IX

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AMY HOWKINS.

Abner y yo estábamos en su auto, yo estaba sentada en el lado del copiloto. Estábamos en silencio, un silencio bastante incomodo. Cuando llegué a la escuela, él ya me estaba esperando en la entrada, me obligo a subirme a su auto, y ahora ambos estamos en silencio. No sabia que decir, incomoda era algo muy corto a como me sentía en estos momentos. Había pensado en salir de aquí, pero el muy imbécil le puso el seguro a las puertas.

—Me enteré de tu amenaza — rompí el silencio. Abner me miró y luego soltó una risa burlona.

—No era una amenaza, Amy — podía notar la burla en su voz. Lo miré ceñuda —. Solo son las distintas opciones que tienes. Solo dime, ¿Cuál es la decisión que piensas tomar?

Y esto es a lo que temía, no quiero tomar una decisión, porque sea la decisión que tome sé que me afectará.

—No voy a regresar contigo — lo dije de manera seria y segura. Aunque por dentro me estén temblando hasta los intestinos.

—Bien — lo miré, curiosa y confusa —. Pero, ¿Qué dirá tu madre? Hasta donde tengo entendido ella me adora, ¿le dirás el por que terminamos?

—Ella lo entenderá.

—¿En serio? — su mirada era burlona —. Ella nos veía futuro, ¿no es así? Ella quiere que estés conmigo, porque sabe que jamás te abandonaría como lo hizo tu pad...

—Cállate — le advertí. Tenia un nudo en la garganta y mis ojos me picaban, quería llorar —. Yo no quiero una relación a base de engaños, Abner.

—Como sea — bufó —, es tu decisión.

***

Íbamos caminando por el pasillo, todos los que estaban ahí se nos quedaban viendo. Algunos tenían una sonrisa, otros me miraban con lastima y otros murmuraban entre ellos. Quería llorar, gritar, irme de aquí y encerrarme en mi habitación el resto del año. Abner pasó un brazo sobre mis hombros y me pegó a él. Pasamos a lado de Madison, la expresión de la chica era de imaginarse, estaba molesta, dolida y confusa. Yo me sentía igual que ella, solo que por diferente razón.

—Si sonrieras un poco la gente no nos vería así — murmuró, Abner.

Lo miré y sonreí, él me regresó la sonrisa.

Nos detuvimos frente a mi salón, los pocos que estaban ahí dentro se nos quedaron viendo. Esas miradas no fueron las que me importaron, las que si fueron las de mis amigas. Las gemelas parecían molestas, Agnes me miró con lastima, Emma solo apretó los labios, pero en su mirada podía ver la comprensión. Quité mi mirada de ellas y la fijé en Abner, él tenia una sonrisa falsa, obvio. Llevó sus manos a mi cintura y me atrajo hacia él, sin decir nada, me besó. Le seguí su estúpido juego y le respondí el beso. Por dentro estaba llorando y gritando, sentía asco y repulsión hacia él. Este beso no se sintió como el que me dio hace tan solo una semana, esta vez se sintió forzado y sin nada de amor y cariño, lo único que sentí fue asco y odio. Se separó de mí, llevó una de sus manos a una de mis mejillas y con su pulgar la acarició.

—¿Viste como se pueden hacer las cosas bien sin hacer un escándalo? — seguía sin quitar su sonrisa —. Para que veas que no soy tan malo, te dejaré estar con tus amigas en el receso.

—Gracias — dije en un hilo de voz.

Me dio un beso en la comisura de mis labios para después decir:

—Nos vemos en la salida, cariño.

Pegó la vuelta y se fue, dejándome ahí parada a mitad de pasillo. Mis piernas me temblaban, quería vomitar y llorar. En mi vida había sentido tanto odio por alguien, siempre he tratado de ver el lado bueno de las personas, tratar de no odiar a nadie, pero, Abner, él era la excepción.

KENNETH & AMY [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora