar las compras pero fue interceptado por la mamá de Ryujin que se veía preocupada.

- Minho ¿Dónde estabas? Te tardaste mucho, Ryujin preguntaba por ti y empezaba a alterarse...

No supo que responder, no sabía que se había demorado tanto con las compras y se sintió culpable. Si su novia estaba muy preocupada podría ponerse mal y eso perjudicaría al bebé, se regañó mentalmente porque debió haberle avisado.

- No lo regañes, mamá. Yo lo secuestré, quise que me acompañara a hacer unas compras...

Jisung había aparecido de pronto, regresó de la escalera que iba subiendo rápidamente cuando escuchó a su madre y reconoció ese tono de voz.

Por un momento olvidó el extraño y bochornoso incidente del bus para bajar a defender a su cuñado. Logró que su madre se tranquilice y se retire de la cocina luego de recordarle a su yerno que le deje constantes mensajes a su novia.

El menor lo miró por última vez antes de irse también y muy rápido, Minho lo había seguido con la mirada hasta que desapareció porque sentía mucha curiosidad.

Nunca había visto a Jisung tan... cohibido. 

Siempre había tenido una actitud y postura segura, tanto que podía verse intimidante. Y justo ahora había caminado con sus piernas muy juntas y sus hombros encogidos, apresurado tratando de ocultar sus mejillas y orejas rojas, las cuales Minho notó desde que bajaron del bus.

Y realmente le gustaba descubrir facetas nuevas de su cuñado.

Todo en el era muy agradable y comenzaba a tenerle cariño. Lo que al principio vio muy difícil e imposible, pero Jisung era mucho más que la imagen de hermano mayor sobreprotector que aparentaba. Poco a poco conocía y memorizaba de manera involuntaria sus hábitos, desde los más extraños hasta los más adorables.

Sonriente volvió a dedicarse a ordenar las compras recordando el confuso momento dentro del transporte público, intentaba ignorar el hecho de que sus manos disfrutaron de tocar a Jisung porque era una idea muy extraña si la decía en voz alta.

Luego de analizar la situación, pensó entonces en qué debió incomodar mucho a su cuñado y por eso estaba actuando muy raro antes de llegar, sumando el hecho de que harían el Poutine juntos pero no se encontraba por allí.

Extrañaba tenerlo en ese rincón vigilando de sus movimientos. Talvez debería subir en un rato a preguntar si estaba todo bien y si seguirían con sus planes.

Mientras tanto, Jisung ya había llegado muy agitado a su habitación y sentía que su cara ardía, tenía mucha vergüenza al haber aceptado que se había excitado tanto teniendo a Minho así de cerca.

De igual forma se sentía un asco porque era literalmente su cuñado, creyó que esos pensamientos fuera de lugar habían desaparecido por completo pero no era así.

Quería refrescarse y se dirigió veloz al baño para lavarse la cara hasta sentirse aliviado, pero por más que sentía el agua fría no lo lograba.

Necesitaba... masturbarse. En serio lo necesitaba.

- Mierda...- Se aseguró de poner cerrojo en a puerta y bajó sus pantalones.- N-no pienses en él, sólo concéntrate aquí...

Se regañó a si mismo tomando su ligera erección, sintiendo escalofríos por todo su cuerpo y así comenzó. Sus piernas pronto estaban temblando cuando apenas llevaba unos minutos en acción, trataba de nublar su mente.

#little lies ;; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora