6

2K 240 39
                                    

Había pasado casi una semana de la última conversación, no habían vuelto a hablar tanto como esa vez.

Se saludaban, compartían algunas frases y listo. Ante otros ojos parecían llevarse mal pero no era eso, simplemente no eran cercanos. Por ahora.

Los dos cuidaban mucho de Ryujin, a tal punto de parecer competir por quien la cuidaba mejor y ella misma comenzaba a irritarse por tanta atención. No sabía si eran las hormonas o el hecho de que si eran fastidiosos, pero prefería mucho más el estar sola que con alguno de ellos.

Minho volvía del supermercado luego de hacer unas compras para la cocina, hoy quería preparar algo para la familia ya que en unos días comenzaría sus clases nuevamente. Así que mientras ordenaba todo en su lugar apareció la Sra. Han y se sorprendió al verlo.

- Minho... Ya te dije que no tienes porqué hacer esto, tenemos servicios...

- Lo sé, Sra. Han.- Le respondió con mucho respeto y tratando de convencerla.- Déjeme cocinar hoy, por favor, tengo algo muy delicioso planeado...

- Sólo por hoy.- Le respondió luego de un suspiro resignado, a ella no le molestaba pero a su esposo tal vez si.

Sonriendo continuó con la organización de ingredientes y pronto algunos empleados se acercaron ayudarle aunque trataba de no darles mucho trabajo. Finalmente se sentía en casa, es que la cocina era su lugar.

En unos minutos la casa pudo llenarse de unos aromas exquisitos que despertaron el hambre en todos los miembros de la familia.

El primero en bajar obviamente fue Jisung y corrió a la cocina a preguntarle a algún empleado sobre la comida pero se encontró con Minho cortando algunas verduras y llevándolas a una olla, todo allí olía delicioso.

El menor dudó en acercarse pero terminó por caminar lentamente hacia él e intentar ser amable, lo observó de cerca mientras trabajaba concentrado en lo suyo.

Le pareció muy adorable cómo olió unas hierbas y sonreía para luego añadirlas a la sopa, se veía feliz. Realmente lo disfrutaba.

- Huele bien...

Dijo de pronto haciendo que Minho saltara del susto, pero luego le sonrió algo confundido. Y es que no se había percatado de su presencia hasta que habló, ello lo había hecho pensar sobre cuánto tiempo pudo haberlo estado observando ya que Jisung amaba hacer eso.

Sólo para intimidar, claro.

Pero no quería ignorarlo porque podría verse grosero, así que espero unos minutos luego de lo último dicho por su cuñado y se acercó a él con una cuchara.

- Prueba.- Llevó la cuchara a sus labios y Jisung dudando abrió la boca y tomó el bocado de sopa. Estaba muy delicioso.- ¿Está bien?

- WOW, está genial... Es muy rico.- Le respondió con sus típicas expresiones exageradas que lo hacían ver divertido.

- Que bien...- Sonrió orgulloso y siguió cocinando, ahora sólo con Jisung en la cocina ya que hace unos minutos que les había dicho a los empleados que podían retirarse porque podía acabar solo.

Quería que descansen un poco, hacer la comida 3 veces al día durante la semana y los meses, y los años, si que debía ser muy cansado. Así que se tomó el atrevimiento de darles un tiempo para recuperarse.

Jisung pudo admirar a Minho todo el tiempo que le llevó terminar la comida y la sopa. Se veía muy apetitoso todo lo que había preparado, tanto que su mirada deseosa había hecho que el chef le de unos bocados antes de llevarlo a la mesa.

#little lies ;; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora