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“Sin lluvia no hay flores”

Amy Howkins.

Me dejé caer en la silla, de manera agotadora. Lo único que nos había dicho el doctor fue que Kenneth estaría bien, había recibido varios golpes y por el momento no iba a reaccionar. Si no lo hubiéramos traído a tiempo él…mejor no pensaré en eso. Reaccionamos a tiempo y él estará bien.

La directora ya había llegado, nos dio una mirada fría a Emma y a mí antes de dirigirse con los padres de Kenneth. La enfermera tuvo que regresar a la escuela, nos había pedido ir con ella, pero Emma y yo nos negamos. Emma se ofreció a ir a dejarla y luego regresaría al hospital.

Dejé caer mi cabeza hacia atrás y luego cerré los ojos. Estaba claro que Abner estaba detrás de todo esto, no pudo haber sido solo una coincidencia. Sus palabras aún me siguen dando vueltas en la cabeza: “Tú serás mía de una manera u otra. Así tenga que despejar el camino por mi propia cuenta.” ¿Qué le cuesta entender que yo ya no quiero nada con él? Kenneth no tiene por qué ser el afectado, él no tiene nada que ver.

—¿Por qué presiento que usted está metida en todo esto, Howkins?

La voz de la directora hizo que abriera los ojos, la tenía frente a mí. Su mirada parecía molesta. Estaba cruzada de brazos, esperando una respuesta.

—Para su información, yo no estoy metida en eso.

—Entonces, ¿Qué hace aquí y por qué no asistió a las últimas clases? — no supe que responder. Una pequeña sonrisa de satisfacción se dibujó en el rostro de la directora —. Me informaron que usted fue testigo de lo que le hicieron al joven West. Estabas bajo advertencia, Amelia. Estás expulsada de mi instituto.

Esas últimas cinco palabras hicieron que mi respiración se detuviera. Esa bruja no podía expulsarme sin tener pruebas.

—¿Dónde estan las pruebas, directora? — dije un tanto nerviosa —. Si no hay pruebas usted no me puede expulsar.

—Tengo testigos, Abner y dos de sus amigos — me mordí la lengua para no hablar —. Sus amigas dijeron que Abner era el culpable, bien, ya lo suspendí. Abner dijo que usted fue testigo y no lo ha culpado, eso es encubrir al responsable de todo esto. Ya estabas advertida con que una más y te ibas de mi instituto.

—Pero yo…

—Sin protestas.

—Déjeme hablar, yo…

—!Sin protestas, Howkins¡

Me dio una última mirada y luego se dirigió al otro lado del pasillo para sentarse en una silla.

Ya había pasado una hora y aún seguíamos aquí en espera a que Kenneth despertara. El señor West me había dicho que me fuera a casa y él me avisaba en cuanto Kenneth reaccionara, pero me negué. Le avisé a mi madre que hoy llegaría un poco tarde, ella me dijo que cuidaría a Néoba mientras yo no esté.

Dos…Tres…Han pasados tres horas y yo sigo aquí aplastada en una silla en la sala de espera del hospital. Los padres de Kenneth, y Taylor fueron a la cafetería de aquí para poder comer algo. Emma ya había regresado, estaba sentada a un lado mío, las chicas igual vinieron en cuanto pudieron, todas nos encontrábamos en silencio. La directora se disculpó con los padres de Kenneth y luego se fue excusándose con que tenía trabajo y cosas que hacer.

Los padres de Kenneth, y Taylor regresaron y antes de que se pudieran sentar el doctor hizo acto de presencia, llevándose la atención de todos. El señor y la señora West se acercaron al doctor, este les dijo algo que no alcancé a escuchar. Pero pude ver la cara de alivio de los mayores, las niñas y yo nos los quedamos viendo, un tanto confundidas. Pero esa expresión duró muy poco, porque las palabras que salieron de la boca del señor West nos sacaron una gran sonrisa a todas.

KENNETH & AMY [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora