La comida que le haría a Jisung había quedado suspendida unos días pero al menor no le había molestado.
Entendia que ahora que Minho había comenzado sus clases no tendría tiempo de ir de compras. Aunque si había hecho otros platos exquisitos desde que empezó a encargarse de la cocina.
El menor disfrutaba de observar a Minho cocinar, siempre lo hacía desde un rincón. Su cuñado no entendía porqué lo hacía pero dejó de importarle o ya no le molestaba tener su mirada siempre fija en él, se terminó acostumbrando.
Además el que esté ahí frecuentemente le agradaba porque solían conversar sobre temas de cocina.
No era de los temas favoritos de Jisung, pero cuando el mayor le explicaba distintios conceptos culinarios no podía dejar de escuchar y prestaba atención.
Sus padres también sentían curiosidad por cómo andaba detrás del novio de Ryujin tanto tiempo y siempre les respondía que quería mantenerlo vigilado para conocerlo mejor, ya que precisamente, iba a casarse con su hermana.
Para ser honestos a Han no le terminaba por agradar la idea de la boda, al principio fue por obvias razones, pero ahora que había conocido a Minho e incluso viendo a Ryujin feliz, seguía sin aceptarlo.
Talvez se debía a que ella era muy jóven, o que había un bebé de por medio y temía que los estén presionando, también por sus estudios o que perdería muchos de los momentos más importantes de su juventud. Todo ello lo atormentaba, desde un inicio había sido así.
Y por más que había comenzadoa confiar en que Minho haría un buen papel cómo esposo y padre, el sólo hecho de imaginarlos casarse lo incómodaba mucho.
Supuso que eran los celos de hermano mayor y pensó que pronto eso cambiaría.
Por otro lado se encontraba feliz por el tiempo que pasaba con Ryujin cuando su novio iba a estudiar, prácticamente solo veían TV juntos en la sala pero amaba las pequeñas charlas que compartían antes de que ella suba a dormir cómo todas las tardes.
El embarazo la volvió muy perezosa y siempre pedía estar sola, a su hermano obviamente le incomodaba el hecho de que sólo dejara entrar a su habitación a Minho cuándo tenía esos berrinches.
Justo ahora que ella había subido, intentaba distraerse en la TV pero no lo lograba ya que Jisung era alguien activo y estar sentado todo el día, por más que salía a ejercitarse en las mañanas, en serio lo estresaba.
Extrañaba muchas cosas de Canadá, el tiempo que pasó allá descubrió que era su lugar en el mundo, y aunque al irse seria dificil dejar a su familia y a Ryujin nuevamente, era lo que debía hacer. Ahora ese era su hogar.
Iba a dedicarse a seguir pensando que ello cuando su celular comenzó a sonar. Al principio no sabía quién era "El maldito" que llamaba, no recordaba a quién había agendado así, pero contestó igual.
- ¿Jisung?
Oh, cierto. Era Minho.
Cuándo viajaba a casa había visto que su padre agregó su número al grupo familiar y lo había agendado con sumo enojo.
- ¿Qué tal, Minho?
- Eh... Todo bien, llamo porque ¿Recuerdas que me pediste que te preparara Poutine? Bueno yo... descubrí una tienda que vende procuctos Canadienses y pens- Dios, callate Changbin. Perdón, yo pensé que podríamos ir, no está tan lejos a mi Uni.
- Listo, mándame tu ubicación, voy para allá.- Jisung le respondió con emoción y cortó rápidamente.
Minho suspiró y envió lo pedido rápidamente para luego guardar su celular bajo la atenta mirada de sus dos amigos.- ¿Que dijo él, Hyung?.- Seungmin habló primero.

ESTÁS LEYENDO
#little lies ;; minsung
Fanfiction*** Jisung regresaría a su hogar después de haber estado años estudiando en Canadá, la razón era la sorpresiva noticia del embarazo de su hermana menor, y de su matrimonio... Como su hermano mayor debía estar presente en ese gran momento, y además s...