KENNETH & AMY [TERMINADA]

XVIII

Amy Howkins.

La escuela cada vez se me hace mas pesada, bueno, realmente son lo profesores. Desde la última vez que visité a la directoria los profesores se han convertido en una molestia para mi existencia. Cada vez son mas exigentes y gruñones. No tengo ni la menor idea de que fue lo que la directora les dijo a los horribles de mis maestros, pero sea lo que les haya dicho, los ha convertido en lo peor. Siempre están al tanto de lo que hacemos las niñas y yo, parecen policías. Bueno, ni mi madre me tiene tan vigilada como los profesores y la directora.

Las niñas, Kenneth y yo estamos acostados en el pasto del patio trasero de la escuela, hoy decidimos familiarizarnos con la naturaleza y dejar a un lado la cafetería. Emma vino hoy, pero sigue sin hablarme, en este momento no sé donde está. Dijo que iba al baño, pero eso lo dijo hace quince minutos. Como sea, le daré su espacio.

—¿Qué haremos este fin de semana? — dijo, Agnes. Todas la miramos raro —. Mis padres no van a estar todo el fin de semana, necesito distraerme un poco.

—Uy, la otra vez vi que hay unas cascadas a unas horas del pueblo — dijo Alia, parecía muy entusiasmada —. Podemos quedarnos a acampar el fin de semana y regresar el domingo en la noche, ¿qué les parece?

—No suena mal — Agnes se encogió de hombros —. ¿Amy?

—Ah... no sé — me rasqué la nuca —. Tendría que hablar con mi madre.

Agnes asintió, luego dirigió su mirada a Kenneth.

—Kenneth, deberías ir con nosotras.

Él parecía estar pensando en que decir. Estaba acostado boca arriba, sus ojos estaban cerrados, sus manos estaban en su nuca, se veía muy sereno. Sabía que iba a decir que no o que tendría que consultarlo con sus papás. Regresé mi mirada a Agnes, ella estaba esperando la respuesta del chico.

Ni yo misma sabía si iría o no. Primero, mi mamá me castigó por lo que pasó esta semana que no estuvo en casa. Segundo, tengo que cuidar a Kenneth, le prometí a su padre que estaría con Kenneth mientras él trabajaba. Al señor West tampoco le agradan sus sobrinos, sigo preguntándome, ¿qué habrán hecho para ganarse ese odio? Como sea, no es mi asunto.

—Lo pensaré — fue lo único que dijo.

Agnes no dijo otra cosa, ella solo asintió. No le gustaba presionar a la gente. Las niñas empezaron a hablar sobre el que harán el día de hoy. Agnes iba a salir con un chico. Las gemelas dijeron que irían con sus primas a lo bolos. Yo me iba a unir a su platica, pero mi celular vibró, cuando revisé la notificación vi que era un mensaje de Abner. Miré rápido a las chicas, ellas seguían metidas en su platica, regresé mi mirada a la pantalla.

Abner:
¿Podemos hablar?
10:30 a.m.

Miré a mi alrededor, pero no lo encontré por ningún lado. Él y yo no tenemos nada de que hablar. Borré la notificación y me concentré en mi desayuno, había traído un sándwich. Cuando le di la primera mordida al sándwich mi celular volvió a vibrar.

Abner:
Será rápido, lo prometo.
10:32 a.m.

Iba a dejarlo en visto, pero me llegó otro mensaje de él.

Abner:
Te espero en el salón de historia, no tardes.
10:32 a.m.

Miré a Kenneth, él parecía estar metido en sus propios pensamientos. Se había puesto sus audífonos. Me acerqué a él y le quité un audífono

—Ya vuelvo — susurré. Él abrió los ojos —, voy al baño.

Él asintió y volvió a cerrar los ojos, le coloqué su audífono y luego me paré. Las chicas dejaron de hablar y se me quedaron viendo. Recogí mi mochila y metí mi sándwich a ella, después me lo terminaría.