El Soldado Del Viento

Capítulo 20.

*Nota de la autora: Hola a todos de nuevo! Aquí os dejo otro capítulo aunque no me acaba de convencer mucho como ha quedado pero espero que os guste. Muchas gracias a todos los que leéis la historia, es muy gratificante ver que cada día sois más y que os gusta la historia.

Gracias una vez más por vuestros votos, vuestros comentarios y vuestra paciencia que me animan a seguir escribiendo.

Además quiero dedicar este capítulo a @thescientist2693 muchas gracias por tus mensajes y gracias por supuesto por leer la historia espero que este capítulo te guste y haya merecido la pena la espera.

Quería deciros que últimamente Wattpad ha tenido algunos problemas con los nuevos capítulos y hay a gente que no dejaba leerlos si teneis algún problema no dudéis en poneros en contacto conmigo e intentaré ayudaros :)

Espero poder subir pronto aunque no prometo nada porque Mayo y Junio van a ser meses muuuy ajetreados para mí.

Besos!

No fue fácil para ninguno levantarse sabiendo que había que volver a las clases. Sobre todo teniendo en cuenta que la nieve persistía en las aceras incitando a mis hermanos a quedarse jugando con ella.

Me puse un poco de maquillaje para tapar el moratón que seguía de un color morado intenso, pero no me preocupaba en exceso puesto que había visto cosas mucho peores en las aulas y había estado en situaciones mucho peores, por ejemplo cuando tuve que ir al instituto con las muletas por el disparo.

Al dejar a mis hermanos en sus clases me dirigí a mi clase donde se agolpaban todos los chicos contando sus hazañas en los cursos militares que había hecho en vacaciones, y las chicas en cambio cuchicheaban y se lamentaban de su mala suerte.

No es que me lleve bien con mucha gente de clase así que como casi todos los días me siento al lado de Elisa la cual me saluda con una leve sonrisa.

-Falta mucha gente, ¿no?- digo dejando la mochila sobre la mesa.

Se acerca a mí disimuladamente y tras comprobar que nadie la observa susurra muy bajito:

-Hay rumores de que a Lucas y a Jaime les dispararon.

Me quedo en silencio como rezando para que estén vivos. Eran buenos chicos, siempre estaban bromeando y mejoraban el ambiente en clase.

-Además,-añade Elisa bajando aún más la voz.- ¿no notas algo raro en Celia?

La busco con la mirada y la encuentro en una esquina hablando con su grupito de amigas. Siempre todas juntas, siempre hablando de cosas ajenas o inventando rumores.

Lo que me sorprende es que se la ve cambiada, tanto en el físico como en su manera de actuar. Está como apagada y seria, demasiado seria.

Sin embargo, lo que la delata es esa mano sobre su vientre, con mucho cuidado. Como acariciándolo.

-Está emba…

Elisa asiente varias veces hasta que por fin dice:

-De un americano, parece ser.

-Imposible.

Digo en voz alta sin pretenderlo. ¿Embarazada de un americano? ¿De un soldado? ¿Por qué haría algo así? Se la veía muy patriótica la verdad.

-No es un caso aislado, Annie. Hay muchísimos.

-No lo entiendo.

-Son guapos, la mayoría son mayores, completamente distintos a los españoles, y además es algo como decirlo… prohibido. No es tan extraño, si te fijaras verías muchos casos así.