#little lies ;; minsung

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- ¿Ya me soltarás? - Habló luego de caer en cuenta de lo extraño que estaba siendo ese momento, literalmente iba de la mano con su cuñado.

- Oh, si, lo siento...- Jisung río y terminó por separar sus manos, estaban ya dentro de la tienda y miraba todo a su alrededor impresionado.- Wow, conozco todas estas marcas...

Sin importarle lo que había pasado anteriormente camino entusiasmado por los pasillos de la tienda, recordando Canadá y lo que solía comer allá.

Minho lo miraba muy indignado, quería explicaciones antes de dedicarse a las compras.

- Hey, Jisung ¿Porqué hiciste eso? - Tomó valor de preguntarle luego de pararse frente a él, era la primera vez que estaba encarando a su cuñado pero no dejó que se viera lo nervioso que se sentía.

- ¿Qué hice? - Minho frunció el ceño irritado.- Está bien, lo siento... Era necesario, había una chica que estaba acercándose a ti muy coqueta...

- ¿Y?

- Estás comprometido... ¿Con mi hermana? Vigilaba que no sacaras los pies del plato.- Bromeó haciéndolo reír.

- Está bien... Cariño.

Si bien Minho continuó su propio juego, al oír ese apodo salir de sus labios fingió una sonrisa y se volteó para ocultar sus mejillas rojas, por otro lado el mayor no había comprendido del todo lo que Jisung había hecho para evitar que dicha chica se acercara.

Podría haberlo hecho caminar más rápido o hasta él mismo pudo haberla rechazado amablemente ¿Porque habia fingido ser su novio?

Esa pregunta y otras ideas aún más extrañas cruzaban por su cabeza haciendo que sienta nuevamente esas cosquillas en su cuerpo.

Acarició con sus dedos la palma de la mano que antes había estado acompañada de la de Jisung, tratando de recordar su tacto una vez más y pensando en cómo extrañamente había disfrutado de sentir sus manos entrelazadas de esa manera. 

- Hey Chef, encontré el queso que necesitamos...- Salió de su ensoñación cuando el menor lo llamó de pronto. Caminó hacia él sintiendose muy agitado. 

Creyó que llamaría la atención de Jisung al verse tan nervioso, pero no pasó mucho tiempo para que entre en confianza de nuevo. Todo gracias a escucharlo hablar acerca de sus anécdotas en Canadá o sobre aquel puesto cerca del local donde trabaja, había afirmado que es el mejor lugar para comer Poutine.

Dijo que en muchos restaurantes lo vendían pero los mejores siempre se servían en puestos pequeños o callejeros, y qué no había día en el qué no comprara una porción porque realmente era de los mejores platos que tenía ese país. 

Cuando contaba algo con esa emoción Jisung solía verse muy adorable ya que actuaba cómo un niño pequeño, y el mayor estaba escuchando muy atento disfrutando de ello.   

Luego de que pasaran unos minutos hablando de la comida, un señor un poco anciano se acercó a preguntar por sus pedidos. Era el dueño de la tienda y también era Canadiense, escuchó al menor hablar en inglés con un lindo acento.

Se había alejado un poco dando espacio a que Jisung siga charlando con el dueño, ahora parecían hablar en francés y bromeaban mucho porque ambos reían. Después de unos minutos en los que Minho terminó por tomar otros productos necesarios, se acercó a ambos para ir a la caja a pagar.

Él intentó encargarse de todo pero Jisung no se lo permitió, además que luego de la charla con el hombre éste había decidido darles una pequeña rebaja. Rápidamente con todo listo salieron del local.