Hyunjin veía a su hyung guardar su ropa en una de sus tantas maletas, observaba su rostro tratando de saber como se sentía pero el semblante del mayor era neutro.
Él era experto en esconder sus sentimientos de esa manera, y cuando había terminado de alistar la última maleta se quedó estático mirando su habitación. Comenzó a sentir nostalgia por dejar su hogar.
- Minho hyung... - Hyunjin intentó acercarse a su hermano pero este se alejó apenas lo sintió cerca, para tomar su abrigo e irse.- Lo siento mucho...
Dijo en un susurro mientras lo veía llegar a la puerta, de pronto Minho dejó de caminar porque estaba sintiendo mucha pena al tratar así a su hermano, aunque tenía suficientes razones.
- Esta bien, Hyunjin... No pasa nada.- Dijo y se marchó dejando al menor llorando porque que se sentía muy culpable, no entendía como es que su hermano estaba ayudándolo cuando él había cometido un error terrible, una traición como esa no se perdona.
Minho ya estaba frente al taxi y sus padres lo despidieron con un abrazo diciendo que irían muy seguido a verlo, también a coordinar con los padres de Ryujin temas acerca de la boda.
No estaban decepcionados del todo, se sentían tranquilos de que él haya tomado la responsabilidad del caso, algo que muchos jóvenes no hacían.
Aunque de igual manera tenían miedo de cómo lo tratarían los padres de su novia, al principio se negaron a que él viva en su gran casa pero terminaron permitiéndolo porque ellos tenían mejores recursos para mantenerlos en la relación y la crianza de su bebé.
Ahora Minho observaba las calles pasar por la ventana del auto en movimiento y su corazón dolía mucho, pero no diría nada, el quería mucho a Ryujin y era su deber estar ahora más que nunca junto a ella. Tenía que prepararse mentalmente para todo lo que venía, iba a ser padre y eso no sería algo fácil.
Nunca pensó que le pasaría eso tan rápido, ni siquiera estuvo en sus planes antes.
¿Debería dejar sus estudios ahora? Era lo último que quería, pero era seguro que no podría enfocarse mucho en su Universidad al ocuparse más de su futura esposa.
Quería huir, el no debería estar pasando esto, pero no había más opción si no quería arruinar la juventud de alguien más.
- Llegamos...
La voz desconocida del taxista lo asustó, con su ayuda pronto bajó sus maletas y se quedó parado frente a la gran casa de los Han, estaba tan aterrado que sentía que se caería en cualquier momento por sus piernas temblando.
Con sus manos sudosas tocó el timbre y a los segundos una empleada abrió, con una reverencia le dio la bienvenida y llamó por quienes le ayuden con sus pertenencias. No pasó mucho tiempo cuando Ryujin apareció con sus padres a su lado.
Pudo ver sus ojos tristes y llorosos, tenía una expresión cansada y a la vez asustada pero el hecho de que evitaba contacto visual mostraba su sentimiento de culpa.
Odiaba tanto sentirse y que lo vean como el "pobrecito" de esta historia.
- Minho, bienvenido... Espero que te sientas cómodo con nosotros.
- Buenos días, Sra. Han... Así será.- Dijo de manera respetuosa haciendo una reverencia, el Sr. Han le dio un apretón de manos y Minho se sintió intimidado por su mirada pero trató de verse tranquilo.
Le dijeron que habría un desayuno, y que debía prepararse para ello así que subió a su habitación, la que por ahora era la de invitados. No compartiría habitación con Ryujin hasta que estén casados y eso lo tranquilizaba, aunque de igual manera estaba a unos pasos del cuarto de su novia ya que tenía que cuidarla.
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#little lies ;; minsung
Fanfiction*** Jisung regresaría a su hogar después de haber estado años estudiando en Canadá, la razón era la sorpresiva noticia del embarazo de su hermana menor, y de su matrimonio... Como su hermano mayor debía estar presente en ese gran momento, y además s...