Ególatra

XXVI

El amor puede ser una de las sensaciones más bellas del mundo; puede, pues depende la persona que lo sienta. A veces te hace sentir increíble, deseoso de más y sientes que estás en el paraíso pero ¿realmente estás en el paraíso? ¿Que pasaría si el amor solo fuera una probada de lo que más adelante desearás dejar de sentir?

———

Abrió la puerta dejando ver un desastre adentro, alzó las cejas pues la casa nunca se encontraba en ese estado, depositó las llaves en la mesa y siguió recorriendo el espacio olvidando todo lo meditado en el auto. Vió el reloj que marcaba las 11:28 pm.
Sintió unos brazos voltearlo "bruscamente" para después rodearlo y alzarlo. Se encontró con esos ojos verdes que no había visto en un mes.

Ni un mensaje, una llamada. Había decidido darse un tiempo para pensar las cosas mejor pero esa maldita sonrisa, fuera la decisión que fuera, lo hacía perder el sentido de la cordura.- Llegaste, perdóname por favor, fui un idiota déjame enmendar esto-
Al escuchar esas palabras solo pudo pensar en una cosa

-¿Enmendar que?-

Se soltó del agarre del ojiverde haciendo que este soltara un suspiro de ¿miedo?.
Para cuando se dio cuenta estaba de rodillas implorando que lo dejara hablar y arreglar todo lo que dijo, sus palabras y acciones. Millones de pensamientos pasaron por su cabeza y de nuevo; solo uno se quedó pasmado en esta.

-¿Enmendar que?-

Subió la vista para librarse de la del ojiverde, se arreglo el sweater que había sido movido debido al "abrazo" que habían tenido hacía dos segundos. Suspiró deja de salir una oleada de aire. Normalmente se pondría nervioso y lloraría, se pondría tembloroso, jugaría con las mangas de lo que trajera puesto y solo trataría de evitar la mirada de quien estuviera frente; sin embargo no lo hizo, ¿que era eso? ¿seguridad?. Hacía ya tiempo que no sentía segurista en momentos difíciles o trascendentales, siempre estaba el miedo de podrías equivocarte Louis asechando junto con el cuando te arrepientas ya no será fácil y no era que ahora no estuvieran presentes... era solo que justo ahora había decidido por primera vez en su vida... ignorarlos.

-Levántate- aunq voz fría, brusca y fuerte salió de el. Cualquiera se sorprendería, Harry se sorprendió, se incorporó y con una mirada confusa asintió dándole paso a continuar- Tengo que decirte algo

El rizado asintió tembloroso, se dirigieron al sillón y se sentaron con un asiento de diferencia. El ambiente era pesado, hostil, se sentía como cuando debías de estar con la chica que te hacía burla en la escuela sola en un salón. El silencio reinaba, Louis trataba de acomodar sus ideas, sus palabras ¿por donde podía comenzar? ¿por donde debía comenzar?

-Cre- creo que entiendes que.... dijimos, bueno - mofó- dijiste cosas que du-duelen ¿verdad?- Recibió una mirada de confusión y un asentimiento, no esperaba un permiso para continuar o algo por el estilo pero quería asegurarse que entendiera lo que estaba pasando.

>>>No se- suspiró. Harry solo jugaba con sus dedos como un niño asustado por una prueba. Se podía notar el sudor en su cuello y esas ojeras que demostraban que no había dormido bien. Quiso dejar atrás la conversación y decirle que fuera a descansar mientras le hacía un té pero... no debía hacerlo- No se en que momento me perdí

El rizado trató de hablar abriendo la boca pero lo detuvo con un movimiento de mano permitiéndole seguir, no quería opiniones o comentarios, quería hablar, expresar lo que se había guardado ese tiempo- No se por qué dejé cegarme, no esto6 seguro si siempre fuiste así .... o si de un momento a otro cambiaste- Tragó saliva dejando que los nervios se apoderaran de él, de nuevo el puedes estar cometiendo un error cubrió su mente, pero ya era tarde, ya había comenzado y había tomado la decisión.