Ególatra

XXXII

-¿Que?¿Co-? ¿Cuando? ¿Porqué nunca nos dijeron qué pensaban adoptar?- Balbuceó con las manos temblorosas, sabía que sus amigos estaban casados y que se amaban demasiado, en realidad eran el tipo de relación a la que aspiraba pero en ningún momento mencionaron la adopción, o dedujo eso al ver que Niall tuvo la misma reacción que el.

-No habíamos querido decir nada hasta tener el permiso, sabes, así no haríamos ilusiones- Thomas abrazaba a Dylan quien había vuelto a llorar y en cierto modo lo entendía ¿quien no se pondría feliz?

-Pues... dios felicidades chicos, merece una celebración digo yo-

-Niall no vamos a beber hoy-

-Que aburrido- El rubio volteó los ojos mientras sacaba su celular- entonces vamos a ver una película ¿les parece?- Todos asintieron, había pasado un tiempo desde la ultima vez que fueron a ver una todos juntos y si no celebraban con alcohol al menos que fuera con una tradición.

Compraron los boletos para la función de las ocho de la noche y mientras comenzaba fueron a tomar un café para que les contarán todos los detalles de la adopción. Al parecer llevaban tres meses intentándolo , la única persona que lo sabía era Louis pero, debido a ciertos acontecimientos ya no lo recordaba.

———

-Oh gracias el príncipe me dio el paso no se vaya a cansar- Bajó el vidrio mientras pasaba a un lado del carro deportivo- ¡Imbecil!- Y siguió su camino.

Había tenido una mañana agitada en la oficina y para almorzar decidió y a comprar galletas

¿era un mal almuerzo? si

¿le importaba? no

Al llegar estacionó y entró a la tienda para dirigirse a cierto pasillo donde se encontraban esas galletas que tanto le encantaban. Cuando las encontró se encaminó a la caja para pagarlas pero algo, más bien alguien arrebató su concentración. Era ese chico, del supermercado ¿Mike, no? Estaba de nuevo con la pequeña solamente que ahora esta se en in traba dormida en su regazo, al lado de el había un carrito con wow unas diez cajas de galletas, si le había quedado alguna duda sobre qué le gustaba consentir a su sobrina ahora ya no había ninguna.

El aspecto de Mike era demacrado, como si no hubiera dormido nada, se le veía demasiado cansado, tal vez no era buena idea ir a hablarle para retenerlo más sin embargo algo le dijo que lo hiciera.- Hola Mi-Mike- El chico se dió la vuelta sorprendido y esbozó una sonrisa.

-Harry, dios hola no esperaba verte

-Veo que escuchaste mi consejo de las mejores galletas- Dijo dando una mirada al carrito y pudo notar como el chico de ojos azules se sonrojaba un poco. Hasta ahora se daba cuenta de la apariencia de Mike, era muy alto (un poco más que Harry) y delgado, ojos azules y piel pálida, atractivo- Si, esto, Bella quería y digamos que nos volvimos un poco locos al momento de escoger cuales llevar-

-¿Le dices Bella?

El chico asintió mientras acariciaba lentamente los rizos de la pequeña. -Siempre le han dicho así-

Pasaron unos minutos hablando de cosas banales para luego intercambiar números, realmente el ojiazul era bastante agradable. Pagaron y se despidieron para ir a pagar. El camino a la oficina fue tranquilo. Al llegar su asistente le dejó unos papeles, correspondencia tonta seguramente así que no la revisaría hasta mañana, por lo pronto debía arreglar algunas (muchas) cosas como contratos y préstamos inconclusos. También estaba esperando una reunión con un empresario para una propuesta de trabajo la cual no iba a aceptar, desde el último negocio que hizo decidió no volver a trabajar tan personalmente con otras empresas.