Capítulo 12.

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*Nota de la autora: Holaa! Os traigo un capítulo bastante largo,, asíq eu yo creo que merecerá la pena la espera.

Quería comentaros que estoy pensando en hacerme un twitter solo para las novelas que tengo. No es seguro, pero sería para hablar de las novelas, informaros de cuando subo capítulos, etc. Si al final me lo hago os avisaré :)

Muchísimas gracias por los votos y los comentarios, que me alegra mucho que leaís esta novela, así que sin más os dejo el capítulo!

Besos (LL.

La nochevieja se acercaba y tenía que empezar a buscar algo para cenar y sobre todo encontrar uvas. Era una tradición y yo quería seguir con esa tradición a pesar de que fuera muy difícil encontrar uvas hoy en día.

Había quedado con Alex y me dirigía al Parque del Reloj donde como siempre había varios soldados.

Todavía iba con las muletas pues quería recuperarme cuanto antes y llevaba casi una semana sin ir al trabajo.

-Hola.- me saluda Alex e inmediatamente me doy cuenta de que no para de mirar las muletas.

-Hola.

-¿Qué te ha pasado?

-Nada importante, me caí y me hice daño en la pierna.

-Tuvo que ser una gran caída.- dice evaluando mi expresión ya que no se cree nada de lo que le he dicho.- ¿Has ido a ver a un médico?

-Lo fue. Y sí, he ido a ver a un médico de confianza.- respondo intentando sonar segura. Pero queriendo cambiar de tema cuanto antes.- ¿Qué tal estás?

-Bien. Todo bien. ¿Y tú?

-Bien también.

Nos pasamos un rato contándonos cosas que nos han pasado los últimos días y sobre las Navidades.

-Alex, me preguntaba si tú habías conseguido uvas…- le digo un poco cabizbaja pues no quiero que se piense que soy una aprovechada o que solo le quiero por interés.

-Sí, mi tía tiene una vid y este año ha tenido muchos racimos. Si quieres puedo conseguirte unos cuantos racimos, ya sabes que mi madre movería cielo y tierra con tal de verte feliz.

Sonrío tímidamente, es verdad Marta y yo tenemos una conexión especial. Se llevaba muy bien con mi madre, y cuando ésta murió me consoló y me dio comida para mí y para mis hermanos.

-Te lo agradecería mucho. No he podido encontrar ningún racimo por los mercados.

-Vale, pero creo que mi madre querrá dártelo personalmente además también quería felicitarte el nuevo año.

-Entonces iré a tu casa.

-Bueno, y si quieres traer a tus hermanos no dudes en hacerlo. En mi casa hay sitio para todos vosotros.

-De acuerdo, iremos los tres.

-¿Mañana?

-Mañana.

-Vale, entonces nos vemos mañana.- dice Alex sonriendo y poniéndose en pie.

-Sí.

Alex me da un abrazo de esos que trasmiten tantas emociones y te hacen sentir viva. Aunque por supuesto se me hace demasiado corto. Son tiempos difíciles y tener a alguien como Alex en quien confiar se agradece.

-Alex, -digo antes de que se vaya demasiado lejos.- ten mucho cuidado por favor.

-Lo mismo digo.- dice guiñándome un ojo.

El Soldado Del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora