Ególatra

XXXI

Necesitaba salir. Pero no salir a beber como siempre, necesitaba conocer personas, hacer amigos, no podía quedarse en una ciudad solo sin nadie, había eo,ideado todo el día en la oficina pensando donde conseguir algo de compañía y se había regañado a si mismo al pensar en "compañía" como si los amigos fueran perros.

Realmente los amigos que tenía se debían a la escuela, la universidad o antes o... a Louis. Pero dado el caso de que ya no se encontraba en Londres y todos sus amigos lo habían comenzado a despreciar a raíz de las peleas con el castaño, su lista de amistades se podía contar con los dedos de una mano, y le sobraban cinco.

Necesitaba despejarse un rato de esos pensamientos pero ¿como? ya no tenía trabajo que hacer en la oficina y apenas eran las dos de la tarde, nunca terminaba a esa hora. Pensó en que sería una buena idea ir al apartamento y hundirse en su propia miseria hasta que recordó que para hacerlo necesitaba comida y agua cosas que escaseaban en ese momento en su refrigerador y tomó la decisión de ir a supermercado.

Le encantaba ser "anónimo" en Los Angeles, en Londres era muy reconocido y era usual encontrarse a personas que lo conocían y "entablar" conversaciones con ellos (cosa que odiaba). Al llegar al supermercado se dirigió por un carrito y comenzó a recorrer los pasillos de este en busca de esas galletas que tanto le fascinaban.

Cuando por fin de veinte minutos las encontró solas en un estante y se dio. uñeta que eran las últimas casi saltó a ellas para agarrarlas, con lo que no contaba era que alguien haría lo mismo así que chocó con el cuerpo de un chico haciendo que ambos cayeran al suelo.

-Fíjate por donde caminas- Escuchó mientras se sobaba el brazo a causa del impacto

-¿Yo fijarme donde camino? Tú fuiste el que se cruzó

Ambos se levantaron del su limpiándose la ropa. Al sus miradas y las retuvieron por unos segundos esperando una disculpa, cosa que nunca llegó. Harry se vio tentado a reclamar por esto pero ya no tenía ocho años ya era un adulto y debía de comenzar a comportarse como tal. Después de un minuto sin decir nada el silencio incomodo se transformó en unas miradas tratando de contener una risa.

-¿También estabas esperando una disculpa?- Dijo el chico y asintió mientras reía lo que hizo reír al otro- Si bueno, estuve tentado a reclamar pero ya-

-Ya somos adultos- completó Harry

-Eso, mucho gusto soy Mike Haward

-Harry Styles, deben gustarte tanto estas galletas como a mi- El chico negó sonriendo

-No, son para mi sobrina, se está quedando conmigo y me gusta consentirla y esas son sus favoritas, yo no como galletas- Genial se había topado con un posible entusiasta del ejercicio.

-Bueno tómalas realmente no estoy deses- Se desconcertó al ver la repisa sin las galletas ahí. Le dio una mirada rápida a Mike quien también se encontraba confundido. Al ladear la vista pudo ver a una señora caminando en dirección opuesta a ellas leyendo la información de estas. Genial ahora ninguno tendría las galletas.

-Bueno, ni modo supongo

-Si

El silencio se hizo y ahora se sentía tenso de nuevo, genial por fin hablaba con alguien nuevo y no sabía qué mierda decir, grande Harry. Mike abrió la boca pero fue interrumpido por un grito bastante agudo haciendo que ambos voltearan encontrándose con una pequeña niña tratando de alcanzar un cereal. Mike rápidamente se encaminó a ella y Harry no tuvo una mejor idea que seguirlo, al llegar a ella el "desconocido" ayudó a la pequeña a alcanzarlo y después la cargó.

-Supongo que ella es tu sobrina- Mike asintió y de repente el rizado sintió un manotazo en su brazo

-Isabella!! Lo lamento Harry así juega pero no entiende que no se debe hacer con desconocidos- Puso énfasis en la última frase mirando con los ojos abiertos a la pequeña que ahora sabía se llamaba Isabella, fue bastante tierno, en realidad parecían padre e hija.